![]() |
América Latina y el Caribe deberían crear gradualmente espacios compartidos de política industrial en sectores claves, propone el documento (foto: Cepal) |
(Mundo
Microfinanzas) La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)
presentó este miércoles una propuesta para avanzar hacia la integración
regional a partir de una mayor articulación productiva entre los países, que
permita responder al actual momento histórico caracterizado por la acelerada
innovación tecnológica, el reposicionamiento de los distintos actores en la
economía mundial y la conformación de mercados regionales ampliados.
En su
documento Integración regional: hacia una estrategia de cadenas de valor inclusivas (disponible también en portugués e inglés), el organismo regional de Naciones Unidas destaca la vigencia del
concepto de integración en el actual contexto internacional como un componente
básico de la transformación productiva y de las estrategias de crecimiento con
igualdad.
Específicamente,
el organismo propone políticas para la creación de cadenas de valor regionales
y subregionales que impulsen el intercambio manufacturero, el comercio
intraindustrial, la internacionalización de las pymes y el aumento del número
de empresas exportadoras y de bienes exportados.
La propuesta
fue presentada durante el seminario Desafíos de la integración regional, en el
marco del Trigésimo quinto período de sesiones de la Comisión, que se lleva a
cabo hasta este viernes en Lima.
En el
reporte, la Cepal llama además a los países a
concretar acciones conjuntas en materia de integración financiera, de
infraestructura, digital, social y ambiental, que apoyen la promoción de una
mayor integración productiva regional.
También se
promueve la acción colectiva en materia de innovación y ciencia y tecnología,
con el objeto de fomentar la presencia de empresas y centros tecnológicos de la
región en las redes mundiales del conocimiento.
Con estas
acciones se busca construir ventajas que permitan a la región posicionarse en
un contexto mundial en reestructuración, donde las economías emergentes y en
desarrollo ganan creciente presencia en el escenario global y donde los
vínculos Sur-Sur, particularmente entre la región y Asia Pacífico, condicionarán
críticamente las opciones de desarrollo.
Durante la
última década, la dinámica de integración regional latinoamericana y caribeña
ha vivido transformaciones importantes, según el reporte.
Por ejemplo,
algunos países se han mostrado críticos del énfasis en la dimensión comercial
que caracterizó a varias de las principales iniciativas de integración en los
años noventa. Estas naciones han buscado focalizar esfuerzos en la ampliación
de la agenda de la integración hacia otras áreas, poniendo énfasis en las
dimensiones política y social.
Hacia marcos
normativos comunes
Otro
elemento que ha influido en estas transformaciones ha sido la crisis financiera
mundial que se inició en septiembre de 2008, cuyos efectos aún se sienten especialmente
en las economías industrializadas.
La magnitud
de la crisis puso en duda varias de las concepciones del proceso de
globalización y dio vigencia a visiones más heterodoxas que asignan un mayor
rol al Estado, no sólo como regulador, sino como articulador de políticas
industriales activas.
En su
reporte, la Cepal señala que la economía de América Latina y el Caribe mantiene
una marcada dependencia de los ciclos externos. Dado que el contexto económico
internacional para la región se vislumbra menos favorable que en el período
2003-2011, se hace necesario reflexionar sobre el rol clave que la integración
regional puede jugar en mejorar su inserción internacional.
El documento
resalta que es difícil pensar que la región pueda lograr un crecimiento sostenible,
reduciendo la pobreza y la desigualdad y avanzando en materia de innovación,
sin diversificar su estructura productiva y exportadora. Por eso plantea la
necesidad de avanzar hacia marcos normativos comunes que incentiven a las
empresas de cada país a articular sus operaciones con otras más allá de las
fronteras.
La irrupción
de las cadenas de valor en la economía mundial ha volcado la atención sobre la
importancia del espacio regional como pilar de las principales redes de
producción, que se caracterizan por complejos flujos de bienes, servicios,
información y personas, señala la publicación.
Para los
países de la región, el desafío consiste no sólo en ser parte de las cadenas de
valor, sino en construir elementos diferenciadores que les permitan ascender en
la jerarquía de las mismas, más allá de la dotación de recursos naturales o los
bajos costos laborales.
Para este
fin, la Cepal propone la creación gradual de espacios compartidos de política
industrial en sectores productivos con potencial para gestar cadenas de valor
competitivas. Juegan a favor de este planteamiento los avances que la región ha
experimentado en diversos ámbitos, dice el organismo.
América
Latina y el Caribe cuenta hoy con una mejor gestión macroeconómica, ha
conseguido desarrollar capacidades tecnológicas en varias actividades y
sectores, y algunos de sus países han dado pasos significativos en la
gobernanza de recursos naturales. Además, sus economías son en general más
abiertas y muchas de ellas están interconectadas por acuerdos comerciales.
La región ha
desarrollado una arquitectura de la integración densa y compleja, con la
creación en la última década de la Comunidad de Estados latinoamericanos y
Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana
para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos
(ALBA-TCP) y la Alianza del Pacífico.
Estas
iniciativas se han sumado a los mecanismos subregionales de integración
previamente existentes, poniendo de relieve la importancia y los desafíos de
una convergencia entre los distintos procesos e iniciativas de integración. El
reporte de la Cepal argumenta que dicha convergencia será necesariamente un
proceso gradual y no lineal.
Por último,
la institución llama a considerar la integración como una política de Estado
que busque convergencias y no pretenda eliminar las diferencias, sino hacerlas
manejables. En una región diversa como América Latina y el Caribe, este es el
principal desafío para alcanzar una integración que impulse el cambio
estructural que requiere.
Artículos
relacionados
Pactos por la igualdad y el desarrollo en América Latina, aboga Cepal (6 de mayo de 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario