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Este blog de microfinanzas comenzó a actualizarse el 1 de febrero de 2008 y se cerró el 30 de noviembre de 2015.

lunes, 26 de marzo de 2012

Due Diligence, otra vuelta de página

Roodman en San José de Costa Rica, durante el Foromic 2011
(foto: Fomin)
(Mundo Microfinanzas) Ha querido la fortuna sonreír a las microfinanzas en este primer tercio del año y hacer que el acontecimiento movilizador, el punto crítico en torno al cual se desmarcan posiciones y se repiensan dogmas, haya sido la publicación de un libro.

Podría haber sido un anuncio espectacular, alguna declaración destemplada, un evento multitudinario, incluso algún episodio salpicado de escándalo. Pero no, se trata de un libro. Con todo lo que ello significa para la vitalidad intelectual de la industria y del timing particular que tal acontecimiento implica, pues un libro necesita su tiempo para circular, para leerse, asimilar sus conceptos y provocar el feedback.

Y vaya si hubo feedback.

Ya en el post del 5 de marzo nos ocupamos de Due Diligence. An impertinent inquiry into microfinance, de David Roodman, publicado en diciembre del año pasado por el Center for Global Development (CGD). Comentamos entonces que ciertas críticas que el libro mereció por parte de los directivos de la Microcredit Summit Campaign, Larry Reed y Jesse Marsden, podían verse como la divisoria de aguas inaugurada por una nueva etapa en la historia de las microfinanzas. Una nueva etapa signada por la cautela filosófico-metodológica, el control y la mesura (“mesura” en su estricto sentido etimológico de “medir”: medir de acuerdo con parámetros objetivos, medir según pruebas observables, medir a partir de enfoques científicos aquello que, en el despertar de las microfinanzas como herramienta para combatir la pobreza, se creyó con optimismo exultante).

En los últimos días se han conocido diversas opiniones sobre el libro de Roodman. Si bien en la mayoría de los casos los comentarios son elogiosos y favorables, no deja de percibirse cierta incomodidad generada en las instituciones ligadas a la popularización del microcrédito (sector que en el post del 5 de marzo llamamos “pioneros”). Por caso, hemos leído una curiosa respuesta del Grupo de Trabajo de CEOs de Microfinanzas, difundida el viernes a través del blog del Centro para la Inclusión Financiera (CFI), de Acción Internacional, a un artículo publicado el 8 de marzo por el propio Roodman en el Washington Post, titulado "Microfinance doesn’t end poverty, despite all the hype" (traducido podría quedar así: “Las microfinanzas no ponen fin a la pobreza, más allá de todos los alardes”).

Al leer la declaración, firmada por los CEOs de ocho de las principales organizaciones microfinancieras del mundo (Acción, Finca International, Freedom from Hunger, Grameen Foundation, Opportunity International, Pro Mujer, Vision Fund y la red Women’s World Banking), podría sorprender que allí se exprese un acuerdo sustancial con el contenido del artículo, remarcando en cambio el carácter "bobo" (silly) de su título.

Suena un tanto exagerado que ocho ejecutivos de primera línea de la industria, cuyas instituciones en conjunto representan a unos 39 millones de prestatarios en todo el mundo, den a conocer un pronunciamiento cuya pertinencia toque más a algún editor del Washington Post que al propio autor del artículo que se pretende refutar. Sorprende menos, sin embargo, si lo ligamos a la sensibilidad que ha despertado el libro del investigador del CGD.

Due Diligence nos plantea la incómoda pregunta de si las microfinanzas funcionan o no. Roodman propone desdoblar el interrogante en tres dimensiones: ¿Las microfinanzas reducen la pobreza?, ¿las microfinanzas ayudan a las personas a ser más autónomas y libres?, ¿las microfinanzas pueden volverse una industria pujante que fortalezca a las sociedades en aras de objetivos de desarrollo socio-económico de largo plazo? A la primera pregunta, el autor responde “No”; a la segunda, “puede ser”; y a la tercera, definitivamente “sí”.

La respuesta a la primera cuestión se alinea con recientes investigaciones de laboratorios norteamericanos (sobre todo del MIT, la New York University y Yale University) que han utilizado pruebas aleatorias sin detectar evidencias del impacto de las microfinanzas en la disminución de la pobreza de sus beneficiarios. La segunda procura dejar a salvo parte de lo que representó la promesa humanística de las microfinanzas. Y la tercera tiene una relevancia enorme.

Como ha dicho Alex Counts, presidente, CEO y fundador de Grameen Foundation (uno de los ocho firmantes de la escueta declaración, pero, nobleza obliga, uno de los más atentos y autocríticos lectores de Due Diligence, por provenir de una de las instituciones más comprometidas con la épica de cambiar el mundo), “las microfinanzas emergen de este libro como un colaborador sólido al desarrollo socio-económico de las naciones pobres a partir de una perspectiva de costo/beneficio”.

Las conclusiones de Roodman no son sólo las de un profesional librepensante, sino también las de un analista cuya posición enunciativa se entronca de manera crucial con el sustento de buena parte de la industria. El CGD es el think tank que orienta las políticas de desarrollo internacional de los Estados Unidos (y países asociados en materia de cooperación), proveyendo marcos analíticos en las estrategias de financiamiento del Banco Mundial. Desde esta usina de ideas, con base en Washington, se monitorean los programas de reducción de la pobreza en todas las regiones y se evalúa la eficacia de las distintas herramientas, entre las cuales el desarrollo de la microempresa y el fortalecimiento de instituciones microfinancieras han sido unas de las más transitadas.

Quizás por aquí encontremos una de las claves para entender esta enérgica, afortunada y por momentos apasionada recepción al nuevo libro de Roodman. Una vuelta de página que nos permite asomar al futuro de las microfinanzas.

jueves, 22 de marzo de 2012

NGO Connection Day: Tecnología para el desarrollo

Carla Casanello, de Kausa Central Creativa, anima una de las actividades
(foto: Fundación Paraguaya)
(Mundo Microfinanzas) Cerca de 100 personas de diversas organizaciones de la sociedad civil participaron este jueves en Asunción de la tercera edición del NGO Connection Day donde se discutió sobre oportunidades de mejoras a partir del uso de tecnología y trabajo en red.

El encuentro, que este año llevó como lema “Construyendo redes para avanzar”, es un evento anual organizado por Fundación Paraguaya conjuntamente con Microsoft Paraguay que busca reducir la brecha digital y brindar a las organizaciones mayor acceso a la tecnología, ofreciendo herramientas para mejorar su desempeño.

“Creemos que el rol de las ONGs es fundamental, sobre todo para cambiar el país, para mejorar la educación, algo que nos preocupa y en el que invertimos”, afirmó Pablo Abin, gerente general de Microsoft Paraguay.

“La idea de este evento es darles a conocer todas las herramientas que Microsoft tiene para ofrecer a las ONGs para que puedan cumplir mejor con su gestión e informarles cómo aplicar a estas donaciones en efectivo o de software. Creemos que el país y el mundo lo cambiamos a través de la educación. Y es por eso que invertimos en este tipo de eventos”, agregó el ejecutivo.

Según Abin, entre 2010 y 2011 en Latinoamérica y el Caribe, Microsoft invirtió más de US$ 35 millones en donaciones de software y dinero en efectivo para organizaciones sin fines de lucro.

Por su parte Roberto Urbieta, director de Educación Emprendedora de Fundación Paraguaya, destacó la importancia que tiene la tecnología en las actividades desarrolladas por las organizaciones de la sociedad civil, al tiempo que recordó que “esta es una actividad que no sólo se realiza en Paraguay, sino también en muchos países del mundo y tenemos la suerte de contar en Paraguay un día para que las ONGs intercambiemos comunicaciones y creemos una red para obtener las ventajas que exige este mundo y que nos ayudemos todos para lograrlo”.

Desde Buenos Aires, María Victoria Ciccola, de la Red Argentina para la Cooperación Internacional (RACI), informó sobre el Directorio de Cooperación Internacional, un servicio en línea que contribuye a la captación de fondos para las ONGs en Paraguay. Y Rodrigo Galicia de México y Anne O'Neal de EE.UU, de la firma Blackbaud, el proveedor líder global de software y servicios diseñados para organizaciones sin fines de lucro, presentaron uno de sus programas enfocado a ayudar a las organizaciones con su recaudación de fondos y relaciones con sus donantes.

Algunas de las herramientas de colaboración en línea que fueron compartidas durante el encuentro incluyeron la demostración en vivo de SkyDrive, herramienta que permite ver y editar documentos en el explorador desde cualquier lugar con acceso a conexión a internet, a cargo de Eliseo Ortega, gerente del Programa por la Educación de Microsoft Paraguay, y una demostración de Microsoft Project por parte de Nelson Noguera de Login S.A., quien destacó su utilidad para la administración y presentación de proyectos.

Carla Cassanello, directora de Marketing Interactivo de KAUSA Central Creativa, mediante una dinámica presentación, animó a las ONGs a aprovechar las oportunidades que ofrecen las redes sociales, mientras que María del Mar Fernández, encargada de Marketing, Relaciones Públicas y Comunicaciones de Microsoft, informó sobre el programa de apoyo a las organizaciones sin fines de lucro y explicó los pasos que se deben seguir para aplicar a las donaciones de software.

El NGO Connection Day se replica en varios países del mundo, destacándose por ser una innovadora actividad de transmisión de conocimientos sobre cómo las tecnologías de la información contribuyen a mejorar procesos administrativos, a la formulación de proyectos sociales y al trabajo en red. Cuenta con el apoyo de Microsoft y su programa Microsoft Potencial Ilimitado que trata de ayudar a las personas y las comunidades de todo el planeta a alcanzar sus objetivos y sus sueños mediante tecnologías relevantes, accesibles y asequibles.

Comentarios de los participantes

“Fue muy productiva la jornada. Aprendí bastante sobre la forma de procesar la información, cómo lograr un alcance mucho más fácil a ella, accediendo a la Nube y Microsoft Project para crear y administrar proyectos. Con estas herramientas al alcance de las organizaciones todo es posible”, dijo Carlos González, de la Red de Voluntariado Somos Voluntarios por un Paraguay Mejor.

“Profesionalmente, estas nuevas tecnologías nos servirán para muchas aplicaciones. Es de mucha utilidad el contacto que nos ha permitido este encuentro con la Red Argentina de Cooperación Internacional”, expresó Diana García, de la Confederación Alemana de Cooperativas.

“En marzo del 2010 recibimos la invitación para la 1ª edición del NGO. Nos enteramos del programa de donación de Microsoft y presentamos nuestra propuesta de renovación de licencias. Luego de un tiempo terminamos recibiendo las licencias de uso de los software mejorado por un valor de US$ 117 mil”, manifestó Félix Fariña de la Fundación Melodía.

“Desde el punto de vista operativo el SkyDrive me pareció muy útil para lo que estamos haciendo y desde el punto de vista de cómo llevar a cabo nuestras acciones las redes sociales son las más apropiadas. Todo esto es muy amplio y hay mucho por aprender”, aseguró María Inés Romero, de la Asociación Trinidad Radio Viva.

lunes, 19 de marzo de 2012

Pago electrónico de ayudas sociales: señales promisorias

Beneficiaria programa Bolsa Familia, Brasil
(Mundo Microfinanzas) Las posibilidades que permiten el avance tecnológico y las innovaciones que se dan en el campo de la prestación de servicios bancarios abren promisorias perspectivas para la inclusión financiera, de acuerdo con recientes investigaciones que se vienen desarrollando en el CGAP.

Investigadores de este cuerpo consultor han detectado el potencial complementario de dos políticas que en los últimos cinco años funcionan de manera separada: el estímulo al incremento de medios electrónicos para los pagos de ayudas sociales y la promoción de una mayor inclusión financiera. En esta línea, el CGAP publicó en la serie Focus Note el trabajo Social Cash Transfers and Financial Inclusion: Evidence from Four Countries.

Uno de los principales hallazgos del estudio -enfocado en los casos de Brasil. Colombia, México y Sudáfrica- ha sido verificar la triple ventaja que acarrearía dirigir electrónicamente los pagos de ayuda social o G2P (por “government to person”) a una cuenta bancaria del beneficiario, a saber: una reducción de costos para el gobierno, una mayor conveniencia para el beneficiario traducida en capacidad de ahorro y rentabilidad potencial para los bancos.

Como ha escrito la co-autora Sarah Rotman en su blog alojado en la página del CGAP, el reto es alinear estos tres incentivos de tal modo de llevar a los destinatarios G2P no bancarizados -típicamente pobres- hacia el sistema financiero formal de un país. Claro que, según ella reconoce, esto es más fácil enunciarlo que llevarlo a la práctica.

Y señala dos obstáculos principales: la prevalencia del cash y la falta de proximidad con los destinatarios de estas políticas. Es allí, afirma la analista, donde los nuevos modelos de negocio, basados en canales de prestación alternativos como el branchless banking, pueden jugar un rol decisivo (téngase en cuenta que los cuatro países estudiados tienen una vasta extensión geográfica, con grandes áreas rurales no asistidas por sucursales bancarias).

La investigación halló que cuando los pagos utilizan infraestructura financiera existente, como en el caso de los agentes corresponsales en Brasil, los costos que implicaban las acreditaciones del programa Bolsa Familia en una cuenta bancaria personal disminuían un 31% comparado a cuando se pagaba mediante tarjetas de débito (sin reserva de valor). El caso colombiano mostró que si se destina una infraestructura específica para el pago electrónico de las transferencias a los beneficiarios, los costos para los gobiernos tienden a aumentar. Un factor clave parece ser, entonces, la disposición de una red de distribución de agentes bancarios, como el que ofrecen los corresponsales, que disminuya los costos a los bancos en la apertura de cuentas y sirvan a las transacciones para clientes G2P. Un adecuado programa de educación financiera podrá contribuir a que los titulares de estas cuentas usen el servicio para mejorar la administración de sus ingresos, e idealmente, para el ahorro.

Digamos que esta investigación del CGAP no es la primera que se hace en esta materia. En julio pasado se conoció un reporte del Programa de Inclusión Financiera en al Pacífico (PFIP), titulado G2P: Expanding Financial Inclusion in the Pacific Region. Fiji’s Transfer of Social Welfare Recipients to a Saving-linked Electronic Payment System, del consultor Matt Leonard, que presenta auspiciosas lecciones aprendidas sobre bancarización de beneficiarios de la asistencia social en Fiji, tras la implementación de sistemas electrónicos de pago orientados al ahorro.

No obstante, el trabajo del CGAP permite analizar cómo funcionan estas hipótesis en mercados de escala realmente importante (el programa Bolsa Familia en Brasil llegaba en mayo de 2011 a 12,9 millones de hogares; Familias en Acción del gobierno colombiano alcanzaba 2,4 millones de hogares en diciembre de 2010; el programa Oportunidades, de México, beneficiaba en diciembre de 2010 a 5,8 millones de familias, mientras que el plan Child Care, Old Age Pension tenía en abril de 2010 unos 9 millones de beneficiarios sudafricanos).

Evento

David Porteous y Sarah Rotman discutirán los resultados de la investigación este miércoles 21 de marzo, de 4.00 a 5.30 pm, en la sede del Banco Mundial, en Washington. El evento será presentado por el CEO del CGAP, Tilman Ehrbeck, con los comentarios y análisis de los economistas Mansoora Rashid y Gaiv Tata.

Referencia

Social Cash Transfers and Financial Inclusion: Evidence from Four Countries (CGAP, por Chris Bold, David Porteous y Sarah Rotman, serie Focus Note, Nº 77, febrero de 2012, Washington, DC). Traducción al español Transferencias de efectivo con fines sociales e inclusión financiera: Experiencias en cuatro países.

sábado, 17 de marzo de 2012

BeyondBanking: Reconocimiento a las finanzas sostenibles en América Latina

Fundador y CEO de Sitawi, Leonardo Letelier, recibe su premio de parte
del presidente del BID Luis Alberto Moreno, en Montevideo

(foto: BID)

(Mundo Microfinanzas) El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entregó este viernes en Montevideo sus premios beyondBanking, que reconocen las contribuciones sobresalientes de intermediarios financieros a la banca sostenible en América Latina y el Caribe.

Los ganadores recibieron sus premios en el Auditorio Nacional del Sodre, en el marco de la reunión anual del BID que tiene lugar hasta el próximo lunes en la capital uruguaya.

"Los premios beyondBanking destacan un fuerte compromiso con la innovación y la sostenibilidad en el sector financiero de nuestra región. Los ganadores de este año nos animan a nosotros y a nuestros clientes a trabajar hacia un nuevo paradigma de operar con una visión más abarcadora y de largo plazo en la banca", dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.

Creados hace dos años, los premios forman parte del programa beyondBanking que desarrolla el BID para promover la sostenibilidad social y ambiental entre los intermediarios financieros de la región. Las categorías del premio reflejan distintos aspectos de estas prácticas óptimas, desde estrategias de inclusión financiera a la aplicación de nuevas tecnologías y la publicación de informes anuales de sostenibilidad.

Los ganadores de este año fueron la Caixa Económica Federal, Brasil (accessBanking, por su agencia Chico Mendes, sucursal bancaria flotante en el Amazonas); Banco de Crédito de Bolivia (BCP, clearBanking, por su programa de transparencia); Visa (connectBanking, por su videojuego interactivo de finanzas para jóvenes "Fútbol financiero"); la Federación Brasileña de Bancos (Febraban, equalBanking, por su programa de capacitación para entrenar a personas con discapacidades para trabajar en la banca); Banco Itaú Paraguay (learnBanking, por sus micros radiales sobre economía y finanzas); Grupo Financiero de Occidente, Guatemala (planetBanking, por su apoyo a pequeñas y medianas empresas forestales); Fondo Social Sitawi, Brasil (inversiones socialmente responsable) e Infonavit, México (mejor informe de sostenibilidad).

martes, 13 de marzo de 2012

Emprendedoras cierran ciclo de educación financiera con feria en Asunción


Una de las emprendedoras en la feria
(foto: Fundación Paraguaya)

El jueves pasado, en el marco del Día Internacional de la Mujer, unas 50 emprendedoras cerraron su ciclo de educación financiera con una colorida feria de artesanías y otros productos en la plaza Infante Rivarola de Villa Morra, en Asunción.

Se trata de emprendedoras de la zona Metropolitana, Villa Elisa, San Lorenzo, Luque, Capiatá, Limpio, Emboscada y Villa Hayes. Las mujeres son parte del programa JA Mujeres Emprendedoras desarrollado por Junior Achievement con el apoyo del Citi, en el marco de los programas de Educación Emprendedora de la Fundación Paraguaya.

Las feriantes expusieron sus microemprendimiento y comercializaron sus productos elaborados y diversos tipos de artesanías en base a mimbre, ao poí (“tela fina”, en guaraní) y de barro, sandalias bordadas, manteles bordados, guampas y sombreros, como así también comestibles como empanadas y ensalada de frutas, bijouterie, carteras, ropas y productos de limpieza.

El auspicio del Citi forma parte de su proyecto de inversión en educación financiera durante un período de diez años, abarcando así a los más de 140 países en que Citigroup opera, incluyendo a Paraguay. Tiene como objetivo capacitar con conceptos de emprendedorismo, finanzas básicas, plan de negocios y desarrollo personal, a grupos de mujeres de más de 18 años de edad y de escasos recursos, que no han tenido la oportunidad de desarrollar las capacidades y oportunidades laborales, apoyándolas para la creación de microemprendimientos y acceso al crédito.

Este año, al igual que en anteriores, participaron más de 300 mujeres quienes desarrollaron los siguientes módulos de capacitación con la metodología “Aprender Haciendo”: Emprendedorismo (planes de negocio, pasos para presentar una venta, liderazgo, trabajo en equipo), Finanzas Básicas (ahorro, presupuesto, costos, punto de equilibrio) y Desarrollo Personal (planificación personal-mapa de vida, autoestima, motivación, etc).

Los principales objetivos del programa son promover el desarrollo de las mujeres a través de capacitaciones y trabajo en equipo; estimular el sentido de pertenencia, autoestima, solidaridad y compromiso de las mujeres para desarrollar su capacidad de emprender y la de su comunidad. También brindarles la oportunidad para obtener asistencia crediticia y servicios no financieros. Y fomentar el uso responsable y solidario del crédito como una herramienta de mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad.

La Fundación Paraguaya ofrece a estas mujeres la oportunidad de acceder a créditos perteneciendo a un Comité de Mujeres, en el marco de la metodología de Banca Comunal. Los montos varían por cada integrante según la capacidad de pago de cada una, existiendo un límite mínimo y máximo para cada ciclo. Los ciclos culminan en plazos desde 2 a 4 meses, en pagos semanales o quincenales según la decisión de la Banca.

Roberto Urbieta, director de Junior Achievement, declaró que “gracias a la Fundación Citi hemos implementado exitosamente este modelo en nuestro país y pudimos contribuir a mejorar la calidad de vida de muchas mujeres y sus familias y también a fortalecer su proyección a futuro y su autoestima, convirtiéndose ellas en verdaderos ejemplos y fuente de inspiración para sus familias y comunidades en general”.

Por su parte Jerónimo Nasser, director y gerente general de Citi Paraguay, dijo que “uno de los objetivos de Citi en el mundo y en nuestra región es promover el empoderamiento económico centrándonos en acciones que agregan valor y que son de interés en las comunidades donde operamos y vivimos. Nos sentimos sumamente complacidos de que un proyecto gestado en Paraguay, ahora sea replicado en otros países de nuestra región. Eso demuestra la fortaleza y evidencia el ingenio de nuestras alianzas en la generación de oportunidades para todos en los países donde operamos”.

El programa gestado en Paraguay será replicado en Argentina, Guatemala, Perú y República Dominicana. Se estima que este año beneficiará a más de 2.000 mujeres latinoamericanas de bajos recursos.

La experiencia de Rocío

Rocío Gómez, de 33 años y que vive en la ciudad de Emboscada, a unos 45 kilómetros de Asunción, fue una de las mujeres beneficiadas con el programa. Su micronegocio está basado en la fabricación y venta de accesorios de bijouterie (joyería de fantasía) y artesanías, habilidades que ella adquirió con el objetivo de generar ingresos para ella y su familia.

Después de participar del programa brindó un testimonio de su experiencia: “Después de haber participado de las charlas de educación financiera de Junior Achievement y del Citibank he aprendido a manejar mis costos de producción, a saber comprar los productos para vender y a trabajar en equipo, lo cual me ayudó a superarme como persona. Agradezco al Citi y a la Fundación Paraguaya por el apoyo, ya que para comenzar un negocio siempre es importante contar con capacitaciones y soporte económico. Quiero instarles a que sigan ayudando a más personas que quieren salir adelante”.

La Fundación Paraguaya de Cooperación y Desarrollo promueve el emprendedurismo, posibilitando que personas de menores recursos creen puestos de trabajo e incrementen sus ingresos familiares. Desde 1985 ha contribuido a la creación de más de 50 mil nuevos puestos de trabajo brindando capacitación gerencial a más de 76 mil microempresarios y otorgando más de 421 mil créditos, informó la organización.

domingo, 11 de marzo de 2012

Bancos éticos con mejor rendimiento financiero que banca mainstream


(Mundo Microfinanzas) Un estudio reciente muestra que los bancos basados en valores sostenibles, que hacen hincapié en un tipo de banca más humanizada y comprometida con el medioambiente, están superando en muchos aspectos a bancos considerados líderes en la industria financiera, incluyendo indicadores como retorno sobre activos, crecimiento en su cartera de créditos y depósitos y fortaleza de capital.

Tamara Vrooman
El trabajo fue dado a conocer este fin de semana desde Vancouver durante la asamblea anual de la Alianza Global para una Banca con Valores (GABV, en inglés), una red de quince bancos sostenibles líderes del mundo que incluye a tras bancos pioneros del microcrédito en América Latina como son MiBanco de Perú, BancoSol de Bolivia y Apoyo Integral de El Salvador.

Encargado por la GABV y financiado por la Rockefeller Foundation y la propia Alianza Global, el reporte compara el desempeño de 17 bancos sostenibles con 29 de las más influyentes y principales entidades financieras, durante el período que va de 2007 a 2010.

Estos 29 bancos del mainstream financiero mundial son definidos, por la Junta de Estabilidad Financiera (FSB, organismo creado por el G20), como Instituciones Financieras de Importancia Sistémica (SIFIs, en inglés), a menudo caracterizados como too big to fail (“demasiado grandes para caer”), incluyendo entre otros al Bank of America, JP Morgan, Barclays, Citicorp y el Deutsche Bank.

El reporte concluye que los bancos éticos fueron dos veces más propensos a invertir en créditos, prestando en promedio más del 70% de sus activos durante este período. Los bancos basados en valores también aparecen más sólidos financieramente, con niveles de capital superiores y de mejor calidad. Sus índices de solvencia (ratio BIS 1) promediaron por encima del 14% en el período analizado, contra menos del 10% de los bancos del mainstream. Los sostenibles obtuvieron además en promedio un ratio por encima del 9% en la relación Capital/Activos, mientras que los SIFIs promediaron un rendimiento apenas por encima del 5%.

Por otra parte, y siempre siguiendo el reporte encargado por la Alianza Global, los bancos que contemplan un concepto más integral de la sostenibilidad registraron retornos financieros superiores a los de aquellas entidades más enfocadas en la rentabilidad de sus accionistas. El retorno sobre activos (ROA), la medida señalada cada vez más como la de mayor relevancia para juzgar el desempeño financiero de un banco, se ubicó en promedio por encima del 0,50% en los sostenibles, frente a un 0,33% de promedio en las grandes compañías. En tanto que los retornos sobre capital (ROE) de los bancos éticos fueron en promedio del 7,1%, comparado al 6,6% de los bancos más poderosos.

“Nuestra industria bancaria dispone de una ocasión inédita para cambiar y ayudar a resolver algunas de las mayores problemáticas sociales y medioambientales de nuestro tiempo”, declaró Peter Blom, presidente de la Alianza Global y CEO de Triodos Bank, el mayor banco sostenible de Europa. “Este reporte muestra que hacer cosas buenas es beneficioso para los bancos no sólo en un sentido teórico o ético, sino también financieramente, si evaluamos siguiendo benchmarks convencionales como el balance financiero”, sostuvo el directivo holandés, de acuerdo con un comunicado difundido por la GABV.

“Los hallazgos son fundamentales para una industria bancaria global que tiene un potencial tremendo para provocar un cambio positivo a través de su capacidad de prestar dinero para financiar a emprendedores y estimular economías locales. Y, lo más importante, muestra que un enfoque de banca sostenible nos ofrece a todos la posibilidad de un futuro estable y próspero”, agregó.

También se refirió a los resultados de este reporte la vicepresidente de Foundation Initiatives, de la fundación Rockefeller, Heather Grady: “La fundación Rockefeller está encantada de apoyar a la GABV en su trabajo de estimular a los principales bancos a comprometerse con un enfoque progresivo de financiamiento y mejoramiento del acceso de servicios financieros necesarios a los pobres y poblaciones vulnerables”.

Otro importante indicador del crecimiento del sector de la banca ética en los últimos cuatro años es el volumen del dinero que prestaron a sus clientes. Este se incrementó un 80% entre 2007 y 2010, en plena crisis, mientras que los bancos mainstream incrementaron su financiamiento un poco por encima del 20%, según el reporte.

“Claramente, hay una demanda creciente en todo el mundo por bancos basados en valores que tengan un enfoque de triple resultado, balanceando personas, planeta y prosperidad”, dijo Tamara Vrooman, CEO de Vancity, banco cooperativo líder de Canadá y anfitrión del encuentro en Vancouver. “El pedido de los miembros del GABV es que sus bancos sean transparentes, que compartan regularmente los detalles de cómo invierten el dinero que se les confía y, por sobre todo, que arraiguen en sus comunidades, financiando sólo a las empresas que trabajen en la economía real”, remarcó la directiva.

Ahora bien, ¿cómo considerar si un banco es “sostenible” o no? La GABV enuncia estos seis principios:

1- Enfoque de triple balance en el corazón de su modelo de negocio (las famosas “tres P”, personas-planeta-beneficio o profit);
2- Arraigo en sus comunidades, sirviendo a la economía real;
3- Vínculos de largo aliento con sus clientes y comprensión cabal de sus actividades económicas y riesgos implicados;
4- Autosustentable a largo plazo y resistente a perturbaciones externas;
5- Gobernanza transparente e inclusiva;

6- Todos estos principios imbuidos en la cultura del banco.

lunes, 5 de marzo de 2012

Pioneros vs Académicos reavivan debate sobre impacto de las microfinanzas


(Mundo Microfinanzas) El 14 de noviembre pasado, tras la apertura de la Cumbre Mundial del Microcrédito, en Valladolid, publiqué en Microdinero el artículo titulado “Después del idilio”, a propósito del clima autocrítico y culposo que envuelve a las microfinanzas en la actualidad comparado al que se vivía en 1997, año de la primera cumbre en Washington, cuando la industria gozaba de plena confianza como herramienta para superar el problema global de la pobreza.
Decíamos en el artículo: “Si hace quince años se trataba de verificar y hacer conocer el éxito de una metodología que ganaba fuerza en el mundo en desarrollo, hoy las microfinanzas comienzan a mirarse hacia dentro, a reflexionar críticamente sobre sus prácticas y poner en duda la efectividad de sus métodos. El idilio ha terminado”.
La sensación que teníamos muchos de quienes asistimos a la Cumbre de Valladolid era la de estar viviendo el final de una época. Una época marcada por el optimismo filantrópico que habían despertado las microfinanzas en la comunidad mundial y que había tenido sus momentos culminantes en el año 2005, declarado por Naciones Unidas como “Año Internacional del Microcrédito” y, un año después, con el Nobel otorgado a Muhammad Yunus.
Pero claro, un poco por la crisis económica y financiera mundial, un poco debido a las crisis atravesadas por los sectores microfinancieros de algunos países o regiones (Balcanes, Marruecos, Nicaragua, Nigeria, la India…), y en buena medida, también, por nuevas evidencias científicas que estarían mostrando que determinadas experiencias no sólo desmienten la promesa redentora de las microfinanzas sino que, en el peor de los casos, terminan exponiendo a prestatarios en trampas de endeudamiento y más pobreza.
De allí que ha empezado a percibirse, desde hace un par de años, una divisoria de aguas entre el movimiento que podríamos llamar de “los pioneros” -personalidades e instituciones ligadas a las posiciones fundantes del microcrédito- y sectores académicos desde cuyos laboratorios comenzaron a difundirse pruebas nada halagüeñas para el sector y desde donde se insta a revisar estrategias, metodologías y hasta los propios fines de las microfinanzas.
En este contexto es que debe leerse la polémica que ha desatado la reciente publicación del libro Due Diligence: An impertinent inquiry into microfinance, del investigador y analista norteamericano David Roodman, del Center for Global Development (CGD). Roodman es autor, junto con Jonathan Morduch, de uno de los primeros documentos que ofrece una serie de estudios aleatorios donde se detectan efectos negativos en algunos programas microfinancieros (The Impact of Microcredit on the Poor in Bangladesh: Revisiting the Evidence, Working Paper 174, 2009, CGD, Washington DC).
Due Diligence se inicia con el relato de dos pequeñas historias contrapuestas, que el autor da como ciertas, cuyas protagonistas son clientes del Grameen Bank en Bangladesh. La de Murshida, una madre que pudo sobreponerse a un mal matrimonio con un esposo violento y jugador, y logró ser una próspera fabricante textil a partir de un crédito de apenas 1.000 takas. La otra historia es la de Razia, a quien su incursión en el microcrédito le significó tener que vender sus vacas, sus joyas, hasta finalmente desprenderse de su propia casa, todo para cumplir con su compromiso. Para Roodman, ambas historias -la primera relatada por Yunus, la segunda aparecida en el documental The Micro-Debt del danés Tom Heinemann- deben yuxtaponerse y animar un análisis de las microfinanzas en su contradicción. El microcrédito como salvación, el microcrédito como trampa.
Pues bien, este lunes conocimos una declaración de Larry Reed, director de la Microcredit Summit Campaign, y Jesse Marsden, director de Investigación y Operaciones de la Campaña, titulada “More Due Diligence Needed”. Reed-Marsden recogen el guante de Roodman, lamentando que su libro se explaye en una variedad de resultados generados por programas de microfinanzas pero que no ponga idéntico esfuerzo en reconocer las diferencias que existen entre los distintos programas implementados.

Los directivos de la Campaña Mundial sostienen que el análisis de Roodman se basa sobre todo en dos estudios de 2009, con un set de datos demasiado limitado para habilitar generalizaciones. Lamentan especialmente que el investigador no distinga entre instituciones centradas en proveer herramientas y apoyo necesario para ayudar a sus clientes a salir de la pobreza, de aquellas orientadas a maximizar su escala proveyendo un solo producto.

Roodman mezcla manzanas con naranjas, aseguran Reed-Marsden, quienes aprovechan para realzar a aquellas IMFs comprometidas con alcanzar parámetros de protección al cliente e impacto en la pobreza reconocidos por la industria (la Campaña Mundial del Microcrédito instituyó, a partir de Valladolid, un Sello de Excelencia para aquellas instituciones que se alineen con las mejores prácticas en esta materia).

Y, como para que quede claro que no hay un espíritu anti-científico que anima la declaración, los directivos se muestran a favor de investigaciones rigurosas en el campo de las microfinanzas y sus efectos sobre la pobreza, proponiendo que las mismas busquen abordar mejor la complejidad de la industria aceptando el hecho obvio de que hay distintas instituciones y que no todas brindan el mismo set de productos y servicios.

Enhorabuena el debate y la investigación! Y enhorabuena también que los representantes de una organización tradicional y pionera, como es la Cumbre Mundial del Microcrédito, asuman el reto de polemizar con análisis e hipótesis algo impertinentes, que no se avienen con comodidad a los presupuestos que hicieron de las microfinanzas un proyecto esperanzador.

Referencia

Due Diligence. An Impertinent Inquiry into Microfinance (por David Roodman, Center for Global Development, 2012, Washington, DC)