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| Debayle, Campos y Flores Coca: FDL en Barbados (foto: Mundo Microfinanzas) |
(Mundo
Microfinanzas) A menudo se cree que ser ecológico, demostrar una conciencia “verde”,
tiene que ver con el plano de la responsabilidad, la buena imagen y de cierta ética
social-empresarial impuesta por la modernización y las urgencias del cambio
climático.
El panel “Financiamiento
para emprendedores ecológicos”, en una de las últimas plenarias del Foromic 2012, organizado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), en Barbados,
dio elementos convincentes para pensar que aquella creencia es apenas una faz del
asunto. Y que hay otra faz, donde las buenas prácticas ambientales se conectan
de lleno con resultados económicos y de rentabilidad. Para ser más precisos: no
sólo se puede ser ecológico y ser rentable sino, más aún, siendo ecológico
puedo asegurar la rentabilidad del negocio.
Otro
preconcepto que suele tenerse es que sólo las grandes empresas tienen y deben
comprometerse con la gestión sustentable de los recursos naturales. El panel
del Foromic mostró que también las pymes, también los pequeños productores
agrícolas y ganaderos, bajo determinadas condiciones (financiamiento adecuado,
estímulo del gobierno, capacitación, asistencia técnica, inserción en cadenas
de valor), pueden ser ecológicos y rentables. El caso del Fondo de Desarrollo
Local (FDL), en Nicaragua, expuesto en el panel por su gerente general, Julio
Flores Coca, es una de las experiencias exitosas en América Latina donde puede
verse esta doble valencia ambiental-financiera.
Creada hace
veinte años como institución de microcrédito rural, el FDL llegó a un punto de
su crecimiento, allá por 2004, en el que cuestionó su rol de financiador sólo
de capital de trabajo. Fue entonces -explicó Flores Coca- cuando la institución
decidió ofrecer una “cartera de desarrollo”, que ampliara la gama de productos,
satisfaciendo necesidades de pequeños propietarios rurales y campesinos de
ampliar sus ingresos y mejorar sus condiciones de vida.
En esta cartera,
uno de los principales productos financieros fue el llamado “paquete verde”,
que básicamente buscaba convertir el ganadero extensivo tradicional en un
ganadero semi-intensivo orientado hacia una actividad silvopastoril, con
siembra de árboles, protección de cuencas y otras prácticas de preservación del
entorno natural. Los empresarios recibieron además asistencia técnica para un
manejo sostenible de sus fincas, comentó el directivo nicaragüense en el
desarrollo de su exposición.
Paralelamente,
hacia 2005, el FDL fue uno de los primeros colocadores de fondos para paneles
solares en el medio rural, provistos entonces por la FNI, banca de segundo piso
del gobierno nicaragüense. Flores dijo que el FDL logró llegar a más de 1.300
familias y colocar hasta la fecha financiamiento por más de US$ 1,5 millones en
paneles solares. El diseño del negocio se hizo con dos empresas que ya importaban
paneles al país pero tenían grandes dificultades para su comercialización. Los
hogares beneficiarios recibieron capacitación sobre instalación, mantenimiento
y buen uso de los artefactos y la IMF tuvo que adaptar productos financieros a
mediano plazo.
“Logramos
que las empresas se instalaran en el sector rural, crecieran e hicieran
negocios. Y logramos que, gracias a los paneles solares, algunas mujeres del
hogar instalaran pequeños negocios, pequeños emprendimientos, y que los niños
mejoraran sus rendimientos escolares, al poder estudiar hasta más tarde”,
confió el directivo del FDL.
Junto a
Flores, intervinieron en el panel Fernando Araya (de Anesco, una asociación que
impulsa negocios de eficiencia energética en Chile); la académica mexicana
Isabel Studer (directora del Instituto Global para la Sostenibilidad-Tecnológico de Monterrey); Sonji Johnson (ejecutiva del Banco de
Desarrollo de Jamaica, DBJ) y el empresario mexicano Zacarías Galiana Carrillo (empezó como
emprendedor fabricando salsas de chipotle, logró ahorrar un 50% de consumo de
gas usando paneles solares para precalentar el agua en el proceso de
elaboración del producto, hoy es una pyme -La Auténtica California- integrada a
sistemas de aprovisionamiento verde de grandes supermercados). Moderó el panel
Steven Puig, vicepresidente del Sector Privado, del BID.
Información
y sensibilización
Tras el
debate, Mundo Microfinanzas dialogó con Julio Flores Coca, quien estaba
acompañado por otros dos directivos del FDL, Luis Lacayo Debayle y Elizabeth
Campos.
MMF: ¿Qué
rescata como lo más innovador, lo más promisorio de las experiencias discutidas
en el panel?
JFC: Lo
interesante de estos paneles, con temas novedosos, diría yo, pero muy
importantes a nivel de nuestros países y en la vida de las familias del sector
rural, es que el sector financiero se está interesando decididamente en
incursionar en el financiamiento y apoyo a emprendedores que quieren impulsar
una producción con conciencia ambiental. Se demostró en el panel que esto
claramente es posible y que además es rentable. Entonces esto es alentador
porque las cifras que daban del porcentaje que el sector de la micro y pequeña
empresa aporta a la contaminación son todavía muy altas. Así que hay mucho
trabajo por hacer.
MMF: Siempre
se observa la dificultad del microempresario en acceder a financiamiento para
poner en marcha su empresa, sostenerla. Si a eso le agregamos ser cuidadoso con
el medio ambiente, que hay que implementar tecnologías, suena complicado. ¿Cómo
se hace posible?
JFC: Se
está abriendo poco a poco. Seguro que hay que trabajar más en brindar mayor
información al pequeño empresario acerca de la importancia de incorporar
prácticas productivas con protección ambiental. Pero también mayor información
a las instituciones financieras, que ven esto como algo raro, poco común, acostumbradas
en el pasado a trabajar más en el tema del financiamiento de capital de
trabajo. Entonces también hay un trabajo de sensibilización de instituciones
financieras en este aspecto. Y también de políticas públicas, ¿verdad? Los
estados, los gobiernos deben procurar un paquete de políticas públicas que
faciliten este cambio de facilidad para el financiamiento y la introducción de
tecnologías limpias.
MMF: En el
panel destacó el lugar de Nicaragua en estas iniciativas. Podríamos sumar a la
región si contáramos algunos programas de financiamiento verde del BCIE, ¿hay
un trabajo pionero desde América Central, lo ve así?
JFC: Hay
países que lo están haciendo también, pero creo que en el caso de Nicaragua se
está avanzando rápidamente. Y el hecho que el gobierno haya impulsado una serie
de proyectos de energías renovables es muy alentador. Pero también es muy
alentador ver que hay instituciones financieras como el BCIE que están
desarrollando programas y que las instituciones podemos ir incursionando poco a
poco en ese tema. Para nosotros estos programas nos caen muy bien, en el
momento apropiado, porque ya estábamos trabajando con recursos propios y con
dificultades en este tema. Lo que hacen estos programas es darte un gran
impulso. El impulso de Nicaragua es básicamente para que se desarrolle este
sector, pero si eso sirve también para mostrar a otros países el camino a
seguir, bienvenido sea.
MMF:
Seguramente influye que es una región particularmente sensible por el cambio
climático...
JFC: Efectivamente,
estamos en el centro de todos los desastres naturales, habidos y por haber. Y el
clima y todos los pronósticos que se hacen al mediano y largo plazo implican
que si no se hace algo ya, o ayer, vamos a tener efectos perversos en el
futuro. Entonces hay que trabajar en eso.
MMF: Un par
de preguntas sobre el sector microfinanciero en Nicaragua. ¿Cuáles son las
expectativas sobre el nuevo marco regulatorio?
JFC: El
marco regulatorio nos da legitimidad y les da más confianza a los proveedores
de fondos de que las instituciones están siguiendo prácticas adecuadas. En ese
sentido es muy positivo.
MMF: Y para
el Fondo de Desarrollo Local, ¿cómo ha sido este año, sus resultados?
JFC: Este
año definitivamente salimos de la crisis. Tenemos un control de la cartera de
riesgo, ya vamos a tener utilidades. Vamos a tener un pequeño crecimiento
después de dos o tres años de contracción. Entonces definitivamente hemos tenido
un buen año.
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