Claudia Valladares luego del panel sobre microahorros, en Barbados (foto: Mundo Microfinanzas) |
(Mundo
Microfinanzas) La Banca Comunitaria Banesco fue una de las entidades premiadas
durante el Foromic 2012 en Barbados. La entidad venezolana obtuvo el
reconocimiento del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como Mejor
institución de microahorros de América Latina y el Caribe (para instituciones
con activos por más de US$ 1.000 millones).
Apenas
concluida su intervención en el panel sobre microahorros, y un día después de
recibir el premio, Mundo Microfinanzas mantuvo el siguiente diálogo con Claudia
Valladares, VP de Banca Comunitaria, Banesco Banca Universal. Ella es ingeniera
de sistemas por la Universidad Metropolitana de Caracas, con MBA por la Loyola
University of Chicago y Master en Finanzas por el IESA y sus palabras, cuando se expresa sobre la banca comunitaria, transmiten un compromiso hacia el proyecto
que parece ir más allá de lo profesional, para llegar a lo vivencial y afectivo.
MMF: ¿Cuáles
son los rasgos básicos o los principales aportes que rescatas de la banca
comunitaria?
CV: Banca
comunitaria nació en julio de 2006 y el principal objetivo es atender
principalmente a las poblaciones no bancarizadas, que pertenecen a los estratos
populares de Venezuela. En nuestro país todavía tenemos un gran porcentaje de
la población que no tiene acceso a la banca. Nace pues con ese destino: tratar
de promover la bancarización y la inclusión financiera. Y desde que nacimos no
quisimos sólo centrarnos en el crédito sino también brindar otros servicios,
como es el ahorro. Yo decía ayer que al principio nadie contaba que los pobres
pudiesen ahorrar, porque hay esa falsa creencia. Y sin embargo hemos demostrado
todo lo contrario. Hoy en día, después de más de seis años de trabajo, tenemos
más número de ahorristas que de personas que han solicitado crédito. Y aunque
los montos son pequeños y son bajos, sin embargo detrás de cada ahorro hay un
sueño y creo que eso es lo más importante de todo. Que el hábito de ahorrar se
construye sobre la base de un sueño. Algo que tú quieres lograr, que tú quieres
alcanzar para tus hijos, para tu familia, para poder brindarles una educación,
para poder comprar una computadora, para poder reparar tu casa, para poderte
comprar un carro. Entonces, cada ahorro tiene detrás un sueño y eso es
justamente en lo que nos hemos centrado: tratar de ayudar a las personas a
aprender que ahorrar es fácil, que se puede hacer de una manera sencilla y que
se atrevan a soñar. Porque a veces les falta un poco de darles esa oportunidad
de hacer viva una esperanza.
MMF: Y crees
que esta forma de acercarse a metodologías populares, arraigadas, hábitos
nacidos comunitarios, ¿puede atraer a más gente que no está bancarizada?
CV: Definitivamente.
Nosotros hemos aprendido mucho de los mecanismos de ahorro popular. De hecho
nuestro programa de ahorro programado, llamado Paso a paso, justamente lo que
hace es emular esos mecanismos de ahorro popular. Creo que en la medida que
nosotros nos acerquemos a las comunidades, y las entendamos mejor, comprendamos
mejor cuáles son sus capacidades y además sus necesidades, podremos seguir
diseñando productos que sean fáciles para ellos de manejar. Que tengan un
lenguaje sencillo, términos prácticos y fáciles, donde la burocracia no exista,
donde los trámites sean acercados a lo que ellos están acostumbrados a hacer.
Porque para ellos ya es suficiente cambio el tener que hacerlo formal. Si
además le agregas una cantidad de requisitos, pues las personas se asustan y
muchas veces dejan ese intento porque dicen “bueno, yo no voy a ser capaz, yo
no puedo…”. Entonces, hay que tener mucha comprensión de cuál es la realidad
para formar y hacer y crear, diseñar productos de la manera más adecuada, en
función de sus necesidades.
MMF: Respecto
a la situación más contextual venezolana: el tema violencia que apareció
también durante el panel, a propósito de Colombia, ¿cómo se hace para que no
limite la bancarización? Y por otra parte también quiero preguntarte por el
marco político y regulatorio del país.
CV: El
marco regulatorio venezolano desafortunadamente no privilegia mucho el mundo de
las microfinanzas. De hecho en el Microscopio siempre quedamos en uno de los
últimos lugares. Es muy triste… (ensaya una sonrisa resignada) Sin embargo yo
creo que, por encima de todo eso, hemos hecho el esfuerzo de seguir luchando y
de seguir creando la cultura de las microfinanzas en el país. A pesar de todo
hay la firme convicción de que las microfinanzas se pueden convertir en un
instrumento para erradicar la pobreza y para ayudar a tantas personas a tener
una mejor calidad de vida. Eso independientemente de las regulaciones lo puedes
lograr.
El tema de
la seguridad obviamente afecta y hay que tomar muchísimas medidas para
garantizar que una persona pueda hacer sus depósitos. Que dentro de las
comunidades no haya mayores inconvenientes. Acercarle lo más posible los
servicios a la comunidad y por eso es que nosotros hemos hecho gran énfasis en
tejer una red de corresponsales no bancarios en las propias comunidades. Para
que las personas no tengan que desplazarse a otras partes, lejos de los barrios
donde viven. Y eso también ha sido una manera exitosa de hacerlo, porque ayuda
a bajar los costos transaccionales.
La VP de Banca Comunitaria Banesco recibe el premio de manos del presidente del BID Luis Alberto Moreno (foto: FOMIN) |
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