(Mundo
Microfinanzas) Según un nuevo informe del Banco Mundial, las poblaciones de bajos ingresos son las que más se benefician de innovaciones tecnológicas como
los pagos a través de teléfonos celulares, la banca móvil y la identificación
de los prestatarios mediante la verificación de huellas digitales y el escaneo
del iris.
La nueva publicación continúa la serie GFDR del Banco Mundial (foto: Stanislas Fradelizi/World Bank) |
Esto se debe a que tales
innovaciones abaratan los servicios financieros y facilitan el acceso a los
pobres, las mujeres y los habitantes de zonas rurales, especialmente los que
viven en regiones aisladas y menos pobladas en las que no hay sucursales bancarias
tradicionales, señala la publicación Global Financial Development Report 2014: Financial Inclusion (“Informe
sobre el desarrollo financiero mundial 2014: Inclusión financiera”), difundida
este lunes por el banco.
“Los servicios financieros están
fuera del alcance de muchas personas porque las fallas del mercado y del Estado
han elevado los costos a niveles prohibitivamente altos”, dijo Asli
Demirguc-Kunt, directora de investigaciones del Banco Mundial, y coautora del
informe, a través de un comunicado. Y agregó que “las poblaciones vulnerables
son las que más se benefician cuando las políticas y los productos abordan los
obstáculos regulatorios y de otro tipo a la inclusión financiera”.
Este segundo informe de la serie GFDR,
inaugurado en septiembre del año pasado con el estudio Rethinking the Role of the State in Finance (“Repensar el papel del estado en el ámbito financiero”), es
el estudio más completo que se ha elaborado hasta ahora sobre inclusión
financiera, un tema que ha atraído la atención mundial, dijo el Banco Mundial.
Más de 50 países se han comprometido a fijar objetivos explícitos para aumentar
la inclusión financiera. Y el mes pasado el presidente del Grupo del Banco Mundial,
Jim Yong Kim, estableció metas para brindar acceso universal a los servicios
financieros a todos los adultos en edad de trabajar a más tardar en 2020.
En muchos países se ha logrado
ampliar el uso de cuentas bancarias entre las personas relegadas por las
instituciones financieras tradicionales. Algunas medidas de política han
resultado especialmente eficaces, como la exigencia de que los bancos ofrezcan
cuentas de bajo costo, la eliminación del requisito de presentar documentación
que resulta costosa para los clientes, y el uso de sistemas de pago electrónico
para el depósito de ayudas y beneficios del Estado.
En Sudáfrica, por ejemplo, el número de cuentas bancarias se incrementó en 6
millones en cuatro años gracias a un sistema público-privado, destacó el
comunicado.
Las innovaciones tecnológicas, que
han crecido rápidamente en la última década, pueden acelerar el avance. Los
servicios de banca móvil han sido fundamentales para una mayor inclusión
financiera en países de ingreso bajo como Kenia, Filipinas, y Tanzania. En
Brasil se amplió el acceso a los servicios financieros de los habitantes de
zonas aisladas mediante la promoción de la “corresponsalía bancaria”, basada en
el uso de tecnología. Se trata de servicios financieros prestados en nombre de
las entidades bancarias en tiendas y gasolineras, por agentes que se movilizan
en motocicletas, y en botes por el río Amazonas, entre otras geografías del
vasto territorio brasileño.
Para que los consumidores puedan
sacar el máximo provecho de estas innovaciones, que también incluyen billeteras
electrónicas y otras cuentas de dinero electrónico, el informe recomienda que
los reguladores fomenten la competencia entre los proveedores de servicios
financieros y mejoren el entorno legal, regulatorio e institucional. Según el
Banco Mundial, eso también minimizará la posibilidad de que se otorgue
demasiado crédito a personas no calificadas para recibirlo.
“Los funcionarios encargados de
formular políticas deben encontrar un equilibrio entre proporcionar incentivos
para las nuevas tecnologías y solicitarles que estén abiertas a la competencia”,
dijo Martin Cihak, autor principal del informe y economista líder del
departamento de investigación del Banco Mundial. “La política de competencia es
una parte fundamental de la protección del consumidor, ya que la competencia
sana entre los proveedores da más poder a los consumidores”, señaló el
investigador.
Llegar
a los no bancarizados
Existen considerables pruebas de que
las personas, especialmente los pobres, se benefician de tener servicios
básicos de pagos, ahorro y seguro. Sin embargo, unos 2500 millones de personas
-más de la mitad de la población adulta del planeta- carecen de cuentas
bancarias. Los países de ingreso bajo enfrentan desafíos especialmente
abrumadores. De acuerdo con el análisis de la información contenida en la
Global Findex del Banco Mundial -base de datos sobre la cual se asienta el
estudio-, el 30% de los adultos de esos países hicieron ahorros en 2011, en
comparación con el 58% en los países de ingreso alto.
Las innovaciones tecnológicas
también presentan nuevos desafíos, en parte porque se arraigan de diferentes
maneras en el mundo. Con 179 teléfonos por cada 100 personas, Rusia tiene, por
ejemplo, una de las tasas mundiales más altas de abonados a la telefonía móvil,
pero ocupa uno de los lugares más bajos en cuanto al uso del teléfono móvil para
transacciones financieras, con menos de dos transacciones por cada 100 adultos.
En Kenia, en cambio, donde solo una quinta parte de la población tiene
teléfonos celulares, el 68% de los adultos usó su móvil en 2011 para pagar
cuentas o enviar o recibir dinero.
El informe advierte, sin embargo,
que la inclusión financiera no debe significar financiamiento para todos a toda
costa. Por ejemplo, la creación de millones de cuentas bancarias tiene poco
impacto si no se usan regularmente. Cuando se promueve el crédito sin tener en
cuenta el costo, en realidad se exacerba la inestabilidad financiera y
económica.
Para promover la inclusión
financiera en forma responsable, en el informe se insta a los responsables de
las políticas a promover el diseño de productos que aborden las fallas del
mercado, satisfagan las necesidades de los clientes y permitan superar
problemas conductuales. Por ejemplo, las cuentas de ahorro programado, en
que solo se puede acceder al dinero ahorrado una vez que ha transcurrido un
período de tiempo determinado o se ha alcanzado cierta meta, pueden fomentar el
ahorro. Para lograr una inclusión financiera en forma responsable también es
necesario que los consumidores entiendan mejor sobre asuntos financieros.
El informe recomienda que en países
con sólidas redes bancarias tradicionales, que a menudo consideran a la banca
móvil como una tendencia que compite con el uso de cheques y tarjetas de
crédito, los reguladores se ocupen de poner precios razonables a los nuevos
productos para que también puedan ser usados por la población no bancarizada.
La publicación incluye varios
conjuntos de datos, entre ellos una versión actualizada de la Global Findex,
que contiene más de 100 características -como acceso, eficiencia y estabilidad
de los mercados financieros y las instituciones- del sistema financiero de más
de 200 economías.
El informe forma parte de un
compromiso más amplio para brindar conocimientos y apoyo operacional a
economías en desarrollo. El Grupo del Banco Mundial tiene actualmente proyectos
de inclusión financiera con asociados del sector público y privado en más de 70
países.
Referencia
Global Financial Development Report 2014. Financial Inclusion (Banco Mundial, directora de proyecto Asli Demirgüç-Kunt, Washington D.C.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario