Vicente Fenoll, tras el panel en Guadalajara (foto: Mundo Microfinanzas / microDINERO) |
(Mundo
Microfinanzas / microDINERO en Guadalajara, México) Las innovaciones
tecnológicas, la revolución de las comunicaciones, las modernas formas de
socialización, ¿golpean las puertas de un nuevo tipo de finanzas?
Para
Vicente Fenoll, fundador de Kubo Financiero, entidad mexicana que se define
como una plataforma donde “personas invierten en personas”, la respuesta a este
interrogante es un rotundo “sí”.
Él
fue este lunes uno de los animadores del panel “Más allá del crédito: las
instituciones de microfinanzas como motor del desarrollo”, en el marco del Día
de México del XVI Foro Interamericano de la Microempresa (Foromic) México 2013,
que se desarrolla en esta ciudad.
“Son
tiempos de Finanzas 3.0”, alienta Fenoll, curiosamente un activo participante
de los Foromic desde sus inicios, tecnológicamente remotos. Durante el panel
recuerda algunos de los asuntos que se discutían en el primer foro, realizado
en México en 1998.
“Hablábamos
de cómo adaptar los cores bancarios, de cómo usar la contabilidad en las
microfinanzas…”, rememora sin el menor atisbo de nostalgia.
Kubo
es una de las más recientes adaptaciones del modelo de crowdfunding en América
Latina. “Es como llevar la banca comunal a internet”, explica. El sitio se
propone como un puente entre personas que solicitan un crédito con fin
productivo y personas que, disponiendo de un pequeño capital, deciden
invertirlo en el proyecto del emprendedor. Fenoll habla de “la revolución de
intermediar” que trae aparejada la tecnología. Con la reducción de costos que
ello implica.
La
mecánica es la siguiente: el candidato a prestatario ingresa al portal;
registra su solicitud y publica su proyecto; Kubo califica por nivel de riesgo
a partir de la información de burós. Luego: el inversor ingresa al portal;
selecciona por nivel de riesgo y tipo de proyecto (rendimiento, género,
actividad) y crea su cartera.
Los
cuatro poderes
Fenoll
apunta cuatro grandes capacidades o tendencias en México y América Latina. Él
las llama poder de movilidad, poder de cómputo, poder de redes sociales y poder
de los datos.
“Hay
112 millones de mexicanos y hay 100 millones de líneas de teléfonos móviles. El
próximo año quizás haya más líneas que población. Hay 20 millones de teléfonos
inteligentes. 61% más respecto al último año”.
Fenoll
suelta algunas cifras, pero lo que remarca es la velocidad con que ellas cambian
y se incrementan. “En México hay 50 millones de usuarios de Facebook. Pero se
piensa que en dos años habrá 75 millones”.
Otro
tanto señala en relación a la nube de internet, qué él llama “poder de
cómputo”. Hoy ya no hace falta invertir sumas ingentes en tecnología para
montar plataformas seguras y rápidas. Otros ya lo han hecho antes y se puede
rentar ese espacio virtual.
En
relación al Big Data, el fundador de Kubo celebra la capacidad de procesar
grandes volúmenes de información y la posibilidad de segmentarla e
inteligibilizarla.
Para
las microfinanzas, todas estas innovaciones significan mucho. Fenoll irá desgranando:
la potencialidad de acertar en los perfiles de un buen o mal cliente; la
posibilidad de un contacto directo entre cliente y asesor de crédito; el envío
de SMS para avisos de pago; la posibilidad del consumidor de hacer
comparaciones y decidir mejor (con acceso a la tecnología, la información se
democratiza); la gente puede hablar, intervenir, publicar opiniones: esto da
interacción e inmediatez. “El cliente es protagonista”.
Fenol
añade: ya hemos visto el componente demográfico de México, la proporción de
jóvenes en la población total, cada día más gravitante. Esas generaciones nos
están obligando a repensar todo.
Nada
imaginable quince años atrás, en el primer Foromic…
Junto
a Fenoll, participaron del panel Rebeca Pizano (Nafin), Recaredo Arias (Asociación
Mexicana de Instituciones de Seguros, AMIS), Jorge Alberto Juraidini (Telecomm) y
Armando Sánchez Porra (Amsofipo).
Seguir en Twitter: @vicentefenoll
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