Kempner, Miller, Pierson, Adames y Grimberg durante el panel en Barbados (foto: FOMIN) |
(Mundo
Microfinanzas) Una de las novedades e innovaciones que pudieron escucharse en
el último Foromic, en Barbados, tiene que ver con modelos de financiamiento
para pymes no atendidas de manera satisfactoria por el mercado de crédito. Una
de estas nuevas herramientas es el factoraje o factoring (o microfactoring, si
extendemos el modelo a los microempresarios).
Pudimos
conocer tres experiencias en América Latina que han implementado de forma
exitosa este mecanismo. Fue en el panel “Modelos innovadores para el
financiamiento de las Pymes”, y quienes expusieron sobre este asunto fueron Mauricio
Pierson (CrediFactor, Nicaragua), Miguel Ángel Adames (MercoFact, República
Dominicana) y Rob Grimberg (Capital Tools Company, Holanda).
Nicaragua
La compañía
nicaragüense CrediFactor se inició en 2000. Define al factoring como aquel mecanismo
por medio del cual una empresa o industria que vende al crédito tiene
oportunidad de vender su cuenta por cobrar a una institución financiera a un
precio, a un descuento, y así obtener liquidez para poder hacer otros negocios
o pagar una deuda inmediata y no tener que esperar 30, 60 y 90 días. Entonces,
son formas de financiamiento de corto plazo para obtener liquidez inmediata.
Según
comentó Pierson, el mecanismo funciona bien en Europa, donde se concentra el 60%
del mercado mundial del factoraje, a través de la plataforma Factors Chain International, con base en los Países Bajos. Pero allí operan empresas grandes
y volúmenes de dinero siderales para la escala micro. En Nicaragua, a 2005,
sólo había tres instituciones que ofrecían factoraje. A partir de ese momento, apoyo
del BID mediante, el sistema escaló hasta involucrar a más de veinte empresas.
En 2005 descontaba unos US$ 14 millones al año y hoy cierra 2012 con US$ 70
millones.
CrediFactor
desarrolló un producto orientado a la base de la pirámide, llamado
Móvil-factor, para que cualquier celular lo pueda recibir. 20 mil clientes no
bancarizados podrían ser beneficiarios. Con facturas que pueden ser cobradas
frecuentemente, a los 15 días, en cantidades pequeñas (entre 50 y 200 dólares),
pues es un segmento informal.
Pierson
dijo que hubo que integrar varias partes para llegar a una masa. La tecnología
ya estaba en manos del usuario. Pero fue necesario hacer alianzas con
distribuidoras de diferentes productos, que les venden a estos pequeños
empresarios a plazos cortos. Los desafíos son abaratar cada vez más el crédito
y terminar de afinar los componentes del sistema: tecnología, alianzas con
distribuidores, financiamiento y capacitación, que hace autosostenible el
proyecto.
“Para las
pymes, el factoraje les ha permitido financiamiento de corto plazo sin
necesidad de garantías reales. Es fundamental que las pymes tengan buenos
productos y buenos clientes”, dijo el directivo nicaragüense.
República
Dominicana
MercoFact,
en República Dominicana, se define como un comercio electrónico de facturas. A
diferencia del e-factoring tradicional, este es un mercado abierto, donde
participan la institución financiera, la empresa privada, el inversor y hasta
un ama de casa. Hay un cedente de factor y un deudor cedido. La pyme, al conectarse
a la plataforma, digita su factura y la remite al mercado. La primera negociación
se establece entre la pyme y su cliente para generar un pronto pago. Si no le
interesa, simplemente la confirma y la pasa al mercado. Una vez confirmada, la
pyme hace una oferta de tasa. Cuando se llega a un acuerdo se establece un
sistema de subasta, donde se pueden recibir ofertas de entidades participantes.
Llegado el acuerdo, ambas partes firman electrónicamente.
Todo el
proceso es electrónico. El sistema realiza toda la documentación requerida,
remite las notificaciones a las partes, se conecta inmediatamente con el banco
liquidador, que va a realizar toda la transacción monetaria, éste a su vez le
hace el crédito al factor y le acredita al pyme el valor transado. Todo esto se
realiza en un tiempo aproximado de 24 a 48 horas. El sistema además muestra
cada historial del cliente, su record de pagos, su promedio de transacción y
los modos de la transacción.
Adames
comentó el caso de un empresario pyme “vegetalero” (así se llama en Dominicana
al que vende al sector hotelero y supermercados) que transaba 20 mil dólares
promedio. Hoy lleva transados 1,3 millones de dólares, crecimiento atribuido al
factoring. Todo lo transado fue con un solo cliente.
El
directivo dominicano definió a MercoFact como un “ecosistema financiero de
factoring. Es un ente regulador que establece una ética de negocios entre quien
debe y el acreedor. Plataforma donde se hacen transacciones con pymes, todo
electrónico, con total transparencia y publicación de transacciones, volúmenes,
tasas” (las tasas se ubican en promedio en un 4%).
Actualmente,
MercoFact está capitalizando a más de 120 pymes, dijo Adames. Y los
inversionistas están teniendo una rentabilidad cercana al 30% anual.
Perú
Finalmente,
el modelo propuesto por Capital Tools Company es un sistema de valorización y
gestión de riesgo de cuentas por cobrar que permite tener información en línea
sobre el movimiento y probabilidad de incumplimiento de pago de una cartera.
Grimberg
presentó el caso del sistema llamado TREFI (acrónimo de The Receivables Finance
Infraestructure, o “Infraestructura para el Financiamiento de Cuentas por
Cobrar”), implementado en Perú.
“¿Quién
conoce mejor al cliente?”, comenzó diciendo Grimberg. Y puso el caso
ilustrativo de un taller de reparación de automóviles. ¿Quién conoce mejor a
este taller? ¿El proveedor que visita cada semana la empresa, revisa el
inventario y recauda dinero en efectivo, o el banco, situado a un par de
kilómetros de distancia? La respuesta es: el proveedor sabe más y por lo tanto
conoce más rápidamente si hay un deterioro del crédito. Y si se reúne la
información de más de un proveedor, se abre la posibilidad de controlar una
información que el banco nunca podría lograr.
El
panelista ofreció un dato revelador: “En Perú hemos encontrado que en los
últimos diez años las finanzas de los proveedores tienen un 60% menos de
pérdidas que las instituciones microfinancieras sirviendo a los mismos clientes”.
Los
productos TREFI están diseñados para capturar información y proporcionar
incentivos a los proveedores para gestionar el riesgo en forma colaborativa.
Como resultado de ello, el sistema se postula como la mejor información
disponible, superando incluso a los burós de crédito tradicionales.
En Europa, dijo
Grimberg, el financiamiento a corto plazo de las pymes viene en un 80% de los
proveedores. En Perú es al revés. Las microfinanzas proveen cerca de $6
billones del crédito a corto plazo a las pymes contra $1.5 de los proveedores
formales.
TREFI es un
buró de crédito y una plataforma de financiamiento basada en cuentas por
cobrar, accesible para todos los beneficiarios a través de la web o de
interacción móvil.
El panel
fue moderado por Randall Kempner, de la Aspen Network of Development Entrepreneurs, de los Estados Unidos, y participó también Jared Miller, de Entrepreneurial Financial Lab, de Perú, quien se refirió al scoring psicométrico, ya tratado en
este blog.
Artículos
relacionados
Innovaciones: Scoring psicométrico en la gestión de riesgos (13 de noviembre de 2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario