Hugh Sinclair: "Ahora tenemos un banco más grande aún, con el mismo sobreendeudamiento, pero con otro nombre. Todo dependerá de la regulación" |
(Mundo Microfinanzas) El anuncio
oficial de la venta de MiBanco se conoció ayer. Pero durante toda la semana
pasada el analista y consultor Hugh Sinclair había difundido a través de su blog, alojado en la página de Microfinance Transpareny, una serie de inquietantes
posts sobre la situación financiera de la entidad peruana, controlada hasta la
semana pasada por el Grupo ACP.
El alerta sobre las turbulencias
de MiBanco, a juicio del autor del libro Confessions of a Microfinance Heretic (Berrett-Koehler, San Francisco, 2012),
era extensible al mercado microfinanciero peruano en su conjunto, dada la
envergadura de la institución.
Luego de conocer el anuncio del
holding Credicorp sobre la adquisición del 60,68% del paquete accionario de
MiBanco, Mundo Microfinanzas se puso en contacto con Sinclair para pedirle su
opinión sobre si esta transacción podría resolver los problemas de MiBanco
descriptos en su blog y reducir el posible impacto sistémico en el mercado de
microfinanzas peruano.
A través de un correo
electrónico, Sinclair nos respondió:
“La decisión de la venta de
MiBanco no resuelve todos los problemas subyacentes en Perú. Es sumamente
difícil cambiar la mirada sobre MiBanco sólo porque ahora tenga nuevo
accionista. El problema del sobreendeudamiento persiste. La situación no ha cambiado
nada como resultado de la operación y es tan delicada hoy como hace una semana.
La diferencia es que ahora tenemos un disparo de advertencia que ha
conmocionado al sector. Habrá más cautela al prestar a Perú y algunos problemas
si ocurriera un éxodo masivo, pero si se lo hace con sensatez y prudencia esto
de hecho podría ayudar a la situación. Sólo el tiempo lo dirá”.
Hugh además nos señaló un tema
que considera crucial: la regulación.
“Todo depende de las medidas que
adopte la Superintendencia (SBS) para resolver el problema fundamental y evitar
que se repita este ejemplo. Mi mayor preocupación es que esta mini-crisis de
MiBanco/ACP no se ha dado en una edpyme pequeña, sino en un banco gigante, too
big to fail, amenazando de colapso a todo el sector peruano. ¿Y ahora qué
tenemos? Un banco más grande aún, con el mismo sobreendeudamiento, pero con
otro nombre. La venta no va a ser una solución si el regulador no toma acciones
claves para prevenir que el fracaso de ACP se repita”.
Signos de alerta
Algunas de las señales de alerta
en MiBanco, señaladas por Sinclair en su blog (véase entrada Brief Analysis of
MiBanco), son las siguientes, con datos del MIX, de 2011 al último
trimestre de 2013, auto-reportados por MiBanco:
- Variables en caída. Desde fines
de 2012 al cuarto trimestre de 2013 los prestatarios cayeron de 505 mil a 364
mil, una declinación de más de 140 mil en un solo año, o cerca del 30%. El
número de préstamos pendientes cayó más todavía, de 565 mil a 369 mil, el 35%
en un solo año. La cartera de préstamos bruta cayó en menor medida, un 14% (de
US$ 1,86 billones a 1,60 billones). La razón que explica que la cartera caiga
menos que el número de clientes es que MiBanco ofrece préstamos de mayor
magnitud.
- El saldo promedio de préstamos
pendientes se incrementó de US$ 3.284 a 4.325 de 2012 a 2013. Esto es,
notablemente, un cambio de orientación: algunos podrían hablar de “desvío de la
misión”, pero habría que evaluar con mayor detalle los componentes del
portafolio. El saldo promedio de préstamos pendientes se incrementó en un 31,7%
en 2013, frente a un 7% en 2012.
- Del otro lado del balance, el
número de cuentas de depósito se ha incrementado de manera contundente de 2012
a 2013. Sin embargo, el promedio de saldo de cuenta de depósito cayó casi tan
drásticamente: de US$ 3.759 a 836. En pocas palabras: más gente ahorra menos.
El efecto combinado de esto representó una caída del 1,7% en los depósitos
totales de MiBanco, lo que no debería ser subestimado. MiBanco dispone
actualmente de más de US$ 1,4 billones en depósitos de clientes. Una pérdida de
confianza de los peruanos en la integridad del banco podría ser algo muy serio.
- Desmoronamiento de las
utilidades. El margen de ganancia se ubicó en 2011en un sustancioso
12,6%. En 2012 cayó a un 2,2%. Por cierto, esto llevó a una reducción en el
pago de dividendos para los accionistas, lo que contribuyó a empujar al Grupo
ACP al default técnico de su deuda (ese mismo año la agencia Fitch rebajó la
calificación del grupo).
- Los otros ratios de gastos
permanecen relativamente saludables: los gastos operativos en relación a la
cartera de crédito subieron ligeramente de 11,9% a 12,1%, dentro de límites
normales. El banco es administrado con bastante eficiencia, operacionalmente,
aunque para una entidad de su envergadura quizás deba esperarse mayores
economías de escala.
- Algo interesante: el número de
clientes por asesor de crédito o por cantidad de staff también cayó, producto
de la caída en el número de clientes, pero no en un monto significativo. Esto
se debió a la cantidad de despidos en MiBanco en el último año. El personal se
redujo de 4.419 a 3.847 agentes en un solo año, lo que representa el 13% de la
fuerza de trabajo.
¿Perú puede ser Nicaragua?
En uno de sus posts (What are
some of the things of a looming microfinance crisis?), el analista describe
algunas condiciones que aparecieron en anteriores crisis y las compara con la
situación en Perú. Por ejemplo, a diferencia de Andhra Pradesh, en Perú no hay
evidencia de presiones violentas sobre clientes en mora; a diferencia de
Nicaragua, no hay en Perú un movimiento civil de protesta como fue el “No Pago”.
No obstante, en relación a
Nicaragua, Sinclair advierte de algunas situaciones que pueden ser odiosas,
como el cobro de tasas de interés siderales: 203,11% de Caja Municipal del Santa, 157,26% de la caja rural Sipan, 233,48% de la edpyme Inversiones La Cruz
(cita reporte de Copeme de diciembre de 2012). Y además recuerda recientes
protestas contra empresas mineras en Perú: “No es inconcebible que gente pobre,
sobreendeudada y pagando altos intereses, diga ¡ya basta!”.
El analista señala otros factores
que suelen aparecer en las crisis financieras y que, bajo ciertas condiciones
(que el autor desmenuza en su blog), aplican para el caso de Perú: el
sobreendeudamiento de los clientes, retiros de ahorros por parte de los
depositantes, una actitud ambivalente del regulador o el colapso del principal
banco del sistema.
Sinclair subraya el hecho de que,
al menos un inversionista principal del sector, BlueOrchard, haya negado la
renovación de financiamiento a MiBanco, semanas antes del downgrade de Fitch.
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