(Mundo
Microfinanzas) La banca de desarrollo y la creación de productos para la inclusión financiera, el más reciente libro de la Asociación Latinoamericana de
Instituciones Financieras para el Desarrollo (Alide), parte de una radiografía
de la situación del sector financiero en América Latina y El Caribe y destaca
que, si bien en los últimos años el sector ha crecido, este crecimiento es aún
insuficiente al compararlo con economías emergentes de otras partes del
mundo.
Mientras
que casi el 90% de la población en países de altos ingresos tiene al menos una
cuenta bancaria, en la región esta cifra llega apenas al 39%, lo que significa
que más de 250 millones de adultos están fuera del sistema financiero formal,
indica el estudio.
Las
diferencias también se dan dentro de la región, donde algunos países han
sobrepasado el 80% del ratio de profundización financiera, mientras que otros
han bordeado apenas el 20% durante el periodo 2006-2010. En este sentido, el
libro resalta que “más allá de la relación entre PIB per cápita promedio y
acceso, existen otros factores, como por ejemplo desigualdad en la
distribución del ingreso, aspectos institucionales y macroeconómicos, que
también son claves en la determinación del nivel de acceso a los servicios
financieros”.
Al
tener como eje estas ideas, el libro resume las distintas estrategias que han
promovido algunos países de la región para difundir la educación financiera.
Una de las experiencias referidas es la de Brasil, con la Estrategia nacional
de educación financiera (ENEF), orientada principalmente a adultos mayores y
escuelas privadas y públicas.
Entre
2010 y 2011, se creó un proyecto piloto en casi 900 colegios que introdujo el
tema de la educación financiera de manera transversal en la malla curricular de
los estudiantes de bachillerato. Del proyecto se concluyó que los alumnos
aumentaron sus competencias en el tema financiero pasando de 5% al 7%. “Con
ello, se espera que la sociedad desarrolle habilidades financieras que la
ayuden a la identificación de los riesgos y oportunidades implícitos en las
decisiones económicas”, explica el trabajo. El libro también reseña experiencias de educación
financiera en El Salvador, México, Colombia y Perú, que incluye una descripción
comparativa de los cinco países.
Del
mismo modo, la publicación expone cómo las innovaciones y las nuevas
tecnologías, tales como la banca móvil o la banca por internet, pueden ser
herramientas adecuadas para dinamizar la profundización de la bancarización en
la región. Se exponen los casos de México, Bolivia, Perú y Colombia y, otra
vez, resulta de gran utilidad la comparación según el esquema de funcionamiento
de dinero electrónico dispuesto por las respectivas regulaciones en los cuatro
países.
El rol que juega
la banca de desarrollo en promover e impulsar estas innovaciones queda
evidenciado en los últimos dos capítulos, en el que se presentan productos
soportados por nuevas tecnologías de la comunicación e información (internet),
"programas de microcrédito, o más aún, los generados en el campo de las
microfinanzas, las alianzas estratégicas, el desarrollo y fortalecimiento de
intermediarios financieros no bancarios, los procesos de bancarización de los
programas sociales, la expansión geográfica a través de corresponsales
bancarios para estar cerca de los clientes, los programas financieros rurales,
la adopción de innovaciones tecnológicas, cambios de su core-bancario para
hacerse más eficientes y brindar su servicio en forma masiva y en tiempo real”.
Entre otras
iniciativas, el estudio de Alide apunta las tarjetas de débito para
agricultores familiares y agricultores empresariales del Banco do Brasil (BB); el
programa integral con productos empaquetados ofrecido por Nafin para el
desarrollo de proveedores mipymes de grandes empresas mexicanas; el servicio de
banca electrónica de Bancóldex en Colombia; la tarjeta de crédito BNDES con una
línea de crédito pre-aprobada única en su género en Brasil; la Oficina Virtual
del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR), el Programa para el Desarrollo Regional y Sectorial
(Proder) del Banco de la Nación en Argentina (BNA), el programa de
microfinanzas Agroamigo del Banco do Nordeste (BNB), República Microfinanzas
en Uruguay, la Tabla de Negocios MYPE de Cofide en Perú, el programa de garantías para pequeños empresarios salvadoreños de Bandesal y el Plan Renova, para la renovación del parque automotor en Ecuador, de la Corporación Financiera Nacional (CFN).
La
investigación estuvo a cargo de Romy Calderón, Javier Carbajal y Kate Leiva,
jefe y economistas, respectivamente, del Programa de Estudios Económicos e Información
de Alide. La edición estuvo al cuidado de Claudia Ugarte, especialista de la
Unidad de Comunicación e Imagen Corporativa de la Asociación. El diseño y programación
pertenece a Manolo Rosales.
Referencia
La banca de
desarrollo y la creación de productos para la inclusión financiera (Alide,
febrero 2014, Lima)
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Alide recoge en un libro ocho experiencias exitosas de inclusión financiera en América Latina (13 de noviembre de 2012)
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