Lobby
contra algunos artículos de ley de microfinanzas. Un sector de la industria
microfinanciera guatemalteca se ha mostrado proclive a la creación de una
normativa que rija sus funciones, no obstante lo cual pide ampliar la discusión
sobre algunos artículos del actual proyecto de ley -con estado parlamentario-,
por caso la determinación de los montos de capital inicial (en su artículo 14, la
norma establece un mínimo para IMFs de ahorro y crédito de US$ 5 millones o su
equivalente en quetzales) y la obligación que impone el artículo 40 a las
entidades de microfinanzas de obtener anualmente una calificación de riesgos
otorgada por una empresa calificadora especializada, de reconocido prestigio
internacional y registrada ante la Superintendencia de Bancos (SIB). El
documento Propuesta para el fortalecimiento institucional de las microfinanzas en Guatemala (Guatemala, noviembre de 2013) fue publicado por la Asociación de
Investigación y Estudios Sociales (Asies), con autoría de Carlos H.
González A. y Pedro Prado, y se presenta como un análisis a partir de una revisión
documental y encuestas con ejecutivos del sector bancario, de cooperativas y
funcionarios de instituciones microfinancieras del país.
Respecto al
monto del capital mínimo inicial requerido, el documento considera que “excede
la capacidad de la mayoría de entidades de microfinanzas que operan en el país,
debido principalmente a que la mayor parte de su patrimonio está invertido en
los créditos que conceden a diversos plazos y, por lo tanto, no poseen
excedentes suficientes que les permitan cubrir” dicho monto, mientras que en
relación a la calificación anual de riesgos los investigadores de la Asies
recomiendan que, tomando en cuenta la dimensión de las IMFs, se suprima este
requisito “al menos durante los primeros tres años de operaciones y que entre
tanto su supervisión la realicen únicamente la SIB y una firma de auditores
externos”. El documento está organizado en cuatro capítulos, que incluyen una
caracterización de las microfinanzas y la situación normativa en Guatemala y
comparativamente la de otros países en América Latina (Cap. 1), la necesidad de
un marco legal adecuado para el funcionamiento sano y sólido de un sector
microfinanciero (Cap. 2), un análisis del contenido del proyecto de ley de
microfinanzas impulsado por el gobierno de Guatemala y que actualmente se
gestiona en el Congreso (Cap. 3) y las expectativas de las entidades del sector
de microfinanzas (Cap. 4), además de conclusiones, recomendaciones, anexos,
gráficos y bibliografía.
Micropensiones, una innovación centroamericana. El programa de micropensiones para América Central
avanza en su fase piloto con 568 afiliados en tres países -Guatemala, Nicaragua
y Honduras- y espera integrar en seis meses a cerca de 4 mil afiliados, en lo
que constituye el primer programa de este tipo en América Latina, para
trabajadores que no aportan a los sistemas estatales de retiro. Según Reynold
Walter, director ejecutivo de la Fundación de Asesoría Financiera a
Instituciones de Desarrollo y Servicio Social (Fafidess) e impulsor de esta
iniciativa al menos desde 2005, cuando fue presentada ante la Cumbre Regional
del Microcrédito, en Santiago de Chile, dijo que sólo entre 15 y 18 personas de
cada 100 gozan de los beneficios de protección y previsión social en Guatemala.
El
programa, que cuenta con apoyo financiero del Fondo Multilateral de Inversiones
(Fomin) y el gobierno de Luxemburgo, está pensado para la gran población de
micro y pequeños empresarios de la región que trabajan en el sector informal,
que aportando entre el 5,5 y 7,5 por ciento de sus ingresos mensuales podrían
obtener, al jubilarse a los 65 años, una renta vitalicia, informó el diario
Prensa Libre, de la Ciudad de Guatemala. Nicole Rossell, representante del BID
en Guatemala, dijo que la idea es replicar este programa en el resto de países
latinoamericanos y del Caribe y destacó que “cualquier persona que tenga
recursos para hacer el aporte puede participar en el proyecto”.
Primera
microfranquicia promete recuperar inversión en dos años. El Ministerio de Economía de Guatemala (Mineco), la
organización World Vision, la Asociación Guatemalteca de Franquicias (AGF) y la
consultora Francorp presentaron a fines del mes de noviembre la primera
microfranquicia del país, denominada Tiendas MASS, iniciativa que espera abrir
para 2014 un total de 400 tiendas de barrio en todo el país. El plan fue
posible gracias a una alianza con la distribuidora Pades, propietaria de la
franquicia, y ofrece inversiones a microempresarios desde 3.500 a 12.500
dólares para instalar negocios que van desde la tradicional tienda de abarrotes
hasta la inclusión de servicios como operaciones bancarias o acceso a internet.
Viceministro Sigfrido Lee (centro), acompañado por representantes de instituciones aliadas en el proyecto (foto: Mineco) |
Sigfrido
Lee, viceministro de Economía, dijo que en el país sólo una de cada diez
empresas nuevas subsiste al cabo de sus primeros cinco años de operación,
mientras que en el caso del microfranquiciado, con un modelo de negocio probado
y estructurado, esa relación se invierte. Juan Pablo Destarac, gerente general
de Pades, dijo que el retorno de la inversión para este negocio está estimado a
dos años, mientras que Byron Ayala, gerente de proyecto de microfranquicias de
World Vision, señaló que el modelo está concebido para extenderse a las áreas
rurales.
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