(Mundo Microfinanzas) El Centro Internacional de Investigaciones
Sociales y Económicas (Ibser, por sus siglas en inglés), una think tank
independiente con sede en Londres, ha vuelto a interpelar a la comunidad del
desarrollo a través de un enfático argumento a favor del financiamiento al
sector del medio de la economía.
En un reciente artículo publicado por el diario El Mundo, de Medellín,
el director del Ibser, el colombiano Juan Pablo Durán Ortiz, dijo que “es muy
grave que los recursos (que entran al fisco por regalías mineras) no se están
aprovechando para proteger la industria ni para generar industria nacional, en
un entorno de apertura comercial con países que son mucho más productivos y que
tienen muchas subvenciones”.
Durán dijo que hay volver la mirada al sector del medio y reenfocar la
política industrial colombiana: “Hay un missing middle grande de productores
manufactureros, que necesitan apoyo y tienen mercado”.
El investigador lamentó que, en cambio, el financiamiento se destine hacia
los negocios pequeños y advirtió que Colombia podría estar siguiendo el mismo
camino que la India donde, según él, los préstamos no están dirigidos a la
industria sino a la gente más pobre, que no genera riqueza.
El artículo también cita la opinión de Milford Bateman, miembro de la
Junta Directiva del Ibser, quien reforzó el argumento de su colega: en la India
-dijo- hay algunas compañías grandes de alta tecnología en Bangalore, una
multitud de microempresas informales y en el medio nada.
Este sector del medio ha sido “la parte principal de la economía de
Occidente”, remarcó Bateman.
El modelo es Alemania
El autor de Why Doesn’t Microfinance Work? propuso a Alemania como
modelo de desarrollo a seguir, remarcando que allí existen empresas poderosas,
pero junto a ellas muchas pymes que son la parte fuerte y la razón del éxito de
la industria alemana.
Bateman cargó contra el afán lucrativo de un sector de las finanzas: “Un
empresario en Bangladesh, que tiene diez trabajadores, va al banco a pedir un
préstamo para comprar máquinas y el banco le responde que no. Los bancos no lo
apoyan, porque prefieren prestarle al pobre, que paga tasas de interés del 30
%, 40 % y 50 %, que al pequeño industrial, que solo pagaría al 10 %”.
“Los alemanes -dijo el investigador británico- tienen una estructura
financiera fantástica con los landesbanks, que identificaron todas las
compañías de ingeniería y les dieron paquetes de apoyo. Luego, usted tiene los
bancos locales, como los pequeños bancos, los bancos de la gente y los bancos
de ahorros, que son buenos para movilizar dinero de la gente y luego
convertirlo en pequeños negocios en las localidades”.
En la región latinoamericana, Bateman destacó al Bndes
brasileño como modelo: “Cuando otorga préstamos a compañías grandes, el banco pone una
condición en el préstamo, que es muy favorable por cierto, y es que esa
compañía tiene que conseguir a sus proveedores entre los pequeños negocios del
país”.
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Juan Pablo Durán Ortiz (tercero desde la izquierda), director del Ibser, durante una reciente conferencia sobre desarrollo socioeconómico local en Medellín (foto: Ibser) |
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