La Cepal presentó nueva publicación en San Salvador (fotos: Luis Tobar) |
Ningún país
de América Latina y el Caribe ha logrado en el largo plazo la combinación
virtuosa entre un elevado crecimiento del empleo y de la productividad,
condición necesaria para superar la pobreza y la desigualdad. Esta es una de
las conclusiones que plantea la Cepal en
el documento Cambio estructural para la igualdad: Una visión integrada del desarrollo, propuesta estratégica del organismo para los próximos años lanzada
durante el 34º período de sesiones que se celebra desde hoy y hasta el viernes
31 en San Salvador.
La
Cepal sostiene que a América Latina y el Caribe le ha costado retomar un
sendero de rápido crecimiento después de la crisis de la deuda sufrida a
comienzos de la década de 1980, y constata que las positivas tasas de
crecimiento del producto interno bruto (PIB) alcanzadas entre 2003 y 2010 no
lograron equipararse a las obtenidas en la década de 1970 ni a las observadas
en otros países en desarrollo en la actualidad.
Entre
1971 y 1980 la tasa de crecimiento del PIB anual de la región alcanzó 5,7%. Por
contraste, entre 2001 y 2010 registró sólo 3,8%. En este último período,
regiones como Asia oriental y el Pacífico, África subsahariana y Asia
meridional lograron tasas de 4,2%, 5,2% y 7,5%, respectivamente.
Para
superar las trabas que impiden a la región dar el salto hacia el desarrollo con
igualdad y sostenibilidad ambiental, la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe propone diversificar la economía de los países de la región,
aplicando políticas industriales activas en combinación con políticas macroeconómicas,
sociales y laborales. La articulación de estas políticas permitiría dinamizar
la estructura productiva, fortalecer a las economías ante choques externos y
garantizar la protección social.
Este
cambio estructural implica llevar a cabo transformaciones cualitativas en la
estructura productiva de los países de la región. El propósito: impulsar y
fortalecer -con sostenibilidad ambiental- actividades intensivas en
conocimiento y de rápido crecimiento de la demanda interna y externa, para así
generar más y mejores empleos. Allí, sostiene la Cepal, está la llave maestra
para alcanzar el desarrollo con igualdad.
"Cuando
la estructura productiva es muy polarizada, los mecanismos puramente
redistributivos de carácter fiscal-social no solucionan los problemas de
desigualdad y escaso crecimiento", explicó la secretaria ejecutiva de la
Cepal, Alicia Bárcena, de acuerdo con un comunicado emitido por el organismo. Y
aclaró que la propuesta de cambio estructural no es una fórmula cerrada, sino
que se deben considerar las especificidades nacionales.
Ministro Martínez y Alicia Bárcena |
Las
diferencias de rentabilidad entre actividades definen la orientación de la
inversión, advierte el documento, y en la medida que las mayores rentabilidades
estén asociadas a actividades con menor intensidad de conocimientos, como la
extracción de recursos naturales, la estructura productiva se mantendrá
bloqueada. Urgen políticas que premien la innovación, la difusión de tecnología
y el aprendizaje.
La
Cepal plantea que la inversión pública cumple un papel clave en la orientación
e impulso del cambio estructural, al inducir y promover inversiones privadas
complementarias e identificar actividades de mayor dinamismo tecnológico y
demanda en el futuro. La inversión pública debe ser blindada frente a los
avatares del ciclo económico y estar estrechamente articulada con los objetivos
de la política industrial para sostener una trayectoria de crecimiento de largo
plazo, propone el documento, que profundiza la reflexión iniciada en 2010 con
La hora de la igualdad: Brechas por cerrar, caminos por abrir.
El
nuevo libro compara el desempeño de la región con el de algunos países
asiáticos, como la República de Corea, donde se combinaron políticas industriales
activas con políticas macroeconómicas que favorecieron la competitividad.
En
el período 1996-2009, Asia en desarrollo invirtió tres veces más en
investigación y desarrollo (I+D) que América del Sur y seis veces más que
América Central (1,3% del PIB versus 0,4% y 0,2%, respectivamente). En 2011 esa
misma región logró 33 veces más patentes por millón de habitantes que América
del Sur y 74 veces más que América Central. Al comparar países, se observa que
en 2011 la República de Corea logró 311 veces más patentes por millón de
habitantes que México, 229 veces más que Brasil, 124 veces más que Chile y 210
veces más que Argentina.
En
tanto, las pequeñas y medianas empresas, que presentan muy bajos niveles de
productividad, concentran más de la mitad del empleo en la región, lo que
repercute negativamente en la distribución del ingreso. Los sectores de mayor
productividad producen dos terceras partes del PIB, pero generan apenas 19,8%
del empleo en la región. En cambio, los sectores de menor productividad
producen 10,6% del PIB pero representan 50,2% del empleo.
Finalmente,
el organismo insiste en la necesidad de formar una nueva ecuación entre Estado,
mercado y sociedad, que incluya pactos fiscales y sociales que doten de
legitimidad y recursos a este proceso de cambio estructural.
El
documento fue comentado por Bárcena en conferencia de prensa, acompañada por
el ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador, Hugo Martínez.
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