(Mundo Microfinanzas) Un artículo reciente publicado en el blog de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) da cuenta de los progresos en
materia de seguridad y condiciones laborales de los trabajadores de la
industria textil en Haití. El post (“How Haitian workers are getting a handle on job safety”) es firmado por Rolf Berthold, asesor de empresas de la
organización Better Work -un programa de la OIT y de la Corporación Financiera
Internacional, IFC- en el país caribeño.
foto: OIT |
El artículo dialoga con la efemérides de Naciones Unidas (28 de abril,
Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, este año enfocado en el uso de productos químicos en el trabajo) pero también con un duro reporte
del Worker Rights Consortium titulado Stealing from the Poor: Wage theft in the Haitian Apparel Industry, de octubre de 2013, donde se denuncia que las
fábricas en Haití engañan a los trabajadores -gran parte mujeres- sustrayéndoles
porciones sustanciales de su paga con la tácita complicidad de empresas y
marcas norteamericanas que importan sus productos: Gap, Gildan, Hanes, Kohl’s,
Levi’s, Russell, Target, VF y Walmart.
Berthold hace un balance sucinto del programa Better Work en Haití desde
el comienzo de sus operaciones en 2009. Él reconoce que, entonces, las palabras
“salud y seguridad laboral” no existían en el vocabulario de este país. Y que
poner en marcha un programa de este tipo implicó casi un empezar desde cero.
De acuerdo con el artículo, en estos cinco años el programa logró
impulsar, con la participación de trabajadores, la creación de comités de salud y seguridad en 23 fábricas del país que, en conjunto, producen la totalidad de las exportaciones textiles haitianas a
los Estados Unidos. El asesor de la OIT apunta también que la dedicación de estos
23 comités comienza a dar sus frutos, a través de la implementación de
precauciones que protegen a los trabajadores de lesiones y los lugares de
trabajo contra siniestros (otro país devastado por la pobreza, Bangladesh, nos
trae el recuerdo ominoso del derrumbe del Rana Plaza, en Dhaka, hace poco más
de un año, que provocara la muerte de 1.129 trabajadores textiles).
Por cierto, Berthold señala que aún hay mucho por hacer en Haití (el
programa también se implementa en Camboya, Indonesia, Jordania, Lesotho,
Nicaragua y Vietnam). Por ejemplo, lograr reducir los costos de energía,
mejorar los sistemas de registro de accidentes, incrementar la conciencia sobre
el uso de equipos de protección, abordar los niveles de calor y ruido, entre
otros aspectos.
Cabe aclarar que el mencionado informe del Worker Rights Consortium señala
que el programa Better Work reportó en abril de 2013 que cada una de las 24
fábricas textiles exportadoras de Haití estaba sustrayendo ilegalmente a los
trabajadores parte de su salario, mediante la violación del salario mínimo
legal del país. La investigación de Worker Rights muestra la escala del denominado “robo
de salario” contra los trabajadores textiles y el estrago que esto produce en
sus vidas y las de sus familias, en su cotidiana lucha contra el hambre y la
enfermedad en el país más pobre de América.
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