(Mundo
Microfinanzas) El fortalecimiento del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR),
mediante la ampliación de su tamaño y membresía, fomentaría la estabilidad
financiera, que es un bien público regional y global, según un estudio
publicado en Revista CEPAL Nº 112 (2014, Santiago de Chile), disponible en internet.
En el
artículo "Un fondo de reservas regional para América Latina" se
analiza la viabilidad y los desafíos de ampliar el FLAR a Argentina, Brasil,
Chile, México y Paraguay, países que actualmente no son miembros de esta
instancia (el estudio debe ser anterior a septiembre de 2013, cuando el organismo aprobara la membresía de Paraguay).
El documento
ha sido elaborado por Daniel
Titelman, Cecilia Vera, Pablo Carvallo y Esteban Pérez-Caldentey, funcionarios de la división de
Financiamiento para el Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (Cepal).
En el
estudio se presentan los escenarios más probables de problemas en las balanzas
de pagos de los miembros del fondo y cómo una ampliación del capital podría
ayudar a superarlos. Si los cinco países mencionados ingresaran al FLAR
manteniendo su lógica actual de contribuciones, el fondo ampliado alcanzaría un
tamaño total de casi US$ 9 mil millones, equivalente al 1,4% del acervo total
de reservas internacionales de los 12 países considerados.
Actualmente
el FLAR es constituido por ocho países. Los cinco países que firmaron el
convenio originario del FLAR fueron Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y
Venezuela. Posteriormente se incorporaron Costa Rica y Uruguay. Como se dijo, el último en incorporarse fue Paraguay. El Salvador, Guatemala, Surinam y Trinidad y
Tobago consideran los eventuales beneficios de sumarse a la institución.
Los
objetivos del FLAR -que tiene su sede en Bogotá- son acudir en apoyo de las
balanzas de pagos de los países miembros otorgando créditos o garantizando
préstamos de terceros; mejorar las condiciones de inversión de las reservas
internacionales efectuadas por los países miembros; y contribuir a la
armonización de las políticas cambiarias, monetarias y financieras de los
países miembros.
Nuevo IDH
La nueva
edición de la publicación de la Cepal incluye también el artículo "Una
propuesta para la modificación del índice de desarrollo humano", donde la
profesora de la Universidad de Los Andes (ULA, Mérida, Venezuela) María Andreina Salas-Bourgoin analiza
los fundamentos actuales del Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborado por
el PNUD, y presenta una medición alternativa incorporando dos nuevas
dimensiones: el empleo y las libertades políticas, y tres indicadores: razón
entre empleo y población; empleo no vulnerable como proporción del empleo
total; índice de democracia.
Lo que se
busca es una mejor “fotografía” del desarrollo humano. Los 117 países
examinados presentan un menor IDH si se utilizara esta metodología alternativa.
Los países con IDH alto bajan la medición al considerarse el empleo (Noruega y
Alemania, por ejemplo, evidencian debilidades en su capacidad de garantizar el
empleo a la población en edad de trabajar). Mientras que los países con IDH
mediano o bajo exhiben como mayor debilidad la calidad de los empleos
ofrecidos.
En otro
artículo titulado "Transición de la escuela al trabajo. Tres décadas de
evidencia para América Latina", Mariana
Viollaz, investigadora
de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP, Argentina), examina la inserción
de los jóvenes en el mercado laboral en diez países de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Uruguay y Venezuela) durante
las tres últimas décadas utilizando encuestas de hogares.
La revista incluye también artículos sobre el
tamaño de las empresas y remuneración laboral en el sector privado de Jamaica,
las brechas salariales entre el sector público y privado en Chile, el negocio
internacional del espárrago en Perú, y un análisis de la interrelación entre el
sector forestal-celulosa, la agricultura de secano e industria en la zona del
Gran Concepción (Chile).
La
publicación presenta además tres estudios relacionados con Brasil que tratan
sobre la desigualdad de los ingresos, la multidimensionalidad de la privación
(carencia de bienes y servicios) y los efectos del programa Bolsa Familia en el
consumo familiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario