Presidente de la ABC firma el Protocolo (fotos: ABC) |
(Mundo Microfinanzas) Con la intención
de impactar positivamente la sostenibilidad ambiental del país, la Asociación
Bancaria Costarricense, ABC, elaboró el Protocolo Financiero de Compromisos Ambientales, documento que habilita a las quince entidades suscribientes, entre
bancos públicos y privados, en el diseño de sus propias políticas financieras
para el cuidado del medioambiente.
La firma del acuerdo se llevó
a cabo este lunes en San José, en el marco del Congreso Bancario Nacional, y consta
de seis principios, asumidos voluntariamente por los bancos, como parte de
la responsabilidad social del sistema y de cada uno de los afiliados a ABC.
Para Gerardo Corrales, presidente
de la ABC, el crédito es el agua que mueve el molino del desarrollo; en consecuencia,
quienes desde la banca tienen la autoridad de intermediar entre el ahorro que
se les confía y el crédito que se les solicita, igualmente tienen la
responsabilidad de hacer una intermediación financiera socialmente responsable.
“La adecuada valoración del
riesgo ambiental de todo proyecto, para cuyo diseño, ejecución y gestión se
solicita un crédito, es una forma de cumplir esa misión. El Protocolo Financiero de Compromisos
Ambientales, que hoy presentan los bancos
afiliados a la ABC, es una expresión del compromiso ético que asumimos en esta
materia y una valiosa guía para la acción en este campo. ABC se congratula por
ello, con plena conciencia de la trascendencia que tienen los principios que
integran este compromiso”, apuntó Corrales, de acuerdo con un comunicado de la
Asociación.
Compartir responsabilidades
Uno de los principales
objetivos de la iniciativa es afianzar los compromisos bancarios en el ámbito
de responsabilidad social corporativa, así como estimular a los clientes para
que adopten políticas apropiadas en el campo de la sostenibilidad. Serán los
mismos bancos los que se encarguen de evaluar el impacto efectivo de sus propios
compromisos, por medio de los representantes del Comité de Sostenibilidad de la
ABC, que hará un seguimiento a la aplicación efectiva y valorará el impacto
real de los principios.
Por otra parte, el Protocolo pretende
que cada banco se comprometa, de forma ética, a formular políticas y
procedimientos que busquen disminuir el riesgo ambiental de los proyectos que
financian. “Ello mejora la capacidad de retorno de los créditos para cualquier
actividad o proyecto. Lo ideal es que los clientes, desde la etapa de diseño, tengan
en cuenta que el nivel de probabilidad de obtener un crédito bancario dependerá,
además de otros factores, del impacto ambiental que presenten”, dijo la ABC.
Se informó que en el caso de
que los clientes bancarios incumplan sus compromisos ambientales, una vez
otorgado el crédito para sus proyectos, el dinero aún no girado puede ser
retenido hasta subsanar la falta.
Aunque actualmente la mayoría
de los bancos del país ya aplican diversas iniciativas ambientales, éstas
podrían enmarcarse dentro del conjunto de principios del Protocolo. La idea es
que el sector financiero costarricense cuente con una orientación general común
y que sus políticas se coloquen en línea con los principios que expone el nuevo
acuerdo.
Junto a Corrales, participó en
la firma del Protocolo Ana Lorena Guevara, viceministra de Ambiente.
Guevara, Corrales y Trejos en el Congreso Bancario Nacional, en San José |
El Congreso de la ABC ofreció también como una de sus ponencias de fondo
la de Alberto Trejos, profesor del INCAE, sobre Sostenibilidad, Agua, Energía y
Competitividad Bancaria. Oportunidades y Retos en Costa Rica.
El experto enfatizó la importancia de la preservación ambiental en su
conexión con el crecimiento económico del país. Dijo que el 65% del ingreso de
turistas en Costa Rica está asociado con su valor ambiental. Y señaló que la
fortaleza del entorno natural gravita en la productividad agrícola: fuera de
Europa, Costa Rica es el primer exportador agrícola por hectárea y el quinto
por habitante.
Dentro de América Latina, Costa Rica sigue así los pasos de Colombia y
Brasil, donde sus respectivas comunidades financieras encararon este año
iniciativas ligadas al compromiso ecológico. El caso costarricense tiene
características de marco auto-regulatorio más parecidas al ejemplo de
Asobancaria en Colombia (véase en este blog Once entidades financieras suscriben Protocolo Verde en Colombia). En el caso brasileño, la iniciativa
surgió a instancias del BCB (Banco Central abre consulta pública sobre normas de responsabilidad socioambiental).
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