(Mundo
Microfinanzas) Se encuentra ya disponible online el libro De la Definición de la Política a la Práctica: Haciendo Inclusión Financiera. Nuevo Eje Estratégico del Banco Central del Ecuador, donde se conceptualiza la política de inclusión
financiera del BCE en base a mejores prácticas y contempla sus fases de diseño,
implementación y avances logrados hasta el momento.
El libro,
dado a conocer a fines de noviembre en formato papel durante el foro Lecciones Aprendidas y Perspectivas de la Política de Inclusión Financiera, organizado en
Quito por el BCE y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fue publicado
ahora en formato digital por la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI).
La
publicación tiene como autores a Ruth Arregui, Rosa Matilde Guerrero, Silvia
Espinosa, José Murgueytio y Kurt Focke y está dividido en seis secciones: una
introducción Pobreza y exclusión financiera; Marco conceptual de la política de
inclusión financiera; Elementos de diagnóstico; Mandato legal y capacidad
institucional para ejecutar la política de inclusión financiera; La política de
inclusión financiera del BCE y Primeros resultados de la política de inclusión
financiera: el programa piloto “Canal alternativo de distribución de remesas
para pequeños intermediarios financieros ecuatorianos”. El libro ofrece además
índice de gráficos, tablas, glosario, anexos y bibliografía, además de un
prólogo del economista Jorge Gallardo.
El enfoque
del análisis reconoce como inspirador al Nobel Amartya Sen y sostiene que “la
pobreza ha dejado de ser entendida como la sola privación o falta de recursos
para adquirir una canasta de bienes y servicios necesaria para una vida
mínimamente saludable y ha pasado a conceptuarse como la falta de condiciones y
oportunidades que impiden que las capacidades actuales y potenciales de las
personas puedan ponerse en práctica y se transformen en funcionamientos y
realizaciones de desarrollo humano”.
En esta
línea, el libro destaca los progresos recientes del Ecuador en su lucha contra
la exclusión social, la pobreza y el desempleo y señala la atención
gubernamental sobre el acceso y uso de productos y servicios financieros en
programas orientados a atacar la pobreza y generar condiciones para el
crecimiento económico sostenible.
El segundo
capítulo, de índole más teórica, comienza con una breve reseña histórica del
concepto microfinanzas: desde las primeras experiencias de ahorro informal que
se remontan al siglo XV, pasando por la introducción, a comienzos del siglo XX,
del modelo de finanzas cooperativas desarrollado en Alemania por Friedrich
Wilhelm Raiffeisen, hasta llegar a la implementación de las primeras
metodologías de microcrédito en la década del ’80 y el concepto más amplio de
microfinanzas a partir de los ’90.
Se ensaya
una definición provisoria de inclusión financiera, como “el acceso y utilización
de los servicios financieros formales por parte de la población antes excluida
de los mismos por encontrarse en condición de pobreza o informalidad,
alejamiento geográfico o discapacidad”, a la que luego se matiza a partir de
una serie de condiciones que favorecen y restringen la inclusión. Los autores
luego reflexionan en torno a la inclusión financiera como política pública, en
la cual las intervenciones, de tipo público-privadas, se piensan bajo un
enfoque sistémico. Y subrayan la necesidad de “ampliar y profundizar la
capilaridad del sistema financiero” y la creación de una “cultura financiera”.
En el
tercer capítulo, los autores analizan la crisis económico-financiera de
1998-2000 en Ecuador, tanto en sus graves efectos sociales como en las oportunidades
que ella misma generó. En efecto, la emigración de ecuatorianos como producto
de la crisis habría producido efectos benéficos para el país: no sólo a través
de la evidente mejora de las economías familiares vía ingresos por remesas
(gran parte de las cuales se efectivizaron por medio de las cooperativas) sino
y sobre todo por las innovaciones culturales y tecnológicas propiciadas por la distancia
con los seres queridos. La mayor conexión con el mundo, la ampliación de
internet y el incremento en el uso de la telefonía celular fueron factores que
ayudaron a revertir la crisis en oportunidad, explican los autores.
El cuarto
capítulo expone la apoyatura institucional del BCE como ejecutor de la política
de inclusión financiera del país. Allí se destaca la reorientación estratégica
del BCE en la post-crisis 1998-2000, donde el banco ya no sólo es responsable
de asegurar estabilidad macroeconómica y ser agente financiero del estado
-entre otras funciones- sino además actor principal en la instrumentación de la
política de inclusión financiera. Esta nueva función se apoya en el mandato
expreso de la nueva Constitución (2008), la Ley Orgánica de la Economía Popular
y Solidaria y del Sector Financiero Popular y Solidario y el Plan Nacional para
el Buen Vivir.
“El
crecimiento económico sostenible y la inclusión financiera forman un círculo virtuoso
de retroalimentación recíproca: cuanto mayor sea el crecimiento sostenible,
tanto más se desarrolla el acceso social a los bienes financieros; y la mayor
accesibilidad genera, de su parte, expansión del potencial de inversión y
ampliación de la capacidad de consumo”, afirman los autores.
En
consonancia con estos presupuestos teóricos, el libro se cierra con la
presentación de la política de inclusión financiera trazada por el BCE,
aprobada en enero de 2012 por el presidente de la República, que distingue
modalidades de intervención a nivel macro (ordenamiento normativo), meso (fortalecimiento
del sistema nacional de pagos y desarrollo de una cultura financiera en la
población meta) y micro (sistema Red de Redes-Pago móvil y fondos concursables
de incentivos a IMFs para que éstas amplíen su oferta de productos y servicios
financieros a la población meta).
El último
capítulo está dedicado a analizar la experiencia del programa piloto 2008-2012,
para la canalización alternativa de remesas, con apoyo del BID. Entre los
principales logros se cuenta la conexión de cooperativas de ahorro y crédito no
reguladas al sistema nacional de pagos a través de una COAC regulada como “cabeza
de red”. El libro detalla los principales resultados e impactos de este
programa, “que representan un primer gran logro de inclusión financiera del BCE
y un semillero de lecciones aprendidas”.
Referencia
De la definición de la política a la práctica: Haciendo inclusión financiera. Nuevo eje estratégico del Banco Central del Ecuador (por Ruth Arregui, Rosa Matilde Guerrero, Silvia Espinosa, José Murgueytio y Kurt Focke, BCE, Quito, 2012).
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