Fernando Valencia, presidente de Asomif Perú, en el Foromic de San José (foto: MicroDinero) |
(Textos recobrados de MicroDinero) Perú
volvió a ser líder global en el entorno de negocios para las microfinanzas,
según el índice Microscopio 2011, elaborado por la Economist Intelligence Unit (EIU). Por segundo año consecutivo, las
microfinanzas peruanas ratifican así la solidez del sector, lo que no implica
que haya alcanzado su potencial.
Sobre estos retos dialogó con MicroDinero el
presidente del Consejo Directivo de la Asociación de Instituciones de
Microfinanzas del Perú (Asomif-Perú), Fernando Valencia Dongo. La entrevista,
realizada en San José de Costa Rica en el marco del Foromic, permite ver hacia
dónde buscan avanzar las empresas peruanas en procura de responder al gran
desafío pendiente: llegar al sector rural más alejado de la geografía.
MicroDinero: Las microfinanzas peruanas,
nuevamente, en la máxima consideración mundial. ¿Cuál es su opinión?
Fernando Valencia: Nosotros estamos muy
satisfechos con este reconocimiento que ha hecho el Microscopio respecto al
trabajo realizado por el sector de las microfinanzas en el Perú y por el sector
regulador, que ha comprendido las verdaderas necesidades y motivaciones de las
microfinanzas. Creemos que es el reconocimiento a un esfuerzo conjunto de ambos
sectores. Y luego tenemos el trabajo de las distintas instituciones, en sus
diferentes tipos: desde las Edpymes (Entidades de desarrollo para la Pequeña y
Microempresa), que son la base del sector microfinanciero, hasta instituciones
ya consolidadas como son los bancos. Cada uno, en su área de influencia y en el
estado en el que se encuentra, atiende diversos nichos del sector de
microfinanzas, siempre preocupados en ver cuáles son las necesidades del
cliente y de qué manera se pueden desarrollar nuevos productos o nuevos
sistemas para poderlos atender adecuadamente.
Sin embargo, si bien estamos satisfechos y
contentos, no significa que pensemos que hemos llegado a desarrollar un
programa donde ya no haya más que hacer. Creemos que es un paso más hacia el
desarrollo del sector. ¿Por qué? Porque si bien hoy día el sector regulado
representa tres millones de operaciones al año, representa a nivel de
operaciones el 30 por ciento del volumen del sistema financiero, hay retos muy
grandes por cumplir. El país tiene un sector rural altamente disperso y de muy
baja densidad, que aún no está siendo atendido de manera adecuada por las
consideraciones lógicas de que son mercados que no son rentables por la pequeña
densidad. Entonces, hoy por hoy el gran reto de las instituciones del sector es
cómo desarrollar la tecnología crediticia adecuada y los sistemas para poder
llegar de una manera sostenible y rentable a estos sectores de la población.
Tenemos un cambio de gobierno (se refiere a
la asunción del nuevo presidente del Perú Ollanta Humala), con un énfasis muy
claro en temas de inclusión social. Esto significa cinco años de una inversión
muy fuerte en temas de carácter social, como son carreteras, tecnología de
comunicaciones, salud y educación en zonas rurales. Esto va a generar que
muchas de estas pequeñas poblaciones, alejadas del gran circuito económico
nacional, puedan integrarse a este circuito. Y las instituciones de
microfinanzas tienen el deber de poder desarrollar nueva tecnología crediticia
y nuevos productos para atender estas zonas. Es un gran reto. Creo que eso nos
abre la posibilidad de un crecimiento sostenido en los próximos años y estamos
dispuestos a asumir ese reto y ese deber social.
MD: Dentro de lo que escucharon, vieron o
conversaron con los colegas en el Foromic, ¿se llevan alguna experiencia, algo
que crean pueda ayudar a superar este desafío de llegar a la población rural
desasistida?
FV: Definitivamente hemos recogido muchas
experiencias en lo que es banca móvil. La banca móvil es un sistema que permite
llegar a zonas rurales de una manera sostenible y económica para las
instituciones. Creemos que es un esfuerzo que las entidades del sector tienen
que desarrollar con carácter urgente. Ese es un tema.
Y el otro tema pendiente es que tenemos que
ver algún mecanismo de asociatividad entre las diversas instituciones del
sector para poder llegar conjuntamente a esta población. Nosotros tenemos un
programa de desarrollo de operaciones en estas zonas rurales a través del Banco de la Nación. El Banco de la Nación es el banco del Estado que tiene oficinas
más extendidas en todo el Perú y básicamente en zonas rurales. Nosotros hemos
firmado hace algunos años un convenio de trabajo por el cual las instituciones
del sector tienen uno o dos oficiales de crédito en esas oficinas, donde no
existe oferta bancaria, y brindamos operaciones a ese sector. Esto nos ha
permitido reducir fuertemente nuestros costos y poder llegar de una manera
eficiente a esas zonas. En estos días, antes de llegar al Foromic, firmamos un
compromiso con el Estado para profundizar ese modelo y ocupar las oficinas que
están aún mucho más alejadas y también lo vamos a hacer. Pero este es un piloto
que ya lo hemos desarrollado y ha sido exitoso: se han dado más de 500 mil
créditos bajo ese sistema. Creemos que puede darse también la posibilidad de
trabajar, o bien en los locales de los municipios o bien en gobernaturas, y
reducir costos fijos para poder atender a estas zonas alejadas del país.
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