Rick Beckett |
Como los tres fondos anteriores, SIF 2010 es un fondo de deuda de cinco
años que proveerá créditos accesibles a una cartera de instituciones que se han
mostrado financieramente sustentables y que reinvierten beneficios en programas
que benefician a la gente viviendo en situación de pobreza. Con este fondo, GP
ha afinado sus criterios sociales aún más, priorizando IMFs que llegan a los
pobres más necesitados de crédito, como los pobres de áreas rurales, y que
proporcionan programas innovadores de “microfinanzas plus”, incluyendo
servicios de salud preventiva, educación empresarial y asistencia al desarrollo
económico rural.
Un total de 41 inversores contribuyeron al SIF 2010, incluyendo el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y el Overseas Private Investment Corp
(OPIC), que ya habían participado de este fondo en los dos años anteriores.
Otros inversores incluyen a la californiana Linked Foundation y la pequeña
fundación familiar Perls Foundation; Seattle University; Mercy Partnership Fund
y 23 inversores individuales. La asistencia pro bono para fijar el fondo fue
provista por el estudio Strasburger & Price.
Los inversores citaron una variedad de razones que los llevó a invertir
en este fondo, incluyendo la combinación de un buen manejo del riesgo y
retornos moderados, la excelente administración de fondos de GP y el foco en el
impacto social.
Elizabeth Littlefield, presidente y CEO de OPIC, que invirtió US$ 6,9
millones, dijo que “la colaboración de larga data de OPIC con GP ha dado
resultados sorprendentes y duraderos para las IMFs, proporcionando capital
vital a pequeños propietarios de negocios y productores que actúan como el
motor de la actividad económica en mercados emergentes”.
Por su parte Elizabeth Boggs Davidsen, oficial de inversión senior de la
Iniciativa Oportunidades para la Mayoría del BID, entidad que invirtió US$ 5
millones en SIF 2010, señaló: “Hemos quedado impresionados por el enfoque de
inversión social de GP. Al trabajar con instituciones que ofrecen servicios
adicionales, se está ayudando a llevar las microfinanzas a un nivel superior”.
GP comenzará a distribuir créditos a sus nuevas IMFs asociadas en
octubre próximo. Las instituciones que recibirán inicialmente el dinero son Pro Mujer de México, Fondesurco de Perú, Fundación Realidad (FRAC) de México y Comixmul de Honduras.
Los servicios adicionales que ofrecen estas instituciones, y que justificaron
su elección para este fondo, son variados: Pro Mujer ofrece un pack integrado
de crédito, salud y educación; Fondesurco provee créditos y asistencia técnica
personalizada a campesinos en el sur peruano; FRAC, afiliada a la red World Vision con su enfoque holístico, trabaja en algunas de las áreas más pobres de
México; y Comixmul es una cooperativa de ahorro y crédito que asiste a mujeres
muy pobres con servicios financieros y no financieros, que incluyen
capacitación comercial y acceso a servicios básicos de salud.
De 48 millones de personas en América Latina que podrían beneficiarse
del acceso al microcrédito, sólo un 15%, o 9 millones, se estima que es
efectivamente alcanzado. Las microfinanzas, especialmente cuando va combinada
con otros servicios, pueden mejorar las vidas de los prestatarios que usen los
beneficios de sus negocios en incrementar la calidad de vida de sus hogares.
GP estima que en los cinco años de vida útil de este fondo se deben
otorgar más de 200 mil microcréditos.
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