(Mundo Microfinanzas) Pese al espectacular crecimiento de la industria microfinanciera en los últimos años, la pausa impuesta por la actual crisis financiera puede acarrear efectos negativos en el futuro cercano en este país, advirtió hoy el director del Centro de Estudios sobre la Banca (CBS, sigla en inglés), Udeni Alawattage.
El directivo formuló esta declaración en Colombo durante la inauguración del seminario internacional Microfinanzas para el Desarrollo Inclusivo y el Crecimiento Sustentable, organizado por el Centro.
En medio de la confusión financiera actual, las señales del mercado están indicando claramente que el fondeo para las microfinanzas devendrá más escaso, conservador y costoso, con lo cual es posible que algunos clientes puedan comprensiblemente preocuparse por sus ahorros y decidan que el colchón es más seguro, sentenció el directivo, en declaraciones que reproduce el Daily News, de Ceylon.
Sin embargo, este fenómeno tiene consecuencias también positivas -señaló Alawattage- ya que brinda una oportunidad a los profesionales y reguladores a tomar aliento, reevaluar y cuestionar sus actuales concepciones y trazar nuevos caminos.
Agregó que los servicios financieros para los pobres han mostrado una destacable capacidad de recuperación (resilience) en las últimas crisis financieras, especialmente durante las turbulencias en México, Asia y Rusia en los años 90. Las carteras de crédito de las instituciones de microfinanzas en estas instancias apenas pestañearon mientras grandes portafolios corporativos colapsaban.
El funcionario citó un reciente estudio del CGAP y JP Morgan donde se resalta que las compañías microfinancieras superaron a los bancos tradicionales en un 250 por ciento desde 2003. Esto puede deberse, consideró, al hecho de que la industria microfinanciera posee fundamentos sólidos, sus clientes honran el crédito y sus metas apuntan doblemente a una rentabilidad tanto social como económica.
Finalmente, Alawattage sostuvo que el conocimiento se ha convertido en un elemento vital para que la industria siga delante o al menos a la par de la dinámica de los mercados externos y, por consiguiente, las autoridades regulatorias y supervisoras y otras instituciones financieras de cada país hagan las adaptaciones necesarias en orden a una cultura de aprendizaje continuo, propiciando nuevos desafíos.
El seminario del CBS -organismo que depende el Banco Central de Sri Lanka (CBSL)- se extenderá hasta el próximo viernes.
El directivo formuló esta declaración en Colombo durante la inauguración del seminario internacional Microfinanzas para el Desarrollo Inclusivo y el Crecimiento Sustentable, organizado por el Centro.
En medio de la confusión financiera actual, las señales del mercado están indicando claramente que el fondeo para las microfinanzas devendrá más escaso, conservador y costoso, con lo cual es posible que algunos clientes puedan comprensiblemente preocuparse por sus ahorros y decidan que el colchón es más seguro, sentenció el directivo, en declaraciones que reproduce el Daily News, de Ceylon.
Sin embargo, este fenómeno tiene consecuencias también positivas -señaló Alawattage- ya que brinda una oportunidad a los profesionales y reguladores a tomar aliento, reevaluar y cuestionar sus actuales concepciones y trazar nuevos caminos.
Agregó que los servicios financieros para los pobres han mostrado una destacable capacidad de recuperación (resilience) en las últimas crisis financieras, especialmente durante las turbulencias en México, Asia y Rusia en los años 90. Las carteras de crédito de las instituciones de microfinanzas en estas instancias apenas pestañearon mientras grandes portafolios corporativos colapsaban.
El funcionario citó un reciente estudio del CGAP y JP Morgan donde se resalta que las compañías microfinancieras superaron a los bancos tradicionales en un 250 por ciento desde 2003. Esto puede deberse, consideró, al hecho de que la industria microfinanciera posee fundamentos sólidos, sus clientes honran el crédito y sus metas apuntan doblemente a una rentabilidad tanto social como económica.
Finalmente, Alawattage sostuvo que el conocimiento se ha convertido en un elemento vital para que la industria siga delante o al menos a la par de la dinámica de los mercados externos y, por consiguiente, las autoridades regulatorias y supervisoras y otras instituciones financieras de cada país hagan las adaptaciones necesarias en orden a una cultura de aprendizaje continuo, propiciando nuevos desafíos.
El seminario del CBS -organismo que depende el Banco Central de Sri Lanka (CBSL)- se extenderá hasta el próximo viernes.
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