Casey Wilson, fundadora de Wokai: "El microcrédito en China está rezagado" (foto: Jordan Mitchell) |
(Textos
recobrados de MicroDinero) La provincia china de Inner Mongolia hace años que
no tiene buenas cosechas. Pero Ha Si Gao Wa ha podido salir de apuros, luego de
pasarse de los cultivos a la cría de animales, según el reporte de la corresponsal
Celia Hatton a CBS News.
“Ahora
puedo hacer frente a los gastos de matrícula de mi hija”, declaró la campesina
china a través de un traductor.
La flamante
granjera cambió su dedicación luego de obtener un préstamo de US$ 750 vía
Wokai, organización microfinanciera gerenciada por una joven californiana de 26
años, Casey Wilson.
Wokai ayuda
a la unión de un donante online con un aspirante a empresario de la China
rural: desde un confeccionador de ropa tradicional en el norte de Inner
Mongolia hasta un costurero de Sichuan, en el sur del país, todos los
postulantes a un microcrédito coexisten en esta comunidad virtual con sus
posibles benefactores.
“Luego
ellos reembolsan el capital y tú tienes para apoyar a alguien nuevo”, explicó
Wilson.
Mientras
estudiaba chino en Beijing, Casey se inspiró en una amiga, empleada de
restaurant atrapada en la pobreza, que ganaba apenas 100 dólares al mes.
“La única
diferencia entre ella y yo era que yo había nacido en Oakland, California, y
ella en China rural”, relató Wilson a la corresponsal.
La imposibilidad
de ayudar a su amiga la impulsó, junto a la cofundadora Courtney McColgan, a
lanzar Wokai cuando apenas tenían 23 años. Ya llevan fondeados más de 500
microcréditos en China.
Mientras
florece la economía del gigante asiático, hay todavía mucha necesidad en el
país, donde 470 millones sobreviven con menos de dos dólares diarios.
Fundada en marzo
de 2007, Wokai -con sede en San Francisco- ha financiado 537 operaciones, con
donantes provenientes de 48 países, por un total de US$ 316.506. Tiene una red
de 150 voluntarios en China y San Francisco. Cada donante elige el destinatario
de su aporte (un mínimo de 10 dólares). El 90 % de los donantes son de los
Estados Unidos y una mayoría sino-americanos.
Por su modo
de aprovechar las tecnologías, y por la conformación de redes socialmente homogéneas,
un periodista de la BBC bautizó recientemente esta experiencia como el
“facebook de los campesinos”.
Conceptos
de una emprendedora
“China
tiene la segunda población más grande del mundo viviendo bajo la línea de
pobreza. Así que hay mucho por hacer”, urge la joven fundadora de Wokai toda
vez que le toca presentar su organización.
No deja de
reconocer que Wokai ha sido posible gracias a la tecnología y que, a través de
ella, advienen capitales que el celo regulatorio chino no facilita por vías
convencionales: “Dado el contexto, internet es la única forma que tú tienes
para movilizar a una comunidad global y conseguir que haya microfinanzas en
China”.
“Durante
nuestra investigación (antes de poner en marcha la organización), encontramos
que el sistema de microcréditos en China estaba rezagado unos 20 años en
relación a India, Bangladesh y Sudamérica. Tenía una influencia limitada y baja
financiación”, apuntó.
“Lo más
difícil de explicar cuando hablo sobre Wokai es que China necesita ayuda. La
gente piensa que es una superpotencia rica, y que está creciendo rápidamente.
Pero no es así en las áreas rurales, donde no se pueden dar el lujo de enviar a
los niños a la escuela, con lo cual hay poca esperanza de eliminar la pobreza
en esas familias”.
Wokai, en chino, puede traducirse como “yo comienzo” o “yo emprendo”.
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