(Textos
recobrados de MicroDinero) La agencia de rating MicroRate acaba de lanzar su
quinto reporte anual Microfinance Investment Vehicles (MIVs) 2010, con un
estado de situación y evaluación de tendencias de la inversión en la industria.
El estudio
mide el desarrollo de una categoría relativamente nueva de fondos y otros
intermediarios que movilizan inversiones en países ricos y los canalizan a IMFs
en países del mundo en desarrollo. En última instancia, estos fondos llegan a
millones de personas pobres a través de microcréditos, permitiéndoles en muchos
casos volverse productivos y ganarse el sustento cotidiano.
En 2009,
los activos MIVs crecieron de US$ 1.200 millones a US$ 6.000 millones. Los MIVs
dan cuenta, pues, de una significativa participación de fondos que fluyen desde
países de Europa y Norte América directamente a la población pobre. El estudio
2010 de MicroRate muestra que el interés por invertir en fondos de
microfinanzas e intermediarios similares se mantiene fuerte pese a la recesión
global. Los MIVs crecieron un 22% en 2009. Pero este fuerte interés se está
encontrando con una demanda de fondeo cada vez más débil por parte de
instituciones microfinancieras. Los activos de microfinanzas crecieron sólo el
11% en 2009, lo que dejó a los MIVs con
niveles de liquidez en rápido incremento y finalmente insostenibles.
A fines de
2009, demasiados MIVs estaban en busca de demasiadas pocas oportunidades de
inversión; las tasas cayeron una vez más a niveles en los que se dificultó
compensar completamente los riesgos asociados con prestar a los países más
pobres del mundo.
Los
préstamos a IMFs por parte de instituciones financieras de desarrollo (DFIs, en
inglés) no son cubiertos por el estudio, pero Microrate ha observado que esta
cartera aumentó considerablemente en 2009. Las DFIs están una vez más
desplazando la financiación privada para las microfinanzas, como sucedió antes
de la crisis mundial de 2008.
Visión del
estudio
En 2008 y
2009, los MIVs crecieron drásticamente más lento comparado a tasas anteriores a
la recesión. En estos dos años, tales vehículos crecieron al paso más lento
desde que comenzaron las mediciones de MicroRate, en 2005. En 2009, la
inversión en América Latina y Caribe (LAC, 37% de los activos de microfinanzas)
relegó a Europa del Este y Asia Central (ECA, 35%) como la principal región de
inversión MIV.
Este cambio
indica que los inversores durante la crisis financiera se volcaron desde ECA hacia
el más maduro mercado latinoamericano. La parte de inversión en el sur de Asia
se mantuvo constante en 2009 (9%). Asia del este y Pacífico (EAP) exhibió el
mayor crecimiento (124%) pero la región sólo representó el 7% de los activos.
La inversión en África sub-sahariana, con el 6% de los activos de
microfinanzas, también creció a un ritmo asombroso del 45% en 2009.
Demanda de
IMFs
El
crecimiento de IMFs se desaceleró, pero continúa siendo bastante fuerte. Una
muestra de IMFs rastreada por MicroRate creció al 22% en 2009, comparado al 49%
en 2007 antes del desencadenamiento de la crisis. La agencia de medición
observó que las IMFs tienden a pedir prestado primero a fuentes locales, para
recurrir a fondeo MIV cuando hay que hacer frente a picos de crecimiento.
Demanda de
inversores
La
disposición de los inversores a destinar sus fondos mediante estos instrumentos
continuó siendo fuerte en 2009, pese a los efectos de la recesión global. Los
MIVs recaudaron más dinero de inversores de lo que fueron capaces de colocar en
IMFs. Los inversores siguen siendo optimistas con las microfinanzas, si se
compara con otras áreas de inversión.
Liquidez
En 2009,
los MIVs presentaron más de US$ 1.000 millones en activos líquidos (17% de los
activos) comparado a los US$ 459 millones de 2008 (10% de los activos).
Mientras que un cierto nivel de liquidez era prudente para cubrir
requerimientos de amortización, la rápida acumulación de liquidez en 2009 no
tuvo precedentes y reflejó la débil demanda de financiación de préstamos de las
IMFs.
Conclusiones
e implicaciones futuras
MicroRate
cree que el actual período de prueba puede ser considerado como una bendición encubierta
(blessing in disguise): en 2007, justo antes de la crisis, los MIVs crecieron
cerca del 100%. Esto no resultó sostenible. La caída en la demanda para
financiación MIV en 2009 podría ser vista como una oportunidad para estos
instrumentos de fortalecer sus instituciones y enfocarse en entregar productos
y servicios que las IMFs realmente requieran. El principal peligro que plantea
el exceso de liquidez es que podría empujar a algunos MIVs a un relajamiento en
sus estándares de préstamo. Si bien muchos esperan una rápida recuperación en
la demanda de MIVs, es probable que el crecimiento en 2010 se dé a un ritmo más
lento y sostenible que en el pasado.
El 2010 MIV
Survey de Microrate cubrió a 78 de 88 MIVs (89% de tasa de respuesta) con datos
recolectados al 31 de diciembre de 2009.
Referencia
State of Microfinance Investment. The MicroRate 2010
MIV Survey (MicroRate, quinta edición anual, Arlington, Julio de 2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario