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jueves, 11 de octubre de 2012

No Pago: "Todos contribuimos a formar una burbuja en Nicaragua"

René Romero en uno de los jardines del Lloyd Erskine Sandiford Centre
de Barbados, sede del Foromic 2012 (foto: Mundo Microfinanzas)

(Mundo Microfinanzas) El Ing. René Romero tiene una reconocida trayectoria en las microfinanzas de Nicaragua y de América Central. Integra las planas directivas de la Red Centroamericana y del Caribe de Microfinanzas (Redcamif) y de la Asociación Nicaragüense de Instituciones de Microfinanzas (Asomif). Además preside la Sociedad de Inversores para la Microempresa en Centroamérica y el Caribe (SICSA, con sede en Guatemala) y dirige los destinos de la microfinanciera rural nicaragüense Fundeser.

Graduado como ingeniero agrónomo en la Escuela Nacional de Agricultura y Ganadería de Managua, con un doctorado en Ciencias Biológicas en la ex URSS, Romero tiene más de quince años de experiencia de trabajo junto a micro y pequeños productores urbanos y rurales, enfocado en los últimos años en las finanzas. El Foromic 2012, en Barbados, nos dio la oportunidad de dialogar con él sobre la actualidad del sector en Centroamérica -tras la reciente conferencia de Redcamif, realizada en Panamá- y sobre cómo ha quedado la industria en Nicaragua, tras la traumática saga del movimiento de deudores No Pago, y las enseñanzas que estos episodios dejaron.

Mundo Microfinanzas: ¿Cuál es el balance luego de la conferencia de Redcamif en Panamá?
René Romero: Tuvimos una conferencia muy exitosa. Es una conferencia que hacemos cada dos años y asistieron más de mil personas al evento, lo que viene a patentizar la importancia que tiene esta conferencia para la región. El tema “Creciendo con inclusión” marca los retos, los desafíos que tenemos para los próximos años y estamos concentrándonos en la diversificación de los productos, que lleven mucho más valor al cliente. Ya no estamos hablando sólo de microcrédito: hablamos de microseguro, de micropensiones y ojalá que podamos estar hablando de ahorros, pero lo cierto es que es un reto pendiente.

MMF: ¿Por qué es un reto pendiente?
RR: Porque la mayor parte de nuestras instituciones no captan depósitos del público pues no son supervisadas por las superintendencias de bancos de los países. Tenemos el desafío de vincular, de afiliar a instituciones reguladas que hacen microfinanzas. Hay instituciones en Nicaragua, en Honduras que, siendo reguladas, no pertenecen a la Red. En Honduras sí hay una ventaja y es que la mayor parte de las instituciones que pertenecen a Redmicroh son supervisadas, no como bancos sino como OPDF [por Organización Privada de Desarrollo Financiero], y ellas sí pueden captar depósitos de sus clientes. Entonces es una tarea pendiente que hay que abordar en los próximos años, pero también pasa por un marco regulatorio que lo permita.

MMF: ¿Cuáles son los avances en estas innovaciones que mencionaba?
RR: Nos hemos dado cuenta que los microempresarios de la región necesitan no solamente un microcrédito. El programa de micropensiones garantiza al microempresario una pensión. Modesta, pero al fin y al cabo importante para sus ingresos en los últimos años de su vida. Y lo mismo estamos hablando de microseguro, que garantiza seguro de vida. Y estamos hablando de otros seguros, más allá del saldo deudor, que es lo común en estas instituciones. Estamos hablando de una gama de productos de microseguro que van a ayudar al microempresario local y agregar valor a lo que venimos haciendo las microfinancieras.

MMF: ¿El programa de micropensiones ya está en fase piloto?
RR: Estamos comenzando con diez instituciones en tres países: Guatemala, Honduras y Nicaragua. Fundeser, la institución que yo dirijo, es una de las diez que van a estar participando en este proyecto y estamos bastante motivados con el inicio. Ahora en octubre se va a dar el lanzamiento del programa en Nicaragua. Ya se hizo el mes pasado en Guatemala y se hará en Honduras. Hay bastante optimismo. Creemos que la crisis que afectó a Nicaragua afortunadamente ha pasado. Eso dejó secuelas pero dejó también muchas lecciones aprendidas. Y creemos que precisamente de las lecciones aprendidas uno se puede catapultar, puede salir fortalecido. Y en Nicaragua hay muchas instituciones que han logrado eso, que aprendieron de la crisis, y que hoy han salido fortalecidas para recontinuar su crecimiento.

MMF: ¿Hay resabios de No Pago en Nicaragua y en la región?
RR: Yo creo que no. A ver… No puedo decir que no va a haber más No Pago en la región. Lo que creo es que tenemos que aprender del caso de Nicaragua. El movimiento No Pago, desde mi punto de vista, es resultado de un sobreendeudamiento que la industria provocó en el país. A lo mejor algunos no van a estar de acuerdo con mi punto de vista. Yo creo que todos contribuimos a formar una burbuja, a darle al microempresario mucho más financiamiento del que necesitaba, durante muchos años de crecimiento bastante acelerado. Nicaragua crecía 30, 40 por ciento cada año. Y en el último año el crecimiento fue mucho más acelerado, de tal manera que la velocidad con que los microempresarios se endeudaban era muy alta. Entonces, ¿qué pasaba? Había mucha presión por colocar. Mucha presión por ofrecer, sin tomar todas las medidas que pueden evitar ese sobreendeudamiento. Creo que la lección aprendida es el buen uso de la investigación, la historia del cliente, el uso de la central de riesgo para poder reconocer qué nivel de endeudamiento tiene un cliente. La prudencia con que se colocan los créditos, una serie de medidas que estamos tomando, creo que van a garantizar un crecimiento más lento, pero firme, de cara hacia el futuro.

MMF: ¿Esa responsabilidad de la industria prevaleció sobre cierta instigación política, o sea externa, que se adujo en su momento, cuando explotó el No Pago?
RR: Creo que los políticos siempre aprovechan de estas situaciones. Pero al final el gobierno reconoció y promovió la aprobación de una ley de microfinanzas. Hoy Nicaragua cuenta con una ley. El No Pago ha quedado reducido a su mínima expresión. Cada cliente que tiene su deuda se está acercando a pagar a la institución, lenta pero en forma segura. Así que este es un mal con el cual vamos a vivir en los próximos años, porque esa cartera no se pierde. No hay deuda que no se pague, en algún momento de la vida hay que pagar. Así que nosotros vamos a ser pacientes para estar cobrando a los clientes y los clientes también tienen que ser conscientes de reconocer que, si no pagan, si no les limpian su record crediticio, no van a poder ser sujetos de crédito. Porque, ¿qué es más importante?, ¿pagar una deuda, hacer un arreglo de pago con sus acreedores? ¿o cerrarse las puertas para un financiamiento futuro?

MMF: ¿Cómo conviven los operadores privados con el programa de microcrédito del gobierno de Nicaragua “Usura cero”?, ¿hay algún efecto de distorsión?
RR: Yo diría que lo que distorsiona el mercado es no brindar información. El gobierno, según su decisión política, decide invertir, prestar dinero a microempresarios, en grupos solidarios y todo lo demás. Pero, más allá de eso, el riesgo que se corre cuando se hace este tipo de programas, sin las debidas precauciones, es que pueden provocar en el futuro cercano un nuevo endeudamiento. Porque entonces un cliente que recibe un crédito de los programas gubernamentales podría estar recibiendo un crédito de otras instituciones. Si esto no se reporta, hay un riesgo. Pero nosotros como operadores privados seguimos con nuestros clientes, que nos están pagando oportunamente. Sabemos que el gobierno sigue con su programa, pero eso hasta el momento no distorsiona el mercado.

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(Sobre la génesis de los episodios del No Pago): Tensión en microfinanzas de Nicaragua: cronología de un conflicto (1 de agosto de 2008)

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