(Mundo Microfinanzas) El Banco Mundial publicó este martes un artículo
de fondo sobre cómo se mide la pobreza: ¿películas o instantáneas? (movies or
snapshots?), se titula.
La nota comienza citando a Tolstoi: “Todas las familias ricas se
parecen. Pero cada familia pobre lo es a su propio modo” (alude al célebre
comienzo de Ana Karenina).
Luc Christiaensen |
“En efecto, alguna gente nace en la pobreza y puede mantenerse allí por
mucho tiempo. Otros han caído en la pobreza por una desgracia o enfermedad
inesperada en la familia. Luego, tenemos otros que eligen una pobreza temporal
por volver a la escuela, esperando ser recompensados en el futuro”, dice la
nota.
Lo cierto, agrega, es que todos son tratados bajo los mismos estándares
de medición de pobreza. Las actualizaciones sobre pobreza global del Banco
Mundial, a cargo del Grupo de Investigaciones sobre el Desarrollo, cuenta como
pobre a aquellas personas que viven por debajo del umbral de 1,25 dólar diario
en el momento que se hace la encuesta de hogar.
El artículo menciona los beneficios de esta medición. Básicamente su
simplicidad, junto a una metodología y escala rigurosa, que en su última
aplicación sirvió a la elaboración de encuestas de hogares en 125 países. Este
parámetro es utilizado por Naciones Unidas y muchos países en desarrollo para
calcular tasas nacionales de pobreza.
Sin embargo, el enfoque “instantánea” (foto) tiene sus limitaciones. Si
no tomamos en cuenta las “rachas de pobreza” (poverty spells) de la persona
-tiempo, duración y severidad de estos episodios- no sabremos a ciencia cierta
qué tan pobre es esa persona. Pues una persona que ha estado expuesta a una
larga racha de pobreza es menos probable que pueda salir de esta condición. La
pobreza durante la niñez es especialmente perjudicial, ya que puede dañar
irreparablemente el desarrollo cognitivo del niño.
Así es entonces que ¿la pobreza debería ser medida más como una película,
capturando toda la historia de rachas de pobre?, se pregunta el artículo. ¿Pero
cómo? No es algo fácil de fijar. Es difícil calibrar con precisión -continúa el
artículo- de qué modo un episodio de pobreza previo puede afectar la medición
actual de pobreza. Por ejemplo, una persona que durante un lapso breve de su
niñez fue pobre, ¿es más pobre que una persona que cayó en la pobreza durante
un largo período siendo adulta?
Varios economistas están explorando formas de superar estos desafíos,
nos dice la nota del Banco Mundial. Y menciona distintos papers de
investigación publicados en una edición especial del Journal of Economic Inequality. La publicación fue lanzada oficialmente el mes pasado, en el marco
de un taller realizado en Helsinki y organizado por el Grupo de Pobreza y
Desigualdad dirigido por un equipo del banco y de la Universidad de Naciones Unidas. Participaron más de 240 profesionales, tanto en persona como online, de
países como Bolivia, Mauricio, Burundi y Kazajistán.
Peter Lanjouw y Luc Christiaensen, economistas del Grupo de
Investigaciones sobre el Desarrollo, fueron los portavoces de una propuesta
sobre cómo superar la falta de datos de consumo completos y comparables. Antes
que el empleo de un conjunto de datos de consumo, ellos experimentaron con el
uso de componentes de consumo o incluso con activos de hogar (autos, TVs,
refrigeradores) y capital humano (como el nivel de educación) a fin de rastrear
la pobreza. Estos datos son más comparables y actualizables con regularidad que
un set completo de datos de consumo.
La edición especial de la revista también se focalizó en cómo
desarrollar mediciones que representen la historia de pobreza de una persona
durante su vida. Un estudio, por ejemplo, propone medir la pobreza de una
persona por el número de períodos consecutivos en los que ha sido pobre. Otro,
en tanto, analiza cómo contar vicisitudes de pobreza que ocurren en diferentes
tiempos de la vida de la persona.
“La falta de un panel de datos comparables y de largo plazo no debe detenernos
en la consideración seria del elemento tiempo en la medición de pobreza”, dijo Christiaensen,
editor invitado de este número especial. El banco ya está procurando recolectar
más datos de panel, agregó.
El economista peruano Jaime Saavedra, gerente sectorial del Grupo de
Pobreza y Género del Banco Mundial, dijo que cada estudio sobre rachas de pobreza
puede ser de utilidad para el trabajo operativo del banco. Los países pueden
usarlos, por ejemplo, en sus análisis de las clases medias, que en algunos casos
se definen como aquellas personas que no están en riesgo de caer en la pobreza
por un período dado de tiempo. Y si la extensión de la racha afecta la
capacidad de la persona para escapar de la pobreza, deberá tenerse en cuenta
esta historia personal al momento de considerar si la persona reúne requisitos
para ser beneficiaria de una subvención social.
En opinión de Saavedra, se pueden perfeccionar las películas, pero
mientras tanto deben continuarse los esfuerzos por apoyar las encuestas de
hogar, que son como una foto del bienestar de un país. En el final del
artículo, el Banco Mundial comenta que, en algunas regiones, especialmente las
más pobres del África, algunos países todavía pugnan por recolectar datos de
pobreza post-2008.
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