Así dice el comunicado que elaboró la oficina en Haití del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (ICCA), que acaba de publicar un libro con la experiencia de su programa de microcrédito productivo Kredifanm, destinado a mujeres rurales de este país.
Con trece años de existencia, el programa “ha recuperado del 99 al 100 por ciento de los créditos otorgados” y ha permitido incrementar la inversión en comercio, agricultura y ganadería dentro de las comunidades y familias de estas microemprendedoras.
De acuerdo al comunicado, “debido a la diligencia de sus asociadas para saldar deudas y el buen uso que les dan a los préstamos, el fondo Kredifanm ha crecido a un ritmo de 27 por ciento anual, cifra muy significativa para el país considerado como el más pobre del hemisferio” (occidental).
La oficina de ICCA en Haití comenta que “las mujeres han aplicado su inteligencia para ser autosostenibles y generar fondos propios mediante la creación de cajas de ahorros, cuyo capital crece un 183 por ciento anual”.
“Todo lo anterior ha redundado en una mejora en su calidad de vida, vivienda, la escolaridad de los hijos y la autoestima”, agrega.
El libro fue editado en tres idiomas: español, francés e inglés.
El método Kredifanm -explica esta organización- comenzó en Haití en 1994. Inspirado en el Banco Grameen, fundado por el Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, se basa en las costumbres populares de las mujeres de cada lugar y se construye de manera participativa y respetando las ocupaciones y expectativas de cada emprendedor.
Referencia
Kredifanm. Presentación sintética de un método de crédito para las mujeres en el medio rural haitiano (Oficina del IICA en Haití, Puerto Príncipe, 2007)
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