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Este blog de microfinanzas comenzó a actualizarse el 1 de febrero de 2008 y se cerró el 30 de noviembre de 2015.

jueves, 12 de marzo de 2015

Sociedades creativas, donde confluyan finanzas, empresas e iniciativas sociales


(Textos recobrados de MicroDinero / Versión en español del discurso de la princesa Máxima de los Países Bajos, en la apertura de la Conferencia Europea Mercados de Capital Social, SOCAP, el 30 de mayo de 2011, en Amsterdam) “Damas y caballeros: Las finanzas hacen de nexo para varias cuestiones. Cómo se invierte el dinero hoy es fundamental para ver cómo será el mundo de mañana. La inversión de impacto puede ayudar a construir una sociedad globalmente justa y sustentable. SOCAP se dedica a tal fin y ha hecho converger a la innovación, entrepreneurship, finanzas, ciencia, pasión y filantropía. Necesitamos más encuentros como éste que saque a la gente de sus propios microcosmos y propicie alianzas creativas. Alianzas que en conjunto aporten más que la suma de las partes.

Máxima
En mi rol como asesora especial sobre acceso a Finanzas Inclusivas para el Desarrollo, del secretario general de la ONU, he conocido ejemplos inspiradores de asociaciones que alinean finanzas con empresas e iniciativas sociales. Y esto está ayudando a cambiar vidas, empresas y comunidades en distintos lugares. He observado también que el impacto sustentable real es más probable cuando diversos socios consideran necesidades subyacentes y conciben productos e inversiones en consonancia.

Me gustaría compartir con ustedes tres ideas sobre cómo podemos construir un impacto sustentable a través de las inversiones.

Mi primer mensaje está enfocado en el acceso a las finanzas.

Desde los Países Bajos a Nigeria o a Nepal, las pequeñas y medianas empresas son los motores de la creación de empleos locales y del crecimiento económico. En procura de crecer y prosperar, las empresas necesitan una variedad de servicios financieros, incluyendo ahorro, facilidades de pago, préstamos, líneas de crédito y diferentes tipos de seguro.

Con mucha frecuencia, la gente habla de las microempresas en un sentido (silo) y de las SMEs en otro. En realidad, las fronteras entre micro y pequeñas empresas son difusas. No todo empresario comenzó por ser un empresa mediana y sí más bien como microempresa. Y hallar financiamiento en estas etapas iniciales puede ser muy duro. Por otra parte, el éxito de una empresa está ligado a los negocios más o menos grandes a su alrededor. Todos estos proveedores y clientes necesitan servicios financieros para prosperar.

Mediante la creación de silos, con microfinanzas por un lado, financiamiento a la empresa por otro, no acertaremos a dar con las necesidades de las empresas. Necesitamos hablar un lenguaje común que conecte las finanzas en un continuum homogéneo. Además necesitamos asegurarnos de que los productos financieros sean a la medida de los ciclos, de los requerimientos de inversión y de la naturaleza de cada industria y cadena de valor.

Las SMEs pueden ser también un motor para el cambio sustentable, como estoy segura que ustedes lo analizarán. Por ejemplo, los negocios pueden combatir el cambio climático a través de enfoques orientados a la producción y la agricultura, con diseños especialmente adaptados a tipo de productos que el sector vende. Cada cual requiere un tipo específico de financiamiento. Los árboles de frutos comestibles, la restauración de paisajes y medidas de conservación de suelos, por lo general, llevan de cinco a siete años para que produzcan resultados. Así pues un capital de largo plazo disponible será clave para este tipo de iniciativas.

En Ruanda visité a un campesino que produce su propio biogás. Con estiércol de al menos dos vacas, un simple depósito le da gas para limpieza, una cocina saludable y luz. Su familia ya no tiene que recoger leña para el fuego, que además sirve para preservar la tierra.

Y los desechos del tanque son mejores fertilizantes para su tierra, con lo cual cultivos y rendimientos se incrementan. Lo que me interesó fue cómo el campesino pudo afrontar el costo del tanque. Bien, hasta un tercio vino de sus propios ahorros y de los materiales de construcción que él proveyó. Un tercio fue subsidiado. El tercio restante fue de un crédito bancario. Y el crédito fue diseñado de tal modo que sus pagos mensuales equivalgan a lo que él podía ahorrar en gastos de combustible, esto es, prestando atención a sus flujos de caja.

Programas de financiamiento innovadores como éste presentan gran potencial.

Mi segundo mensaje es muy importante: la asistencia técnica es también necesaria junto con el financiamiento.

Las pequeñas empresas comienzan con una buena idea. Pero no siempre es fácil darle forma a una idea dentro de un buen plan de negocios que atraiga inversión. Además suelen producir una documentación farragosa para que el banco habilite el crédito a largo plazo.

Eso por eso que la asistencia no financiera es también algo muy importante. En el caso del campesino de Ruanda, varios socios facilitaron un paquete más amplio, ayudando al agricultor a tomar el crédito y además a construir el tanque siguiendo especificaciones técnicas. En los Países Bajos, una organización llamada Qredits provee pequeños créditos a empresarios muy pequeños. Pero lo más importante es que también se ocupa de que capacitadores ayuden a los emprendedores con diversas cuestiones prácticas, desde la administración financiera a la planificación y marketing. Yo los animo aquí a pensar cómo pueden expandir sus sociedades con organizaciones locales para proveer financiamiento, pero también para ampliar los servicios para el desarrollo de empresas.

Mi tercer mensaje es sobre inversión responsable.

Como inversores sociales, encontrar el equilibrio justo entre impacto en desarrollo sustentable y rentabilidad financiera es crucial. Pero, ¿cómo lograrlo?

Las finanzas responsables descansan sobre tres pilares. El primer pilar es la regulación y la creación de un campo de juego ecuánime en un país dado. Esto es un rol para los gobiernos. El segundo pilar es la capacidad de los consumidores para entender sus elecciones, productos y derechos. En otras palabras, la capacidad del consumidor, que incluye educación financiera. Y esto se logra mejor cuando los proveedores de servicios y gobiernos lo facilitan y los clientes activamente lo reclaman.

El tercer pilar es lo que llamamos auto-regulación de la industria. Siendo banquera, me di cuenta que es muy difícil para las empresas tener una visión de largo plazo a menos que sus accionistas e inversores decididamente lo propicien. Creo en instituciones que tienen su visión, no sólo sobre aspectos morales, sino también para su sustentabilidad a largo plazo. Creo además que los inversores esperan que todo beneficio hoy sea sostenido en el tiempo, a través de la creación de instituciones fuertes y buenos productos. Sólo con instituciones sustentables se va a desarrollar un sector financiero sólido y mercados pujantes.

Por estos motivos lanzamos en enero los Principios para Inversores en Finanzas Inclusivas (PIIF, en inglés). Estos Principios brindan una guía práctica para ayudar a inversores a apalancar recursos, experiencia y voz colectiva para construir instituciones sustentables y responsables.

Cerca de 50 inversores -algunos de ustedes están aquí en esta audiencia- incluyendo importantes fondos de pensión, siguen ya la guía ofrecida por estos principios. La sociedad civil, gobiernos y empresarios deben todos pedir a los inversores que usen estos principios, que forman parte de los Principios de Naciones Unidas para la Inversión Responsable (Unpri). Queremos crear una norma global que ponga las necesidades del cliente en el centro de la empresa y de los servicios financieros. Sólo de esta forma tendremos productos adecuados en un precio justo para todos los que hoy los necesitan, y en los años por venir. Y esta es la esencia de las finanzas responsables. Y espero que más inversores se unan suscribiendo los Principios.

Hay tanto por explorar y aprender durante esta conferencia, incluyendo:

-  La necesidad de canales como éstos son enormes;
- La necesidad de compartir información sobre cómo financiar efectivamente SMEs;
- Cómo diseñar modelos de negocio escalables con incentivos correctos para consumidores;
- Cómo sustraerse a efectos segundarios negativos;
- Cómo establecer alianzas adecuadas -sea finanzas, agua potable, salud o energía limpia- para obtener la distribución adecuada. Necesitamos enfoques holísticos;
- Cómo establecer un diálogo con gobiernos para fomentar entornos apropiados e incluso mejorar sus eficiencias.

Los desafíos son todavía enormes. Lo que hemos logrado a través de las microfinanzas es todavía insuficiente. Más de 2 mil millones de personas carecen de acceso a las finanzas. Lo mismo ocurre con otras necesidades. Así que espero puedan inspirar a otros a alcanzar un mundo equitativo y sustentable.

Gracias.


Publiqué este artículo el 1º de junio de 2011 en MicroDinero

Nota del Editor: Desde el 30 de abril de 2013, Máxima es reina de los Países Bajos.

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