Bienvenido a este blog

Este blog de microfinanzas comenzó a actualizarse el 1 de febrero de 2008 y se cerró el 30 de noviembre de 2015.

jueves, 12 de marzo de 2015

El futuro de la inversión de impacto


(Textos recobrados de MicroDinero) En los próximos diez años, inversores de todo el mundo no sólo estarán preocupados por la rentabilidad financiera, sino que prestarán mucha atención al impacto social, medioambiental y de desarrollo de sus actividades, asegura un reporte.

Margot Brandemburg
Estas inversiones de impacto, como se conoce a tal tendencia, redundaría en un total de US$ 667 billones en beneficios y logrará la emisión de la más nueva clase de activos emergentes de la próxima década, según estima el reporte preparado por JP Morgan y Rockefeller Foundation y difundido en diciembre.

Indica que la oportunidad de mercado para estas inversiones es vasta, involucrando a la población pobre que gana menos de US$ 3.000 al año. En esta categoría de población, el potencial de capital invertido es estimado entre los 400 billones y 1 trillón de dólares en los próximos diez años, obteniendo beneficios entre 183 y 667 billones de dólares.

Estas estimaciones están basadas en análisis de negocios seleccionados en los sectores de vivienda, prestación de agua en áreas rurales, salud maternal, educación primaria y servicios financieros para esta porción de la población global.

“La inversión de impacto se revela como uno de los cambios más poderosos dentro de la industria de gestión de activos en los próximos años”, dice el reporte.

Actualmente, las inversiones de impacto involucran desde instituciones financieras de desarrollo, fundaciones privadas y fondos de pensión hasta bancos comerciales, empresas privadas e instituciones financieras de gran escala.

Con sus elevados niveles de pobreza, África es uno de los principales destinos para estas inversiones y un vehículo alternativo para la canalización de capital privado en busca de beneficios sociales, apoyando esfuerzos de gobiernos y filantrópicos.

Los sectores que aparecen como más receptivos a la inversión de impacto en África son la tecnología limpia, microfinanzas y finanzas de desarrollo comunitario.

“Aunque todavía está en una etapa de desarrollo en África, ha habido una sólida asimilación de la idea y práctica de la inversión de impacto y hay claras evidencias de que está arraigando en mercados claves del continente”, sostuvo Margot Brandenburg, directora asociada de Rockefeller Foundation y una de las co-autoras del trabajo.

Estos primeros escarceos incluyen una inversión de US$ 100 millones de Standard Bank en 2009, en apoyo al desarrollo de agricultura de pequeña escala en Ghana, Tanzania, Mozambique y Uganda.

Se trató de la forma expandida de un programa implementado en Kenia, en la que la Alliance for a Green Revolution in Africa (Agra) y el International Fund for Agricultural Development (IFAD) proveyeron cada uno US$ 2,5 millones en garantía de crédito que apalancó US$ 50 millones del keniata Equity Bank para inversiones en agricultura de mini-escala.

Otros inversores de impacto en la región incluyen a Root Capital que se enfoca a pequeñas y medianas empresas rurales en África (también en América Latina), que recientemente hizo un préstamo de capital de trabajo a Transeed, una compañía de siembra tanzana; y E+Co que apoya a empresas que proveen energía limpia en países en desarrollo y que ha invertido en Zara Solar, una empresa que vende paneles solares domésticos para hogares rurales en Mwanza, Tanzania.

Sin embargo, los expertos señalan que aún faltan cosas para terminar de animar la inversión de impacto en África.

Estándares de impacto

Brandemburg afirma que los gobiernos y el sector privado necesitan trabajar juntos en el desarrollo de un entorno institucional y regulatorio favorable.

“Es clave para esto la institucionalización de estándares de reporte de inversión de impacto, de modo que permita reportar y trazar consistentemente a los inversores la performance social y medioambiental de sus inversiones”, agrega la directiva de Rockefeller Foundation.

Esto daría a los inversores las herramientas para monitorear sus desempeños, a la vez que ayudaría a evitar consecuencias negativas que hicieron que se mostraran reticentes en el pasado.

La evolución de la inversión de impacto no ha estado exenta de ruido. En el pasado, algunos inversores fueron blanco de críticas que les endilgaban sacar ventaja de los pobres en las áreas donde operan.

Brandenburg explica que estas críticas provienen de la incapacidad de distinguir entre inversiones de impacto e inversiones en otros negocios dedicados a vender productos y servicios básicos a pobres; el malentendido llevó a que no se viera la importancia que pueden tener las inversiones de impacto en el mejoramiento de la vida de las personas.

Para ella, las inversiones de impacto son el vehículo para servir a segmentos desasistidos del mercado cuyo acceso a bienes y servicios básicos es limitado, como resultado de lo cual los pobres terminan pagando altos precios por productos de baja calidad.

“De allí que los precios que cobran las empresas apoyadas por inversiones de impacto pueden parecer elevados para quienes miran desde afuera, pero son mucho más bajos que la alternativa que el cliente tendría que pagar”, explica Brandenburg.

Fuente: The East African, “Impact investing in the poor, the next big thing”, Cosmas Butunyi, 10 de enero de 2011, Nairobi.

Los autores del reporte Impact Investments. An emerging asset class (noviembre de 2010) son, por JP Morgan, Nick O’Donohoe, director global de investigaciones, Christina Leijonhufvud y Yasemin Saltuk; por Rockefeller Foundation, Antony Bugg-Levine y Margot Brandenburg. El trabajo contó con el decisivo apoyo, entre otras organizaciones, de la Global Impact Investment Network (GIIN, red con sede en Nueva York).


Publiqué este artículo el 10 de enero de 2011 en MicroDinero

No hay comentarios:

Publicar un comentario