(Mundo Microfinanzas) La Superintendencia de Bancos de Venezuela (Sudeban) informó que hasta agosto pasado los microcréditos constituían la principal herramienta de apoyo financiero a los clientes de la denominada “banca de desarrollo”.
“Pero las microfinanzas significan mucho más que créditos”, afirmó el presidente del primer banco de desarrollo del país, Bangente (Grupo Financiero Bancaribe), Juan Uslar, quien sostuvo que por ese medio las personas que no tienen acceso a la banca formal pueden disponer de una serie de servicios financieros, incluyendo medios de pago (tarjetas de débito), envío de remesas y seguros.
“Este tipo de banca es un negocio que funciona bien, que es sólido y rentable, a la vez que está generando herramientas a la población para que salgan de la pobreza", explicó el directivo de Bangente, entidad creada en 1999.
Por su parte, Héctor Albarrán, gerente general de Bangente, subrayó que los bancos comerciales y genéricos no están preparados para brindar servicios de microfinanzas, y explicó que la banca de desarrollo opera únicamente con clientes de los sectores D y E de la población (los de menores ingresos): "Hace 10 años, se pensaba que era imposible brindar servicios financieros a este sector", afirmó.
Se estima que el 60 % de la población de Venezuela no está bancarizada y son potenciales demandantes de servicios de microfinanzas.
Para el analista venezolano César Aristimuño, "la actividad crediticia no ha terminado de despegar, hay una caída en la velocidad de crecimiento en los beneficios de la banca de desarrollo, a la par de una desaceleración en la actividad económica del país, que termina afectando también el desempeño de esta banca”.
Los estudios sobre microfinanzas en América Latina revelan que Venezuela está dando sus primeros pasos en la actividad. Un ejemplo de institución recientemente volcada hacia el mercado micro es Mi Banco, cuyo principal objetivo es la bancarización rentable y responsable de los empresarios y hogares de bajos recursos del país.
Mi Banco ofrece microcréditos para ser utilizados como capital de trabajo, adquisición de inventario, actividades de comercialización, prestación de servicios y producción de bienes.
Los analistas destacan, no obstante, que las entidades del sector necesitan de una fuerte inversión de capital y un plan concertado de políticas con el Gobierno para afianzar y expandir sus prestaciones.
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