Lula da Silva al inaugurar el II Foro de Inclusión Financiera, en Brasilia (foto: Renato Araujo/Agencia Brasil) |
(Textos
recobrados de MicroDinero) Con la presencia del presidente de Brasil, Luíz
Inácio Lula da Silva, comenzó este miércoles en Brasilia el II Foro de
Inclusión Financiera, convocado por el Banco Central do Brasil (BCB).
El
encuentro, que se extenderá hasta el viernes 19 de noviembre, reúne a más de
400 participantes de las microfinanzas y la economía solidaria brasileña.
En la
oportunidad, el BCB presentó un informe preparado por la Secretaría de Política
Económica (SPE) del Ministerio de Hacienda sobre los resultados de la política
de microcrédito e inclusión financiera del gobierno.
Según el
informe, parte del crecimiento económico brasileño de los últimos años se debe
a la inclusión de las familias de bajos ingresos en las instituciones bancarias,
que aumentaron significativamente entre 2003 y 2010.
De acuerdo
a lo que precisó Gilson Bittencourt, secretario adjunto de la SPE, el número de
personas físicas vinculadas a un banco o cooperativa de crédito pasó de 70
millones a 115 millones, un incremento de 40% a 59% de la población ligada a
alguna entidad del sistema financiero nacional.
El
funcionario, según difundió Planalto, consideró que el crédito fue clave para
afrontar los meses más duros de la crisis financiera mundial: “Las políticas a
favor de los que tienen bajos ingresos contribuyeron a un aumento de la masa de
consumo. Eso puede ser constatado por las 10 millones de operaciones de crédito
realizadas en el país”.
Actualmente
existen en Brasil 6,5 millones de cuentas corrientes simplificadas, la gran mayoría
en bancos públicos federales. Estas cuentas fueron creadas para la población de
baja renta, cuya ventaja es la ausencia del cobro de tarifas y comprobantes de
rendimiento por parte del titular. Buena parte de esas cuentas son de beneficiarios
del programa social del gobierno Bolsa Familia (un total de 2,85 millones) en
la Caixa Económica Federal (CEF). Del total de los beneficiarios del programa,
580 mil tuvieron acceso a microcréditos productivos por medio de los programas
Agroamigo/Pronaf y Crediamigo del Banco do Nordeste (BNB), además de cursos de
educación financiera.
La mayor
inclusión de las familias de bajos ingresos al sistema provocó un aumento de
los puntos de atención bancaria y de corresponsales bancarios: de 70 mil puntos
en 2002 a más de 180 mil en 2010.
Según
Bittencourt, los corresponsales bancarios ya son los principales medios
utilizados por la población para efectuar sus transacciones de pago de cuentas,
impuestos y transferencia de créditos.
El acto
A pocas
semanas de traspasar el mando a su sucesora Dilma Rousseff, Lula ensaya
despedidas en cada uno de los actos públicos donde se presenta en su país. En
esta ocasión, defendió la política realizada en materia de microcrédito. Y dijo
que prestar dinero a los ciudadanos más carenciados es una forma de ampliar la
política de distribución de la renta. Para el mandatario, Brasil necesita eso
para reducir más el total de personas que están bajo la línea de pobreza.
“Ponga más
plata en los más pequeños”, instó Lula. “Es una cosa inusitada. Nosotros aquí
estamos ejercitando una cosa simple: algo de dinero en manos de muchos es
distribución de riqueza. Y mucho dinero en manos de pocos significa
concentración de riqueza”, explicó.
Junto a
Lula, el presidente del BCB, Henrique Meirelles, sostuvo que la inclusión
financiera de las pequeñas empresas de emprendedores es fundamental para el
crecimiento sustentable de cualquier economía. Además, recordó que la exclusión
financiera no se condice con la construcción de una sociedad democrática.
Según Meirelles,
Brasil está venciendo el desafío de la inclusión financiera a través de una
mayor pregnancia del sistema financiero, presente en todas las localidades del
país. Y aun donde no haya una agencia bancaria, dijo el directivo, la población
puede contar con cooperativas de crédito o las redes de corresponsales.
Lula
también tuvo oportunidad de reunirse en la capital brasileña con representantes
y trabajadores del Consejo Nacional de Economía Solidaria (CNES). En honor a la
presencia de estos actores, el jefe de estado firmó sendos decretos instituyendo
el Programa Nacional de Incubadoras de Cooperativas y el Sistema de Comercio
Justo y Solidario.
Publiqué
este artículo el 18 de noviembre de 2010 em MicroDinero
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