"La región debe construir, sobre la base de sus ventajas
comparativas, grandes fortalezas competitivas para promover una mayor
transformación productiva acompañada de equidad social. En ese sentido debe
adoptar políticas que permitan aprovechar de forma sostenible la abundancia
relativa de ciertos factores -en el caso de América Latina de los recursos
naturales- para a partir de ellos promover un proceso de transformación
productiva", dijo Enrique García, presidente ejecutivo de CAF, al
presentar este martes en Caracas la novena edición del Reporte de Economía y
Desarrollo (RED), publicación que en esta nueva entrega se tituló Emprendimientos en América Latina: desde la subsistencia hacia la transformación productiva.
"El RED 2013 -añadió García- pretende ser un aporte a la
comprensión de esta necesidad de contribuir al diseño de políticas que impacten
positivamente en la generación de empleo y productividad de las economías de la
región".
El estudio refleja la baja productividad agregada en la región, mediante
un entramado caracterizado por una abrumadora cantidad de emprendimientos
unipersonales y microempresas, y una escasez de establecimientos medianos y
grandes capaces de generar empleos de calidad y aumentos de productividad.
"El reporte pone en evidencia la relación que existe entre la
restricción al crecimiento de empresas dinámicas y la abundancia de
emprendimientos de subsistencia. Ambos fenómenos están estrechamente ligados y
reconocer este vínculo es crucial al momento de diseñar políticas públicas pro
emprendimiento", dijo el titular de CAF.
Mucha microempresa, poco potencial
productivo
América Latina se caracteriza por una alta tasa de emprendimiento entre
su población activa, pero el 75% de los emprendedores de la región son en
realidad microempresarios (manejan negocios de menos de cinco empleados) que
emplean cerca del 40% de los trabajadores asalariados del sector privado.
En otras palabras, las microempresas son muchas y emplean a una porción muy
grande de los trabajadores de la región, aunque casi todos en condiciones de
informalidad. Esta situación evidencia un contraste importante entre América
Latina y las naciones más desarrolladas: en la región las empresas son más
pequeñas, o se crean menos empresas con alto potencial de crecimiento.
La encuesta realizada por CAF -que sirve de base para el RED 2013-
sugiere que este fenómeno no responde a una menor capacidad para emprender de
parte de la población latinoamericana, sino que en la región existe un mayor
flujo de nuevos emprendimientos que surgen como una vía de escape del desempleo.
Por esta razón ellos carecen, desde su creación, de potencial productivo y de
crecimiento, afirma el reporte.
A lo largo del RED 2013 se plantea la necesidad de favorecer el
emprendimiento productivo y sostenible mediante políticas públicas que
entiendan la heterogeneidad de la población emprendedora y tengan un enfoque
multidimensional que integre talento empresarial, laboral, innovación y
financiamiento.
El reporte está organizado en cinco capítulos: El emprendimiento como
motor del desarrollo; ¿Quiénes son los emprendedores en América latina?; Microempresas:
¿fuente de crecimiento o refugio del desempleo?; Transformación productiva y
empresas de calidad; Políticas para el emprendimiento, el empleo y la
productividad.
Referencia
Emprendimientos en América Latina. Desde la subsistencia hacia la
transformación productiva (CAF, junio de 2013, Bogotá)
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