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viernes, 1 de agosto de 2014

El fallo del juez Griesa y la situación de la deuda argentina (Stiglitz-Mantega)


(Mundo Microfinanzas) El economista de la Columbia University y Premio Nobel Joseph E. Stiglitz, y el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, fueron algunas de las notables figuras que cuestionaron el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa, que ha dispuesto la inmovilización de fondos de Argentina destinados al pago de acreedores que ingresaron a los canjes de deuda soberana en 2005 y 2010, en beneficio de un minúsculo grupo litigante de holdouts.

Sobre esta situación jurídica sui generis, y sus consecuencias para la economía global, el profesor Stiglitz ha publicado en The New York Times el artículo A global system is needed for debt restructuring, cuya versión en castellano ofrecemos a continuación.

“Se trata de codicia”

Los fondos buitre -pequeño número de acreedores que no ingresaron en la reestructuración de deuda de Argentina- no tienen interés alguno en el país o en su pueblo. Ellos se hicieron de sus bonos por chaucha y palitos, a la espera de que perseverando en el litigio, habrían eventualmente de encontrar un juez compinche que no entendiera del asunto y fallara a su favor.

Joseph E. Stiglitz
Todos los inversores en bonos soberanos saben que hay un riesgo de default: de allí que los bonos puedan pagar tasas de interés mucho más altas que los bonos de Estados Unidos. Pero cualquiera que compra bonos, después que un país anuncia una reestructuración de deuda, sabe con casi total certeza que no serán reembolsados por completo sin manipular el sistema legal.

Los buitres han invocado la ley pero nosotros debemos ser claros: se trata de codicia. Abogando por una interpretación del principio legal de que todos los inversores deben ser tratados de la misma forma -en total oposición con el que tradicionalmente atribuyen tanto economistas como participantes del mercado- ellos han socavado el estado de derecho y han logrado que la reestructuración de deuda sea algo casi imposible.

Tales reestructuraciones son necesarias para que la economía de mercado funcione. Pero desafortunadamente, mientras tenemos un sistema para tratar las quiebras privadas, carecemos de uno para la reestructuración de deudas soberanas.

El Fondo Monetario Internacional propuso que deberíamos tener un sistema global, en ocasión del default de Argentina en 2001, y la comisión de expertos de Naciones Unidas, que presidí, reiteró ese llamado en 2009. El gobierno de Estados Unidos vetó la iniciativa. Y ahora, la justicia de Estados Unidos ha empeorado mucho más el problema.

En los ’80, cuando las deudas soberanas estaban principalmente en poder de bancos, las reestructuraciones se podían hacer con relativa fluidez. Pero con el crecimiento de los mercados de capital, estos asuntos se hicieron más dificultosos, como hemos sido testigo repetidas veces. Y con el crecimiento de los swaps y derivados por incumplimientos crediticios, peor aún.

Los buitres pueden incluso no tener interés económico en un resultado exitoso. Ellos podrían haberse asegurado contra un default; ellos podrían incluso ganar más dinero ante un default que sin esa eventualidad.

Eludir un default, transfiriendo dinero de Argentina -donde los ingresos per cápita rondan los US$ 14.800- a algunos multimillonarios no hará sino crear más desigualdad. Pero no se trata de una cuestión de justicia. Los buitres han infligido un daño enorme a los mercados globales de deuda soberana y a aquellos países cuyo bienestar depende de ellos, especialmente en los mercados emergentes y países en desarrollo.

No es un juego de suma cero; este es un juego de suma negativa, donde las pérdidas para el resto del mundo, en cualquier caso, excederán con creces toda ganancia que puedan embolsar los buitres.

“Argentina no entró en default”

El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, dijo a su vez que Argentina no entró en default, toda vez que el país depositó la cuota comprometida con los acreedores: “La Argentina no está entrando en mora, es una situación excepcional. Quien está impidiendo hacer el pago es un juez de los Estados Unidos”.

Guido Mantega
El ministro consideró que todavía existe margen de negociación entre Argentina y los llamados “fondos buitre” pues, si bien esos fondos estaban jugando “a todo o nada”, una negociación también es interesante para ellos. “Está claro que quieren recibir el total del valor de los títulos, pero es mejor recibir una parte que nada”, comentó Mantega.

El ministro resaltó que es preciso “intentar revertir esta situación y no permitir que una reestructuración legítima hecha por la Argentina en el pasado sea inviabilizada”.

El funcionario precisó que la decisión de la Corte de Estados Unidos, al abstenerse de revisar el fallo del juez Griesa, puede comprometer futuras reestructuraciones de deudas y que ante eso habrá que esperar una reacción de la comunidad internacional.

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