Ministro de Economía de Argentina Axel Kicillof y presidente del BID Luis Alberto Moreno. Intensa actividad de la delegación argentina en Washington (foto: Mecon) |
(Mundo Microfinanzas) La red
Jubilee USA, que integra a más de 75 organizaciones religiosas de Estados
Unidos y 50 socios globales en su misión por construir una economía que sirva y
proteja a la población más vulnerable, reiteró el apoyo a la Argentina en su
disputa contras los fondos buitres y destacó la identificación que ha hecho el Fondo
Monetario Internacional (FMI) de la deuda pública como “causa fundamental” de
desigualdad.
“Los riesgos que plantea el FMI
son reales. Necesitamos abordar la desigualdad si queremos hacer crecer la
economía global”, dijo Eric LeCompte, director ejecutivo de Jubilee USA, a
través de un comunicado difundido este miércoles desde Washington D.C.
La declaración de Jubilee se hizo
en el marco de las reuniones anuales del FMI y del Grupo Banco Mundial, concluidas
este domingo en la capital norteamericana, y que entre sus pronunciamientos se subraya
la necesidad de hacer sostenibles los procesos de reestructuración de deuda
soberana, como factor crucial para lograr inclusión y crecimiento del nivel de empleo.
Jubilee recordó que, desde abril
del año pasado, el FMI publica una serie de estudios referidos al abordaje del
problema de la deuda y la necesidad de un procedimiento internacional de
quiebras. El último de estos papers, Strengthening the Contractual Framework to Address Collective Action Problems in Sovereign Debt Restructuring (FMI,
octubre 2014, Washington D.C., “Fortalecimiento del marco contractual para
abordar problemas de acción colectiva en la reestructuración de la deuda
soberana”), reconoce, por ejemplo, que las recientes decisiones de tribunales
de Nueva York respecto a Argentina pueden exacerbar los problemas de acción
colectiva, recomendando así una modificación de la cláusula pari passu “que
excluya explícitamente la obligación del pago a acreedores de manera
prorrateada”.
Para LeCompte, “el FMI debe ser
elogiado por la revisión de una serie de enfoques para poner fin a los fondos
buitres”. “El FMI reconoce que si el comportamiento predatorio y disruptivo
persiste, habrá necesidad de cambios en las leyes de Estados Unidos para
impedir estas conductas”, agregó el directivo.
En septiembre, la Asamblea
General de la ONU votó una resolución en la que pugna por el establecimiento de
un marco jurídico multilateral para regular la reestructuración de la deuda
pública de los países, promovida a instancias de Bolivia en su calidad de
presidente del G77+China. La posición de Argentina contra el minúsculo grupo de
bonistas ultra-especulativos ha merecido, además, el apoyo de la Organización de Estados Americanos (excepto Estados Unidos y Canadá), organismos regionales
como la Unasur, la Celac y la Cepal, los Nobel de Economía Joseph Stiglitz y
Robert Solow y el grupo intergubernamental de países en desarrollo G24 (véase específicamente el punto 9 de esta declaración). Los cambios en las cláusulas de acción
colectiva y pari passu motivaron, también, el respaldo de la Asociación
Internacional de Mercados de Capitales (ICMA), entidad que ha considerado que las
condiciones aceptadas por una mayoría de tenedores de bonos (en el caso de
Argentina, el 92,4% de acreedores ingresó en los procesos de reestructuración)
sean legalmente vinculantes para todos.
Kicillof en Washington
El ministro de Economía y
Finanzas Públicas de Argentina, Axel Kicillof, expuso este viernes en
Washington en la reunión de ministros y presidentes de bancos centrales del G20
sobre la cuestión de reestructuración de deuda soberana, propiciada por la presidencia pro tempore de Australia.
Kicillof destacó el rol del Estado en materia de inversión en
infraestructura y se refirió a la amenaza que implica para el crecimiento
sostenido el precedente del litigio argentino en la causa de los fondos buitres.
En el encuentro, el
ministro puso de relieve el apoyo de la comunidad internacional a la posición
argentina y destacó el riesgo sistémico que tal problemática genera para la
estabilidad y previsibilidad de la economía global.
El ministro recalcó
que el fallo del juez de Nueva York, Thomas Griesa, es una amenaza para el
desarrollo de los países y una invasión a los derechos de los tenedores de bonos
de deuda reestructurada, por lo que recalcó “debemos trabajar en conjunto para
encontrar una solución definitiva”.
“Hemos tenido muchísima solidaridad y muchísimo apoyo en la cuestión de
la deuda argentina y el problema de la arquitectura internacional.
El FMI presentó un documento donde, basado en el caso argentino como cuestión
central, nos ha dado la razón en todo”, aseguró.
Junto a la delegación argentina, Kicillof mantuvo también contactos con
el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto
Moreno; con el presidente de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Enrique García, y con expertos en deuda soberana como
Nouriel Roubini, Benu Schneider, Amar Bhattacharya y Jesko Hentschel, así como
directivos de think tanks como Susan Segal (AS/COA), Robert Kahn (Council on Foreign Relations), Adam Hersh (Center for American Progress), William Cline
(Peterson Institute), Mark Weisbrot (CEPR), Eric LeCompte (Jubilee), Aldo
Caliari (Center of Concern), Anthony Silberfeld (Bertelsmann Foundation) y Joy
Olson (WOLA).
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