"Gobernar los mercados", instó el mandatario en la conferencia del BID (fotos: Santiago Armas / Presidencia del Ecuador) |
(Mundo Microfinanzas, en Guayaquil) El presidente del Ecuador, Rafael
Correa, imprimió un cariz de fuerte contenido político a la ceremonia de
apertura del Foro Interamericano de la Microempresa (Foromic 2014), que tiene
lugar hasta el jueves en el Centro de Convenciones de Guayaquil.
“Gobernar los mercados”; “el desarrollo es un problema político, no
técnico”; “el mayor daño que se le ha hecho a la economía fue haberla
desvinculado de la economía política”, fueron algunas de las aseveraciones del
mandatario, que habló a continuación del presidente del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.
El discurso de Correa, si bien algo extenso, expuso diferentes matices
que tocaron lo afectivo (como guayaquileño recordó sus primeros años en
la ciudad anfitriona del foro y comentó -empático con la audiencia- que su
tesis de Economía para la Universidad Católica de Guayaquil analizó programas de apoyo al
sector microempresario informal), lo técnico (abundantes datos cuantitativos
sobre el crecimiento económico y avances sociales y laborales logrados durante
su gestión presidencial desde 2006) y lo histórico-político (haciendo gala de sus
dotes como docente hilvanó sus principales argumentos en el devenir de la
historia latinoamericana).
“Uno de los mayores enigmas del desarrollo es por qué América del Norte
se desarrolló primero que Nuestra América siendo que aquí tenemos tantas o más
riquezas naturales y nuestras culturas inca, azteca y maya ya daban cuenta de
sorprendentes conocimientos tecnológicos”, provocó.
El argumento central sobre el cual pivoteó su discurso fue la idea de que
los éxitos económicos de los últimos años en Ecuador son consecuencia de
decisiones de gobierno orientadas a favor de las mayorías, resultado de prioridades
políticas en la asignación de recursos (fundamentalmente educación, salud e
infraestructura pública) y corolario de una institucionalidad concebida para reducir
desigualdades y ampliar derechos.
La alocución no estuvo exenta de polémica. Disparó algunos dardos contra
las autoridades del municipio de Guayaquil -el alcalde Jaime Nebot es férreo
opositor a Correa- por la reciente inauguración de la escultura de un niño
lustrabotas, presentada como atractivo turístico. Dedicó ironías a la revista
colombiana Dinero, que analizó en uno de sus números el fenómeno del “milagro
ecuatoriano”, asegurando que los resultados alcanzados no son milagrosos sino producto
de relaciones de poder y decisiones políticas deliberadas. Y se mostró crítico
con las políticas económicas que prevalecieron en su país y América Latina
durante la década del ’90, de subordinación de la política al mercado (filoso,
aunque en tono de amigos, reprochó a Moreno que el BID haya apoyado por
aquellos años la flexibilización laboral).
Sin embargo, Correa no planteó un discurso cerradamente estatista y
habló de la necesidad de complementariedad entre los sectores público, privado
y de la economía popular y solidaria. Más aún, se diferenció de ciertas
posiciones de izquierda que niegan al mercado y “satanizan la acumulación”, y celebró
que su país haya mejorado sus indicadores de eficiencia “con mejor distribución”.
Agenda de reformas pendientes
El presidente del BID destacó, a su turno, la inversión pública del
Ecuador y los resultados de crecimiento que ha experimentado el país desde 2006
(año del Foromic realizado en Quito y meses antes de la asunción de Correa como
presidente).
Puso énfasis en las grandes inversiones que el país ha hecho en
educación y salud, lo que permite que Ecuador esté a la vanguardia en términos
de equidad y lucha contra la pobreza. “Estamos muy orgullos en el BID por haber
apoyado varios de estos proyectos”, señaló el ejecutivo (algo que luego Correa reconoció
y agradeció).
Buena onda, no exenta de alguna chicana, entre Correa y Moreno |
De todos modos, Moreno resaltó la necesidad de abordar una agenda de
reformas pendientes, no sólo en Ecuador sino en general para toda la región,
pues los años de la bonanza de las materias primas parecen haber quedado atrás.
“Si queremos mantener aquellos indicadores para seguir avanzando en reducir las
desigualdades tendremos que hacerlo con menos recursos”, advirtió Moreno, quien
recordó que la productividad en América Latina sigue constituyendo “nuestro
talón de Aquiles”.
También expresó su satisfacción por el notable desarrollo de la
industria microfinanciera latinoamericana, aunque recordó que, comparada con
otras regiones, todavía es mucho lo que hay que avanzar. Como ejemplo, precisó que
apenas el 39 por ciento de los adultos del subcontinente tiene una cuenta de
ahorros, cuando en países desarrollados ese porcentaje se ubica cerca del 90
por ciento.
Durante la ceremonia inaugural del Foromic, a sala colmada, el BID
entregó los Premios Interamericanos a la Innovación Financiera y Empresarial.
Se distinguió al programa Crediamigo, del Banco do Nordeste de Brasil (BNB),
con el Premio a la Inclusión Financiera 2014; al producto Tigo Money, de Tigo Paraguay, con el Premio a las Finanzas Digitales 2014; y a la procesadora de
alimentos saludables Foodsanu con el Premio a la Excelencia y Sostenibilidad de
la Microempresa Ecuatoriana. En representación de las entidades ganadoras,
dirigieron sus palabras al foro Stelio Gama Lyra Junior, director de Gestión
del Desarrollo del BNB; Sabino Cañete, gerente de Productos Financieros de Tigo
Paraguay; y Ximena Coba, creadora de Foodsanu.
Ximena Coba, creadora de Foodsanu, ganadora entre las microempresas ecuatorianas |
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