(Textos recobrados de MicroDinero) El magnetismo de Muhammad Yunus se
paseó por los pasillos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de
la Universidad de Valladolid (UVA), donde el martes el Nobel brindó una
conferencia ante un aula magna colmada de público, en su mayoría estudiantes.
Muhammad Yunus |
Informados e intrigados por ver en persona al banquero bangladesí, los
jóvenes poblaron en pocos minutos la cola para ingresar a la sala al
promediar la tarde. La conferencia, pautada para las 17:15, se demoró
algo producto de la intensa agenda de actividades de Yunus en la ciudad,
principalmente por su participación en la Cumbre Mundial del Microcrédito,
concluida este jueves.
El encuentro con el fundador del Grameen fue organizado por el Área de
Cooperación de la UVA, creada en 2000 con la idea de impulsar la actividad universitaria
en materia de cooperación internacional para el desarrollo.
Los estudiantes de la casa están bastante familiarizados con las
microfinanzas. La UVA viene de firmar un convenio con la Cooperación Internacional española para la puesta en marcha de la cátedra de
Microfinanzas que erija a la universidad en punto de referencia de
investigación y enseñanza de finanzas solidarias en Europa.
Con su sonrisa y parsimonia acostumbradas, Yunus ingresó al aula magna
acompañado por la secretaria de Estado para la Cooperación
Internacional, Soraya Rodríguez; el vicerrector de Internacionalización y
Extensión Universitaria, Luis Antonio Santos Domínguez, y el decano de la
Facultad anfitriona, Jesús María Gómez García.
“Buenas tardes”, dijo Yunus al acercarse al atril y pronunciar sus
únicas palabras en castellano. Los asistentes celebraron el gesto.
El discurso del profesor Yunus no se salió mucho del libreto habitual
que prepara en este tipo de ocasiones: la situación del país a comienzos de los
años ’70, cuando comenzó a trabajar como director del Departamento de Economía
Rural de la Universidad de Chittagong; las primeras experiencias con
microcréditos a mujeres en las aldeas más pobres; la puesta en marcha de una
metodología apoyada principalmente en las capacidades de cada individuo.
Luego expuso el difundido razonamiento que guió la creación del Grameen Bank: “Hicimos lo opuesto que hace la banca convencional”, contó a la
audiencia. “Ellos le prestan dinero a los ricos, nosotros a los pobres; ellos
prestan en las ciudades, nosotros en el campo; ellos a los hombres, nosotros
elegimos prestar a las mujeres”. Y así con lo que ya forma parte de un relato
que, de tan sencillo, se aproxima a lo mitológico.
En la evolución del Grameen a través del tiempo, Yunus se detuvo en
algunos hitos como la instalación de la firma en los Estados Unidos, con sus
cuatro sucursales actuales y otras nuevas a venir, y la más reciente
proposición del concepto de social business: la dimensión humana del
microcrédito, empresas que resuelven problemas sociales, la apuesta por una
nueva civilización basada en que cada persona pueda tener su oportunidad de
desarrollarse.
Luego del discurso se mezcló con la gente en las localidades. Se saludó
con todos los que se acercaron, accedió a posar para todas las fotos,
con su sonrisa inmodificable, firmó unos cuantos libros, y se retiró con su
particular ritmo. El ritmo interior sereno de un hombre que sin embargo no le
da respiro a su agenda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario