Propulsoras de la iniciativa "Impuesto Robin Hood" a las transacciones financieras, manifiestan en Londres en paralelo con las sesiones del G20 en Cannes (foto: Robin Hood Tax) |
(Textos recobrados de MicroDinero) Los
reclamos para acelerar una reforma financiera global, y la insistencia en
políticas que favorezcan la inclusión financiera, se colaron con fuerza durante
el primer día de la Cumbre del G20 en Cannes, en medio de la incertidumbre por
las noticias que llegaban de Atenas y los recientes ramalazos de la crisis en
Grecia.
El
anfitrión del encuentro, el presidente francés Nicolás Sarkozy, intercambió
protestas de amistad y reconocimiento mutuo con su colega estadounidense Barack
Obama, pero no alcanzó para disimular algunas diferencias sobre cómo gestionar
la crisis internacional, en particular con sus posiciones no coincidentes
respecto a la aplicación de una tasa a las transacciones financieras.
Algunos de
los líderes de las 20 principales economías del mundo acusaron recibo de los
debates en el marco del grupo de trabajo en Regulación Financiera, uno de los
más activos y controversiales del G20 desde el desencadenamiento de la crisis
financiera internacional en 2008.
Por caso el
primer ministro de la India, Manmohan Singh, se pronunció a favor de un
progresivo relajamiento de las regulaciones financieras, que permitan una
modernización de los mercados y una expansión de la intermediación.
Dijo que
las prioridades en mercados emergentes, como la India, deben estar puestas en
la facilitación del desarrollo, antes que en la regulación, con el objetivo de
profundizar y extender nuevos mercados que lleven a un crecimiento de la
economía real. Mencionó la necesidad de avanzar en inclusión financiera,
instrumentos de fondeo a largo plazo para infraestructura y mercados de bonos
líquidos.
Pero no
todas las posiciones parecen ser tan proclives a la liberalización. Según un
comunicado difundido por la Confederación de Industrias de la India (CII), en
paralelo con la cumbre de Cannes, el primer ministro japonés Yoshihiko Nado
habría comprometido su apoyo a una serie de recomendaciones con sesgo más
intervencionistas del citado grupo de trabajo.
Según la
CII, la posición del mandatario japonés es la de una regulación que salga al
rescate de quien está atravesando dificultades, orientándose no hacia un ajuste
sino hacia la expansión del crédito en el sector productivo.
Primera
asociación empresaria de la India (fue fundada hace 116 años), la CII exhortó a
los países del G20 a asegurar servicios a los no bancarizados. “La innovación
financiera debe atender las necesidades de los no bancarizados”, indicó,
asegurando que hay más de dos mil millones de personas que no acceden hoy a las
instituciones financieras.
Los industriales
indios participaron este jueves en Nueva Delhi de la reunión del denominado
grupo B20 (CEOs líderes de los 20 países más desarrollados del mundo) que
asesoran a los estados miembros del G20.
Durante el
primer día de la Cumbre en Cannes se conoció también que Brasil y Argentina, a
través de sus presidentas Dilma Roussef y Cristina Fernández, apoyan la iniciativa de Francia,
Alemania y España de aplicar un impuesto a las transacciones financieras,
del orden del 0,05%, con el que se pueda recaudar un fondo destinado a mitigar
la pobreza global y hacer frente al desafío del cambio climático.
La
iniciativa, popularizada como “Impuesto Robin Hood”, fue calificada por Sarkozy
como “técnicamente posible” y “moralmente ineludible”, luego de conversar con
Bill Gates, cofundador de la Gates Foundation, sobre temas vinculados a
Financiamiento del desarrollo.
Pero lo
cierto es que la innovación no tiene el consenso de todos los países del G20,
comenzando por los Estados Unidos, cuyo presidente Obama es partidario de una
“tasa por la responsabilidad en la crisis financiera” que deberían abonar los
grandes bancos, a los que se adjudica el peso de la debacle financiera global.
Este
viernes continuarán en el Palais de Festival las reuniones de trabajo sobre
regulación financiera, agricultura, energía, clima, lucha contra la corrupción
y dimensión social de la mundialización.
También
será oportunidad de la presentación de las prioridades que fijará México en la
agenda del G20, ya que será el país que presida las deliberaciones durante
2012. Se espera un fuerte compromiso mexicano en materia de inclusión
financiera y de la denominada “agenda social”.
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