(Mundo Microfinanzas) El 75% de las personas pobres del mundo
no posee una cuenta bancaria, no sólo a causa de la pobreza, sino también por
los costos, las distancias de traslado y la cantidad de trámites necesarios
para obtenerla, de acuerdo con nuevos datos publicados por el Banco Mundial.
Asli Demirgüc-Kunt |
Aproximadamente el 25% de los adultos que gana menos de US$2 al
día ha guardado sus ahorros en una institución financiera formal, según una
encuesta de 2011 realizada a aproximadamente 150 mil personas de 148 países. El
problema de “no estar bancarizado” también se vincula con la desigualdad de
ingresos: el 20% más rico de los adultos que vive en países en desarrollo tiene
más del doble de posibilidades de poseer una cuenta de una institución formal
que el 20% más pobre, de acuerdo con los datos recopilados por Gallup para la base de datos del Banco Mundial sobre la inclusión financiera en el
mundo. El Grupo de Investigaciones sobre el Desarrollo del Banco está
preparando dicha base de datos gracias a una donación de 10 años de la
Fundación Bill y Melinda Gates.
Los resultados de esta investigación ofrecen el panorama más
amplio que se ha podido obtener de las modalidades que utilizan los adultos de
todo el mundo para ahorrar, pedir préstamos, hacer pagos y gestionar riesgos. A
nivel mundial, un 22% de adultos informa que ha guardado sus ahorros en una
institución financiera formal en los últimos 12 meses. Más de la mitad de la
población de los países en desarrollo no posee una cuenta bancaria, en
comparación con apenas el 10% de los habitantes de países ricos.
"La prestación de servicios financieros a los 2.500 millones de
personas que no están bancarizadas podría reforzar el crecimiento económico y
las oportunidades de las personas pobres de todo el mundo”, dijo el presidente
del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, de acuerdo con un comunicado
difundido este jueves por la entidad. “Si se aprovechan las posibilidades de
los servicios financieros, realmente se podrá ayudar a las personas a afrontar
costos de educación, ahorrar para adquirir una vivienda o abrir un pequeño
negocio que ofrezca trabajo a otros. El nuevo informe sobre los ‘no
bancarizados’ del mundo ratifica esta premisa: mientras más utilicen los pobres
los servicios bancarios hoy en día, más se asegurarán su futuro”.
Incluso entre quienes sí poseen una
cuenta bancaria formal, sólo el 43% la utiliza para guardar ahorros. Por otra
parte, el 61% de los titulares de cuentas de todo el mundo utiliza su cuenta
para recibir pagos de un empleador, el gobierno o miembros de la familia que
viven en otro lugar, según la base de datos del Banco Mundial sobre la
inclusión financiera en el mundo, llamada Global Findex.
Pobres y mujeres
Una parte desproporcionada de las personas no bancarizadas son
mujeres. Por ejemplo, sólo un 37% de las mujeres de países en desarrollo posee
cuentas bancarias, en comparación con el 46% de los hombres. La brecha es aún
mayor entre los pobres: las mujeres que viven con menos de US$2 al día tienen
un 28% menos de posibilidades que los hombres de tener una cuenta bancaria.
“Los pobres y las mujeres, más que ningún otro grupo, se enfrentan
a enormes desafíos para acceder a los servicios financieros”, dijo Melinda
Gates, copresidenta de la Fundación Gates. “Respaldaremos las políticas mediante
el diseño de productos innovadores, incentivos de precios y mensajes
promocionales que alienten a estos grupos a adoptar y utilizar activamente los
servicios financieros. Este es un paso importante hacia la potenciación de las
mujeres, ya sean las que dirigen un pequeño negocio o una microempresa o las
que aspiran a hacerlo”.
“Las herramientas financieras de ahorro, seguros, pagos y crédito
son una necesidad esencial para las personas pobres, especialmente las mujeres,
y pueden ayudar a las familias y las comunidades a salir de la pobreza”, agregó
Gates, para quien Global Findex puede mejorar nuestra comprensión de cómo los
hogares pobres acceden y usan los servicios financieros.
“La falta de una cuenta bancaria a menudo obliga a los ahorristas
a adoptar medidas riesgosas, como poner el dinero bajo el colchón”, señaló Asli
Demirgüç-Kunt, directora de Políticas de Desarrollo y economista en jefe
de la Red de Finanzas y Desarrollo del Sector Privado, coautora del documento
en el que se analizan los datos de Global Findex. “Esto dificulta la generación
de reservas e impide el acceso al crédito, los seguros y otras herramientas
financieras formales complejas”.
En la base de datos también se señalan los obstáculos a la
inclusión financiera. Casi dos tercios de los no bancarizados culpan
principalmente a la pobreza, pero dentro de ese grupo cerca de un tercio
también menciona el costo de abrir y mantener una cuenta o la gran distancia a
la que se encuentran los bancos (lo que implica un largo viaje en bus para
muchos).
“Estas barreras pueden haber resultado excesivas, especialmente si
se tiene en cuenta que mucha gente sólo puede ahorrar una cantidad de dinero
muy pequeña al mes”, dijo a su vez Leora Klapper, supervisora de Global Findex y
economista principal del Grupo de Investigaciones sobre el Desarrollo. “Los
encargados de la formulación de políticas deberían advertir que los adultos que
ahorran informalmente consideran que las barreras físicas, burocráticas y de
costos para abrir una cuenta bancaria son especialmente difíciles de superar”.
Las transferencias de dinero a través de teléfonos celulares son
una forma de servicio bancario no tradicional que gana cada vez más popularidad
y habitualmente no requiere que los usuarios tengan que viajar o abrir una
cuenta en una sucursal física del banco. Los servicios bancarios móviles, que
dan la posibilidad a quienes poseen una cuenta de pagar facturas, hacer
depósitos o realizar otras operaciones a través de mensajes de texto, se han
ampliado hasta abarcar el 16% del mercado en África al sur del Sahara, donde la
banca tradicional se ha visto obstaculizada por problemas de transporte e
infraestructura en general. En particular, Kenia ha experimentado un
impresionante crecimiento de este mercado: hoy en día el 68% de los adultos
utiliza el teléfono celular para operaciones monetarias, informó el Banco
Mundial.
El extendido uso de mecanismos de
ahorro informales indica que el mercado está desaprovechando la oportunidad de
ofrecer productos financieros seguros y accesibles a las personas no
bancarizadas. Por ejemplo, los adultos que no utilizan los servicios de bancos
u otras instituciones financieras formales a menudo recurren a métodos bastante
sofisticados para administrar sus finanzas, como los clubes rotativos de ahorro
o las asociaciones de ahorro y crédito. Cada semana, esos clubes reúnen los
depósitos de los miembros y otorgan la totalidad del dinero a un miembro
designado. Esta práctica es especialmente popular en África Subsahariana, donde
el 48% de los ahorristas utiliza un club de ahorro informal o una persona que
no pertenece a la familia para que guarden sus ahorros. En Nigeria, el 69% de
los adultos que ahorra utiliza los clubes, que reciben distintos nombres: esusu, ajo, cha o adashi.
Pocos adultos de los países en desarrollo utilizan productos
financieros formales para gestionar riesgos. Algo más del 11% de este grupo
está reembolsando un préstamo por emergencias o necesidades de salud, pero más
del 80% sólo emplea las fuentes de crédito informales. Del total de adultos de
países en desarrollo que se dedican a la agricultura, la silvicultura o la
pesca, sólo el 6% cuenta con seguros relativos a las cosechas, las
precipitaciones o el ganado.
Los cuestionarios utilizados en la encuesta están disponibles en
15 idiomas en la web del Banco Mundial (véase en español). La entidad invitó a los países a
utilizar las preguntas en censos u otros sondeos nacionales para recabar más
datos sobre la inclusión financiera.