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viernes, 20 de abril de 2012

Nueva base de datos del Banco Mundial sobre no-bancarizados


(Mundo Microfinanzas) El 75% de las personas pobres del mundo no posee una cuenta bancaria, no sólo a causa de la pobreza, sino también por los costos, las distancias de traslado y la cantidad de trámites necesarios para obtenerla, de acuerdo con nuevos datos publicados por el Banco Mundial.

Asli Demirgüc-Kunt
Aproximadamente el 25% de los adultos que gana menos de US$2 al día ha guardado sus ahorros en una institución financiera formal, según una encuesta de 2011 realizada a aproximadamente 150 mil personas de 148 países. El problema de “no estar bancarizado” también se vincula con la desigualdad de ingresos: el 20% más rico de los adultos que vive en países en desarrollo tiene más del doble de posibilidades de poseer una cuenta de una institución formal que el 20% más pobre, de acuerdo con los datos recopilados por Gallup para la base de datos del Banco Mundial sobre la inclusión financiera en el mundo. El Grupo de Investigaciones sobre el Desarrollo del Banco está preparando dicha base de datos gracias a una donación de 10 años de la Fundación Bill y Melinda Gates.

Los resultados de esta investigación ofrecen el panorama más amplio que se ha podido obtener de las modalidades que utilizan los adultos de todo el mundo para ahorrar, pedir préstamos, hacer pagos y gestionar riesgos. A nivel mundial, un 22% de adultos informa que ha guardado sus ahorros en una institución financiera formal en los últimos 12 meses. Más de la mitad de la población de los países en desarrollo no posee una cuenta bancaria, en comparación con apenas el 10% de los habitantes de países ricos.

"La prestación de servicios financieros a los 2.500 millones de personas que no están bancarizadas podría reforzar el crecimiento económico y las oportunidades de las personas pobres de todo el mundo”, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, de acuerdo con un comunicado difundido este jueves por la entidad. “Si se aprovechan las posibilidades de los servicios financieros, realmente se podrá ayudar a las personas a afrontar costos de educación, ahorrar para adquirir una vivienda o abrir un pequeño negocio que ofrezca trabajo a otros. El nuevo informe sobre los ‘no bancarizados’ del mundo ratifica esta premisa: mientras más utilicen los pobres los servicios bancarios hoy en día, más se asegurarán su futuro”.

Incluso entre quienes sí poseen una cuenta bancaria formal, sólo el 43% la utiliza para guardar ahorros. Por otra parte, el 61% de los titulares de cuentas de todo el mundo utiliza su cuenta para recibir pagos de un empleador, el gobierno o miembros de la familia que viven en otro lugar, según la base de datos del Banco Mundial sobre la inclusión financiera en el mundo, llamada Global Findex.

Pobres y mujeres

Una parte desproporcionada de las personas no bancarizadas son mujeres. Por ejemplo, sólo un 37% de las mujeres de países en desarrollo posee cuentas bancarias, en comparación con el 46% de los hombres. La brecha es aún mayor entre los pobres: las mujeres que viven con menos de US$2 al día tienen un 28% menos de posibilidades que los hombres de tener una cuenta bancaria.

“Los pobres y las mujeres, más que ningún otro grupo, se enfrentan a enormes desafíos para acceder a los servicios financieros”, dijo Melinda Gates, copresidenta de la Fundación Gates. “Respaldaremos las políticas mediante el diseño de productos innovadores, incentivos de precios y mensajes promocionales que alienten a estos grupos a adoptar y utilizar activamente los servicios financieros. Este es un paso importante hacia la potenciación de las mujeres, ya sean las que dirigen un pequeño negocio o una microempresa o las que aspiran a hacerlo”.

“Las herramientas financieras de ahorro, seguros, pagos y crédito son una necesidad esencial para las personas pobres, especialmente las mujeres, y pueden ayudar a las familias y las comunidades a salir de la pobreza”, agregó Gates, para quien Global Findex puede mejorar nuestra comprensión de cómo los hogares pobres acceden y usan los servicios financieros.

“La falta de una cuenta bancaria a menudo obliga a los ahorristas a adoptar medidas riesgosas, como poner el dinero bajo el colchón”, señaló Asli Demirgüç-Kunt, directora de Políticas de Desarrollo y economista en jefe de la Red de Finanzas y Desarrollo del Sector Privado, coautora del documento en el que se analizan los datos de Global Findex. “Esto dificulta la generación de reservas e impide el acceso al crédito, los seguros y otras herramientas financieras formales complejas”.

En la base de datos también se señalan los obstáculos a la inclusión financiera. Casi dos tercios de los no bancarizados culpan principalmente a la pobreza, pero dentro de ese grupo cerca de un tercio también menciona el costo de abrir y mantener una cuenta o la gran distancia a la que se encuentran los bancos (lo que implica un largo viaje en bus para muchos).

“Estas barreras pueden haber resultado excesivas, especialmente si se tiene en cuenta que mucha gente sólo puede ahorrar una cantidad de dinero muy pequeña al mes”, dijo a su vez Leora Klapper, supervisora de Global Findex y economista principal del Grupo de Investigaciones sobre el Desarrollo. “Los encargados de la formulación de políticas deberían advertir que los adultos que ahorran informalmente consideran que las barreras físicas, burocráticas y de costos para abrir una cuenta bancaria son especialmente difíciles de superar”.

Las transferencias de dinero a través de teléfonos celulares son una forma de servicio bancario no tradicional que gana cada vez más popularidad y habitualmente no requiere que los usuarios tengan que viajar o abrir una cuenta en una sucursal física del banco. Los servicios bancarios móviles, que dan la posibilidad a quienes poseen una cuenta de pagar facturas, hacer depósitos o realizar otras operaciones a través de mensajes de texto, se han ampliado hasta abarcar el 16% del mercado en África al sur del Sahara, donde la banca tradicional se ha visto obstaculizada por problemas de transporte e infraestructura en general. En particular, Kenia ha experimentado un impresionante crecimiento de este mercado: hoy en día el 68% de los adultos utiliza el teléfono celular para operaciones monetarias, informó el Banco Mundial.

El extendido uso de mecanismos de ahorro informales indica que el mercado está desaprovechando la oportunidad de ofrecer productos financieros seguros y accesibles a las personas no bancarizadas. Por ejemplo, los adultos que no utilizan los servicios de bancos u otras instituciones financieras formales a menudo recurren a métodos bastante sofisticados para administrar sus finanzas, como los clubes rotativos de ahorro o las asociaciones de ahorro y crédito. Cada semana, esos clubes reúnen los depósitos de los miembros y otorgan la totalidad del dinero a un miembro designado. Esta práctica es especialmente popular en África Subsahariana, donde el 48% de los ahorristas utiliza un club de ahorro informal o una persona que no pertenece a la familia para que guarden sus ahorros. En Nigeria, el 69% de los adultos que ahorra utiliza los clubes, que reciben distintos nombres: esusu, ajo, cha o adashi.

Pocos adultos de los países en desarrollo utilizan productos financieros formales para gestionar riesgos. Algo más del 11% de este grupo está reembolsando un préstamo por emergencias o necesidades de salud, pero más del 80% sólo emplea las fuentes de crédito informales. Del total de adultos de países en desarrollo que se dedican a la agricultura, la silvicultura o la pesca, sólo el 6% cuenta con seguros relativos a las cosechas, las precipitaciones o el ganado.

Los cuestionarios utilizados en la encuesta están disponibles en 15 idiomas en la web del Banco Mundial (véase en español). La entidad invitó a los países a utilizar las preguntas en censos u otros sondeos nacionales para recabar más datos sobre la inclusión financiera.