María Susana García Robles, especialista del Fomin Foto: Arlette Pedraglio/BID |
(Por Lic. Adriana
Bottiglieri, Mundo Microfinanzas) Las mujeres avanzan en el terreno de la
economía y las finanzas y con ello abren nuevas formas de integrarse al mundo.
Ellas ocupan posiciones y cumplen funciones que hasta hace un tiempo parecían
reservadas solo a hombres.
En este blog inauguramos un
espacio para que la perspectiva de las mujeres enriquezca nuestro modo de mirar
y analizar esta cambiante realidad.
En este primer envío
publicamos una entrevista a María Susana García Robles, oficial principal de
Inversiones a cargo del grupo de Financiación en Etapas Tempranas, del Fondo
Multilateral de Inversiones (Fomin), miembro del Grupo BID. Ella estuvo en
Buenos Aires, con motivo de la Conferencia Anual del Foro Internacional de
Mujeres (IWF), donde compartió junto a otras expertas su visión y opiniones
sobre las mujeres y el emprendimiento.
María Susana es puro
despliegue de energía. Entrelazando idiomas, contando historias, inspirándolas.
Luego de escucharla se tiene la sensación y la convicción necesaria para sentir
que un proyecto propio puede ser viable. Este fue el diálogo que mantuvimos con ella.
MMF: Se suele afirmar que
los negocios o microempresas gestionadas por mujeres pueden lograr alto impacto
en la economía. ¿Cuáles serían las razones?
MSGR: Hay que distinguir
entre microempresas, por un lado, habitualmente referidas a empresas
unipersonales e informales, y por otro lado los start-ups, empresas que nacen
pequeñas pero que crecen, se consolidan y crean trabajos. Por ser las mujeres
más de la mitad de la población, si entran en el mundo emprendedor y crean
empresas, claramente, el impacto será enorme.
La economía del siglo XXI
valora creatividad, intuición, colaboración, trabajo en equipo, habilidad para
trabajar en varios procesos de manera simultánea… Competencias, todas ellas,
consideradas propias de la mujer. Además de estos atributos, numerosos estudios
demuestran actitudes esenciales en el mundo de los negocios: son capaces de
crear confianza y cumplir con lo pactado, conductas que se muestran en las
respuestas que las mujeres dan a los compromisos asumidos en los créditos.
MMF: En el caso de América
latina, cuando las mujeres tratan de lograr escalabilidad en sus negocios, ¿qué
tipo de obstáculos y desafíos deben enfrentar?
MSGR: Es interesante
observar las características de los desafíos que, por un lado, son culturales y
por el otro son propios del negocio. Cuando una mujer tiene un negocio que
ofrece grandes ventajas al inversor y está en un sector de alto crecimiento, en
general, consigue dinero de inversores ángeles y eventualmente de fondos de
capital semilla y emprendedor (venture capital). Pero para llegar a que la
empresa se consolide, en general, las mujeres encuentran obstáculos: muchas
veces tienen que combinar los esfuerzos emprendedores con otras tareas.
MMF: ¿Podría decirse que una
de las dificultades es el tiempo que le pueden dedicar al desarrollo de la
empresa?
MSGR: Esa sería una forma de
entenderlo. Para muchas de ellas no es fácil recibir entrenamiento y
capacitación en los horarios que se ofrecen durante el día y por la noche
muchas cuidan a su familia. Otra cosa que sucede es que suelen no tener redes
de contactos como generalmente poseen los hombres.
Un aspecto interesante a
observar, que no ocurre en otras culturas, es que las mujeres mismas no se tienen confianza
como para poder competir y ganar. En esta línea de pensamiento se diría que
existen pocos modelos que les sirvan para identificarse y pensar que ellas
también pueden hacer lo que otras mujeres hicieron.
MMF: En ese sentido las
historias de emprendedoras contadas en Ellas 2.0. Emprendedoras y Tecnología
son un estímulo, ¿no?
MSGR: Sí, a mí me gusta
leerlas, son alentadoras.
MMF: ¿Cuál es la actitud de
los inversores ante empresas gestionadas por mujeres?
MSGR: Las empresas iniciadas
por mujeres tienden a ser menos dinámicas y en sectores que ofrecen menos
potencial de crecimiento que las empresas a las que los inversores están
acostumbrados, pero aún en esos sectores las empresas podrían llegar a crecer
mucho. Falta que los inversores lo entiendan.
MMF: ¿De qué manera el
sector público, las empresas y organizaciones no lucrativas podrían impulsar el
potencial de las mujeres emprendedoras?
MSGR: Hay mucho para hacer. En
el ámbito educativo, por ejemplo, crear programas ajustados a las
necesidades de las mujeres. Impulsar carreras de ingeniería y tecnología,
otorgar becas, crear programas en las escuelas públicas que enseñen y fomenten
una cultura emprendedora. Es necesario tomar conciencia del valor que aportan
las mujeres en los mercados emergentes y acompañarlas.
MMF: En sus charlas usted
menciona la necesidad de que las mujeres sean más agresivas en su propio
marketing. ¿A qué hace referencia especialmente?
MSGR: Estoy convencida de
que las mujeres tenemos que ser más activas en nuestro propio networking,
tenemos que adquirir confianza en mostrar nuestros proyectos. Es parte del
desafío y hay que asumirlo.
---------------------------
Sobre la autora: Adriana Bottiglieri es consultora
en Comunicación y Responsabilidad Social Empresaria. Licenciada en Letras con
formación de posgrado en análisis del discurso. Experiencia ejecutiva en el
área de RSE, Comunicación y Desarrollo. Coautora del logo de Comunicación
Interna de DPWorld (Dubai Ports World), actual marca interna corporativa. Speaker
en encuentros de su especialidad en Argentina y en la región. Docente
universitaria. Capacitadora en el Instituto Nacional de Administración Pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario